27 mar 2011

Capitulo I

Keith


La noche había llegado a la ciudad y su horario de trabajo había comenzado. En el tiempo que tenia como barman de aquel sitio de mala muerte había visto muchas cosas que a kilómetros eran ilegales, de mal gusto o peligrosas, había visto peleas, secuestros e incluso uno que otro muerto, pero jamás había visto nada como el joven demonio de ojos azules, no importaba las pelas, sus secuestros, los intentos de suicidio de algunas mujeres frente de él, nada parecía afectar su semblante frio y malhumorado, jamás había evitado pelea, jamás le había visto temor en el rostro a pesar de que un arma estuviese apuntando directamente a la cabeza, ni siquiera las bellas mujeres que se le acercaban tenían efecto alguno en él y si eso fuera poco bebía de una manera casi suicida.

Justo en ese instante un joven de escasamente 19 años que a primera vista parecía ser un vándalo mas y aunque de hecho lo era, pero había algo mas, ya que tenia un extraño encanto que lo había metido en mas de un problema, se comenzó a acercar a la barra. Sus cabellos cortos y revueltos eran de un negro cenizo, su mirada de un frio azul, su piel a pesar de mostrar rasguños, moretones y otras tantas heridas, era pálida, vestía solo una playera negra sin mangas, ya con algunos orificios por lo vieja que era y unos jeas azules casi en el mismo estado que la prenda anterior, completado con un par de botas de trabajo rudo y una chaqueta que hace ya mucho había perdido su color original y que ahora solo se veía gris.

-Lo mismo de siempre…- murmuro el joven recién llegado.

-Tienes para pagar lo que consumas y destroces esta noche Keith?- pregunto el barman sin ninguna consideración.

El aludido solo saco un fajo de billetes que sin reparo alguno lanzo al hombre.

-Espero sea suficiente, ahora dame una botella de ron.- exigió.

-A quien asaltaste esta vez?- pregunto contando cada billete de aquel fajo.

-Yo no tengo necesidad de robar a nadie.- contesto muy serio.- vendí un par de mis pinturas a un amigo.

-Claro y los elefantes vuelan.- a pesar de su comentario, dejo una botella de ron frente al joven.- bueno, mientras pagues no me interesa de donde hayas sacado el dinero.- agrego, alejándose del joven y atendiendo a otros clientes.

La botella quedo vacía rápidamente, Keith bebía como si solo se tratara de agua y al parecer tenia el mismo efecto. Una botella tras otra pasaron por sus manos, quería borrar sus penas con alcohol y olvidar incluso su nombre, aunque sin mucho éxito después de que el dinero dado se hubiera esfumado al igual que el contenido de 5 botellas, Keith decidió regresar a su hogar el cual era un pequeño y sucio departamento, dentro de un destartalado edificio abandonado que se ubicaba en los barrios bajos de la ciudad.

Las calles eran peligrosas de día y eran el infierno de noche, pero para Keith solo era el habitual camino a casa, aunque el joven solo suplicaba que alguna bondadosa persona como lo podría ser un asesino en serie, acabara con su vida. Cada noche buscaba con desespero la muerte, mas al parecer esta solo huía de él.

+++

Odiaba adentrarse en aquellos oscuros barrios, odiaba la suciedad, el olor a podredumbre y la vulgaridad de esos espantosos lugares, pero si deseaba alimentarse no tenia alternativa alguna mas que aventurarse en sitios así para poder tomas a un humano sin que hubiese problema alguno por su muerte. Por eso se encontraba ahí, dentro de un oscuro callejón, con su presa entre sus brazos, perforando con sus agudos colmillos la delicada piel del cuello de esa mujerzuela. Su boca se lleno rápidamente del delicioso liquido carmesí extasiando todos sus sentidos, solo por esa razón valía la pena dejar de un lado su refinado gusto.

Cuando el cuerpo quedo vacio del vital liquido, él ya se encontraba totalmente saciado, así que dejo caer al piso sin ninguna consideración el cadáver y fue hasta ese momento en que se percato de la presencia de alguien más.

A un par de metros de él se encontraba un joven que contemplaba con inusitada tranquilidad aquel macabro evento. Su mirada de un extraño verde y dorado se poso en el desconocido observador topándose con una fría mirada azul al momento que una ladina sonrisa se formaba en los finos labios del joven.

-Vas a matarme?- su pregunta sonó con un notable tono de alegría.

Por primera vez en su existencia se encontró sin palabras, así que antes de dar cualquier respuesta intento sondear la mente de aquel joven impertinente, solo encontrándose con pensamientos de formas, colores y detalles sobre su persona y el lugar. No había duda, ese chico era un pintor.

