27 feb 2010

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CAPITULO I

La guerra en Europa había estallado nuevamente debido a un joven líder que estaba dispuesto a recuperar la gloria pasada que su nación había tenido en los tiempos de Napoleón Bonaparte, su mayor deseo era que Francia dominara el continente europeo.

Las estrategias del joven humano rápidamente le dieron varias victorias a su país en contra del imperio británico y no era nada tonto, ya que había hecho un pacto con los gobernantes de España e Italia. Haciendo un cerco que en esos momentos de crisis era bastante fuerte.

Inglaterra intento pedir ayuda a América, pero este aun se estaba recuperando de su ultimo desfalco bancario, que termino afectando horriblemente no solo su economía, sino también la de Canadá y no solo eso ya que los países latinoamericanos para protegerse de las continuas crisis económicas ya tenían una moneda con base de plata que estaba devaluando mas al dólar.

En Asia no estaban en los mejores términos ya que China estaba peleando por recuperar el territorio del Tíbet, pero Corea, Tailandia, Hong Kong y otros países mas se lo estaban impidiendo.

Japón a pesar de no estar involucrado en todo este lio, tenia sus propios problemas debido a la sobre población que tenia y el poco espacio con el que contaba, así que se encontraba sumamente ocupado planeando la construcción de una isla artificial, que pudiese soportar los constantes temblores que azotaban al país.

No teniendo mas alternativa Inglaterra pidió la ayuda de Rusia, Polonia y Alemania, pero solo Rusia atendió al llamado, Polonia no estaba interesado en arriesgarse en una guerra y Alemania tenia problemas con grupos radicales que deseaban derrocar al gobierno, en pocas palabras tenia suficientes problemas internos como para enfrascarse en una guerra.

Pero lo que no contaba el país germánico que era el próximo objetivo en la expansión francesa, esta vez la bandera de Francia ondearía por cien años en el antiguo país nazi.

 

 

CONTINUARA….

16 feb 2010

CAPITULO XV

Shinomori le había entregado una carta, escrita con la inconfundible letra de Yagami Iori. Hace ha un par de años que Dai no veía a su señor, después de esa noche en donde literalmente entregara su cuerpo a Iori-sama, no había tenido oportunidad de volver a estar cerca de él, pero ahora tenia una carta, en la cual incluso el papel tenia su aroma.

El Shinobi aguardaba algo exasperado a que Dai leyera la carta y a su vez mandara una contestación ya que por el momento esta era la manera más segura de comunicación sin que los espías de la familia se enteraran de algo.

Dai leía con lentitud la carta en un intento por deleitarse con cada palabra escrita en el papel y fue así hasta que llego a ese punto… en donde las palabras se convirtieron en cuchillos, los cuales destazaron su corazón.

-Shinomori-san, podrías decirle a Iori-sama que estoy feliz por él.- dijo mientras intentaba mantenerse lo mas completo posible, mostrando una gran sonrisa.

Aoshi solo asintió y sin más se retiro del lugar. Cuando su superior lo dejo solo aquella falsa sonrisa abandono sus labios y las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

Iori-sama amaba a…

Matsuda abrió los ojos, los cuales estaban húmedos y un par de lágrimas resbalaban hacia los lados. Nuevamente había soñado con eso, nuevamente le dolían aquella palabras… nuevamente le dolía saber que Iori-sama amaba a Kyo.

Fue en ese momento en que recordó el ataque que había tenido y percatándose que ahora se encontraba en un hospital, se preguntaba como se encontraría su señor.

-Si yo estoy vivo, eso significa que él esta bien.- murmuro para si mismo. –Mientras yo resista y no muera, Iori-sama estará bien.


+++


Kusanagi Kyo en el instante en que había recibido aquella llamada por parte del Hideki, dándole aviso de lo que le había ocurrido a Matsu, no lo pensó si un segundo cuando ya iba en camino hacia el hospital. Kyo sabia que su amigo padecía una enfermedad crónica y lo que esta le ocasionaba… aun podía recordar la última vez que le dio algo así.


Flash back


En aquella cama de hospital, entre tubos, maquinas y cables yacía Matsu que se veía tan frágil en ese estado. Kyo camino lentamente hacia la cama ya que aun estaba convaleciente de la batalla en contra de Orochi y literalmente se tuvo que escapar del hospital de Osaka para venir a Tokio solo para verlo.

Era la segunda vez que veía en un estado tan deplorable a una persona… hace un par de días atrás había visto a Yagami que de igual manera estaba luchando por su vida… era la segunda vez que veía a una persona especial postrada en una cama d hospital de esa manera…

“Si Yagami Iori muere, yo morir con él…” aquellas palabras dichas en broma por su amigo hace ya algún tiempo, resonaban fuertemente en la cabeza del castaño.

-Matsu… estoy aquí… tienes que ser fuerte… tienes que recuperarte…- murmuro con voz rota.- No por que Yagami pueda morir, tu también tienes que hacerlo… - nunca lo admitiría enfrente de nadie mas, solo se lo diría a él.- No quiero perderte Matsu… no quiero perderte como a Iori…

Las lágrimas comenzaron a brotar en total silencio.

No quería perderlos, no quería perder a su mejor amigo, ni a quien había robado su corazón… no quería perder ni a Matsu ni a Iori.


Fin flash back


Por fin llego al hospital, encontrándose en la sala de espera a Ryuga que estaba con otro hombre y que él reconoció como un Yagami, así que intento ignorarlo y se acerco al pelinegro.

-Como esta Matsu?

-El medico me acaba de decir que estable…pero siento que hay algo que no concuerda.- esto ultimo lo dijo tan bajo que nadie lo entendió. –Matsuda-san tiene familiares a los cuales se les tenga que informar sobre su situación?