-Por que tan ansioso de una muerte por mis manos?- pregunto intentando obtener una buena respuesta.

A pesar de ser un vampiro, un bebedor se sangre, una creatura de la noche, a pesar de sus 200 años y de todas sus habilidades, no podía reprimir ese dejo de curiosidad que aun poseía.

-Demonios!- farfullo el joven.- Odio las preguntas estúpidas y si no me vas a matar entonces me largo, puedo desperdiciar mi tiempo de mejor manera.

Vio con total incredulidad como aquel humano le daba la espalda y comenzaba a alejarse. Era inconcebible que un simple humano se expresara de esa forma delante de él, regularmente las reacciones serian: correr por su vida o suplicar por la misma.

Ese joven pintor no era un humano normal, él era muy diferente, no solo por su reacción, sino también por el hecho de que no había podido el leer su mente con la libertad con la que estaba acostumbrado, ni siquiera había podido saber cual era su nombre.

Deseaba el ir tras él, pero tenia que deshacerse del cadáver primero, tal vez la próxima noche cazaría a ese humano y así podría saciar su curiosidad.


Continuara…..


Ir al capitulo II
16 mar 2011

 0045 el origen del tiempo

Parte I

Prologo


Los humanos le eran repugnantes, seres inútiles, sanguijuelas que lentamente mataban el hermoso planeta azul, había tantas cosas que lo hacían odiar a esa especie, pero por mas desprecio que sintiese por tan horrendas creaturas, trabajo era trabajo y por esa razón estaba ahí.

Por las frías y desiertas calles del la ciudad caminaba con gran esfuerzo aquella joven mujer de largos y ondulados cabellos castaños y mirada del color de la miel, tenia una delgada blusa de lino blanca lo suficientemente holgada para cubrir su abultado vientre y una falda algo vaporosa de un azul oscuro en la cual no se notaba demasiado las manchas de sangre, aunque las finas líneas rojas que bajaban por sus piernas delataban su critico estado.

El frio calaba hasta los huesos pero esa mujer preñada seguía su camino con una admirable fuerza de voluntad.

-No dejare que te pase nada… no dejare que tu también me abandones… mami se siente sola y te necesita para seguir adelante…- sus murmullos iban dirigidos hacia el niño que con esfuerzo mantenía su cuerpo.- Tu eres lo único que me queda…

Una helada ráfaga de viento la hizo detenerse e incluso cubrirse un poco el rostro, cuando el viento cesó ante los ojos ambarinos apareció un hombre, con una belleza casi perversa, sus negras vestimentas hacían resaltar su pálida piel sus cabellos eran tan oscuros y sin destello alguno que cualquiera juraría que estaba hecho de sombras, una mirada de un extraño rosa muy tenue terminaba por enmarcar aquella visión.

-Ese niño no nacerá…- su voz pareció venir de todas partes.

La mujer no dio signo alguno de temor, ella simplemente paso a un lado del oscuro ser continuando su camino hacia el hospital, mientras seguía murmurándole con desespero a su bebe.

-Tu destino no es ser madre, por esa razón ese niño no nacerá.- la voz del extraño ser seguía escuchándose por todas partes.

-Mentira… no importa lo que me suceda… mi bebe nacerá… es lo único que me queda…- su voz se escuchaba quebrada como si estuviese a punto de romper en llanto, pero su rostro permanecía inmutable.

-Lo que tu deseas es venganza y quieres involucrar a un alma inocente para que lleve a cabo tu deseo.- aquel hombre nuevamente apareció frente a ella.- Acepta hacer un trato conmigo y te daré lo que deseas.- su extendió su mano ofreciéndosela a ella.

-Yo… yo quiero que ellos sufran… quiero que derramen lagrimas de sangre por cada una que yo derrame, quiero que todos y cada uno experimente mi dolor miles de veces… pero yo no tengo ni la fuerza ni los recursos, pero se que mi bebe lo hará por mi…- una sonrisa distorsionada apareció en sus labios.- yo confió que él lo lograra…- entonces tomo la mano ofrecida.

La dulce inconsciencia llego para la joven mujer, en los brazos del oscuro ser.

-Tu deseo será tu perdición y condenara al peor de los castigos a tu pequeño vástago.- dijo poco antes de desaparecer junto con la mujer.

En verdad los humanos eran creaturas despreciables.


+++


Una brillante y hermosa mirada azul que provenía de aquel hermoso bebe dejaba fascinadas a las enfermeras que cuidaban de él en la incubadora, el estado del infante era sorpresivamente estable a pesar de haber nacido prematuramente, aun era increíble el pensar que una mujer joven, casi una adolescente diera a luz y que ambos sobrevivieran a pesar de todos los malos pronósticos.