-No, los padres de Matsu murieron cuando él aun era un niño y su abuelo murió hace un par de años atrás.

Para L esta información si que fue sorpresiva ya que debido al carácter afable y animoso de Matsuda-san, tenia la idea de que provenía de un gran y unido seno familiar.

Soichiro solo observaba la plática de ambos jóvenes y de cierta forma sorprendido de que Matsuda fuera amigo de Kusanagi Kyo, pero ahora pensándolo mejor esta seria una oportunidad de oro para hablar con el castaño e intentar convencerlo de que la pelea contra su hijo era completamente absurda.

-Ryuga puedo hablar contigo a solas.- dijo Kyo recalcando la ultima palabra.

-Oh… claro…- el joven detective miro a Soichiro. – Yagami-san podría regresar junto a los demás y decirles que tomaremos un pequeño descanso.

El hombre mayor quiso protestar, pero levantaría demasiadas sospechas y lo que menos deseaba era que L se entrara de la parte oscura de su vida, ya que al parecer este aun la ignoraba.

-Esta bien.- contesto y sin más se retiro.

Una vez solos… tan solos como aquella sala de espera podía brindarles.

-Ryuga, quiero saber que es lo que sientes por Matsu.

El joven detective quedo en shock y su inteligencia superior quedo noqueada gracias a las rápidas palpitaciones de su corazón.

“Quiero que decidas entre tu amigo y yo”

Las palabras de Iori-san taladraron en su cerebro, mientras miles de pros y contras comenzaron a surgir, ni su misterio mas difícil había exigido tanto de él.

-Yo… yo supongo… que Matsuda-san me… me gusta…- musito al instante que las pálidas mejillas se teñían de rojo.

Las facciones de Kyo se suavizaron al escuchar esto.

-Entonces significa que Matsu tiene una oportunidad… eso me hacer feliz.- esta vez una radiante sonrisa apareció en sus labios. –Matsu me confeso hace poco que estaba enamorado de ti.

El corazón de L dio un vuelco y sus mejillas ya brillaban en un intenso rojo.

-Yo… yo…- las palabras ya no salían con tanta fluidez.

-En verdad espero que puedas corresponder a sus sentimientos, ya que desde hace años tiene una obsesión enfermiza por Yagami Iori, gracias a ella Matsu estuvo muchas veces en el hospital… y no lo culpo…- no podía recriminarle nada a su amigo ya que el mismo había caído en las redes del sexy pelirrojo. – pero cuando me dijo lo que sentía por ti, me alegre y al mismo tiempo me preocupe por él, pero ahora estoy mas tranquilo.

El joven detective se dio cuenta del gran aprecio que Kusanagi-san sentía por Matsuda-san y no pudo evitar el sentir una extraña e incomoda sensación.

“Será lo que llaman celos?” se pregunto a si mismo Ryuuzaki.


+++


La noche cubría la ciudad y bajo la seguridad de la oscuridad Yagami Iori se presento en el hospital, evitando el siquiera pasar por la sala de espera, gracias a uno de sus tantos shinobis en cubierto.

-Como se encuentra?- pregunto mientras caminaba al lado del medico y tras ellos se encontraba Aoshi.

-Bien Yagami-sama, el riot no hizo daños graves en el cuerpo de Dai, solo necesitara un par de días de descanso. Aunque en estos momentos me preocupa usted.

-Muraki, no tienes que preocuparte por mi, además no es nada que no pueda soportar.- dijo fríamente mientras entraba a la habitación que en esos momentos ocupaba Dai.

Los ojos del moreno se abrieron al escuchar ruido, encontrándose a su señor que estaba hablando con Muraki-sensei y a un lado se encontraba Shinomori-san.

-Iori-sama…

-Ya puedes retirarte Muraki y Aoshi, cuida que nadie entre o que haya algún espía.

-Como ordene Yagami-sama- dijeron ambos hombres mientras hacían una pequeña reverencia, antes de salir de la habitación y dejarlos solos.

Iori se acerco a la cama y paso una de sus manos en una suave caricia por la mejilla de Dai.

-Como te sientes?

-Ahora estoy bien Iori-sama…- sonrió y casi ronroneo ante la caricia.

-Gomen nasai…- las palabras salieron en un susurro de los labios del pelirrojo

-Iori-sama?

-Es mi culpa que tu estés así.- no importa cuanto tiempo pasase, jamás se perdonaría lo que le había hecho a Dai.

-No es cierto, yo amaba, amo y amare a Iori-sama y si este es mi castigo por hacerlo, con gusto lo acepto.

-La maldición de mi clan, era solo mi herencia, no tenia por que arrastrarte a ti, si yo hubiera sabido que esto sucedería, yo…

-YAMETE!!!- no quería escucharlo… no quería escuchar que su señor le dijera que se arrepentía de aquella noche.-Onegai Iori-sama… no me arrebate eso también…- gruesas lagrimas brotaban de sus ojos. –Yo no me arrepiento de esa noche y si tuviera que volver a hacerlo, yo lo haría sin dudarlo… Onegai deje ese recuerdo intacto…- sabia que no lo amaba, lo había sabido desde hace mucho, sabia que amaba a Kyo… sabia tantas cosas… pero a pesar de todo quería conservar la noche que se entrego a su señor lo mas intacta posible.

Unos dulces besos borraron aquellas saladas lágrimas.

-Gomen, prometo no volver a hacerlo.

-Arigatou Iori-sama…

Mientras tanto afuera de la habitación y pegado a la puerta se encontraba Shinomori Aoshi, el cual había escuchado todo, descubriendo cosas que jamás se hubiese imaginado.



CONTINUARA….

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