En verdad los milagros existían…


+++


Keith… para ella era un nombre perfecto para su niño, lo amaría, cuidaría y lo prepararía para cuando ella tuviese que marcharse, pero para eso aun faltaban muchos años…

-Satisfecha…- la voz de lo que ahora sabia era un demonio, se escucho casi en un murmullo a su oído.

-Por el momento. Solo espero que puedas cuidar bien de Keith hasta que todos los que destruyeron mi vida paguen por lo que me hicieron.- lo ultimo lo siseo destilando solo odio.

-No fallare con mi parte del trato.

-Ni yo con la mía.

Natasha Jennings no solo había dado su alma para lograr su tan ansiada venganza, sino que también había condenado el alma de su hijo y poco importándole lo que tendría que pasar para lograr su deseo…

Continuara....

Ir al capitulo I

12 mar 2011

CAPITULO XVIII

Kusanagi esperaba lo más tranquilamente posible ya que la presencia de Orochi era increíblemente palpable y ante una situación así, jamás espero que al llegar al templo Yata y terminar en aquella habitación, con una taza de té en la mano, teniendo al lado a Hideki Ryuga, en verdad Kyo jamás había esperado encontrarse en una situación tan bizarra.

A primera vista el pelinegro se encontraba sumamente entretenido con unos cubos de azúcar, los cuales eran apilados uno sobre otro con sumo cuidado, aunque repentinamente y sin motivo aparente alguno de estos cubos tenía la suerte de terminar dentro de la taza de té que el joven tenía a un lado.

Kagura se encontraba justamente frente a ambos jóvenes, con un semblante sereno muy a pesar de la situación en la que se encontraban, ella se había rehusado a hablar sobre Orochi, por la razón que había algo mas importante que hacer en esos momentos, solo esperaba a que Dai no tardara.

+++

Era en extremo raro que los 4 shinobis más fuertes del clan Yagami se encontraran en el mismo lugar. Mientras que Dai se encontraba sentado en el futon en el que había estado reposado la mayor parte del tiempo, escuchaba atentamente cada informe de los que deberían de ser sus superiores.

Sakurazuka del estado de la empresa y cuanto tiempo tardaría en colapsar si la situación continuaba. Akabane dio el informe final sobre yotsuba y que solo era cuestión de días para que aquel imperio empresarial desapareciera. Muraki dio los detalles del próximo nacimiento de los descendientes de Yagami-sama, dejando en claro que a pesar de la situación, los aun nonatos no corrían peligro alguno y que el encargado para el nacimiento ya programado seria Tenma-sensei, un medico sumamente notable. Por ultimo Shinomori aun presentando vendajes y un estado semi-deplorable hablo sobre los movimientos del clan que solo esperaban el momento adecuado para hacer a un lado a Yagami-sama, así que debían de hacer las cosas con sumo cuidado ya que el clan no desaprovecharía una oportunidad así.

-Entonces nos dividiremos y cuidaremos los alrededores del templo.- comento Sakurazuka.

-Demo… si Orochi aparece… onegai, no intenten hacerle frente.- suplico Dai, temiendo lo peor.

-Nuestra obligación en este momento es el protegerte y si tenemos que dar nuestras vidas para lograrlo, lo haremos sin pensarlo dos veces.- dijo Aoshi, completamente molesto con lo que para él era una estúpida petición.

-No te preocupes Dai-chan, intentaremos no morir en esta misión.- Seishiro intento calmar al joven shinobi ante la desaprobación de Shinomori, pero él tenia que comprender que lo que menos necesitaba ese joven condenado a una prematura muerte era el preocuparse de la muerte de alguno de ellos.


+++


Orochi se exasperaba un poco por la situación en la que se encontraba ya que a pesar de tener el cuerpo de Yagami, debido a un sello que al parecer había estado oculto por demasiado tiempo y que ahora le impedía el liberar por completo su poder, por lo menos aun tenia la ayuda de aquel joven Yagami el cual en un principio había considerado desechable, ahora se mostraba bastante útil y competente, al mostrarle el ajetreado estilo de vida humano, que por el momento se había obligado a aprender mientras el sello que tenia el cuerpo del pelirrojo se debilitaba.

Para Raito las cosas no eran nada fáciles.

Mientras salía presuroso de su hogar desde muy temprano, corría por las calles directo hacia un reconocido hotel cinco estrellas. El joven castaño tenia miedo, estaba aterrado por lo que le pudiese deparar el futuro, sabia que tenia que mostrarse como alguien indispensable a los ojos del dios ya que si no era así sus días llegarían a su fin y si esto no fuera suficiente preocupación, Ryuk había huido la noche anterior, alegando que tenia que regresar lo mas pronto posible al mundo de los shinigamis.

Por primera vez se sentía completamente acorralado, no importaba cuantos planes hiciese, no importaba su nivel de inteligencia… tenia que aceptar su derrota ante el nivel de un verdadero dios.


+++


Matsuda entro a la habitación, siendo seguido por Muraki el cual traía un maletín negro, se sentó al lado de Kagura, la cual le ofreció su mano al joven policía, para darle a entender que contaba con todo su apoyo, a lo que él solo suspiro, intentando con esto calmar a su acelerado corazón.

-El nombre con el que la sociedad me conoce es el de Matsuda Touta, pero mi verdadero nombre es Dai ya que este lo recibí de mi señor Yagami Iori. Me siento avergonzado no solo por el hecho de mostrar mi verdadera identidad, sino también con esto decepcionar a personas que son apreciadas por mí. Mi misión en un principio fue el de vigilar cada movimiento de Kusanagi Kyo y enviar la información recabada a mi señor.

Por mas que Kyo intento reprimir la enorme desilusión que estaba sintiendo, era demasiado pero la mirada sebera de la sacerdotisa y de aquel sujeto peliblanco situado tras de Matsu, lo hizo desistir de cualquier intento de reclamo.

-Justamente en el año 95 yo tuve que mudarme a Tokio, no solo para continuar con mis estudios, sino también para seguir los pasos de Yagami Souichiro ya que el antiguo líder del clan y padre de Iori-sama no quería perder de vista a su hermano…- suspiro con pesadez, tenia que hablar sobre lo que sucedió aquella noche, sobre esa despedida y sobre…

-Poco después Dai-kun comenzó a experimentar los síntomas del riot.- interrumpió Chizuru salvando de dar toda explicación a Matsuda.

-Nani? Pero que el riot solo ataca a los que tienen un pacto con Orochi?- Kyo no entendía que sucedía.

Mientras tanto L tan solo escuchaba en silencio, armando lentamente el rompecabezas que se le mostraba mientras las piezas le eran dadas una por una.

-Eso es verdad, pero Dai-kun acepto ser el sello de Iori, es por eso que a pesar de que Orochi ha tomado posesión de su cuerpo, no podrá usar al máximo sus poderes, por lo menos mientras exista Dai.

-Entonces quieres decir que Matsu morirá…

La línea de pensamientos de L fue rota de manera abrupta en el estante que aquellas palabras brotaron de Kusanagi.

-Si…- dijo de manera firme Dai. –solo espero el poder ser de utilidad en esta batalla.

-Hay alguna manera de revertir ese hecho?- pregunto en un murmullo L, llamando la atención de los ahí presentes.

-Podríamos intentar establecer un nuevo sello, aunque seria un poco difícil ya que se necesita a una persona que…

-Yo lo hare.- dijo Kusanagi interrumpiendo las palabras de la sacerdotisa.

Chizuru intento ocultar su sonrisa, sabia que Kyo diría algo así, pero ella había tenido que hacerlo de esa manera, tenia que ser iniciativa propia de Kyo el aceptar y no una obligación que ella le impondría. Por desgracia había tenido que ocultar un par de detalles para que el nuevo sello pudiese ser creado.

Dai en ese momento le pidió el maletín a Muraki, el cual fue entregado rápidamente.

-Ryuuzaki… esto es para ti.- dijo al instante que le daba el maletín a L.- Iori-sama me entrego esto en caso de que algo malo sucediera… aunque supongo que jamás imagino una situación así…

L abrió el maletín, viendo que estaba lleno de papeles y cds, comenzó a leer las hojas con detenimiento.

-Esto es el caso de Kira resuelto.- dijo totalmente pasmado ante la cantidad de información y evidencia que contenía el maletín. Por fin las piezas faltantes del rompecabezas se encontraban ahí.- Supongo que por esta razón Iori-san me quería de su lado…

-Gomen…- dijo Matsuda bastante apenado.

-No hay necesidad de disculparse, ya que yo no soy la persona indicada para juzgar los métodos de otros… lo que yo he hecho para conseguir información y resolver mis casos ha llegado a extremos superiores.

No podía negarlo, en su tan ansiada búsqueda de la verdad, personas inocentes habían muerto y muchas personas más habían sido lastimadas, así que no podía quejarse de lo que Iori-san había hecho con él, pero a pesar de eso… el pecho le dolía.

-Necesitamos una buena estrategia para enfrentarnos a Orochi.- comento Chizuru.

-No hay mucho que podamos hacer mas que enfrentarlo, tendremos que dar el primer movimiento antes de que el ataque, ya que no creo que ignore nuestra ubicación, en estos momentos con la única ventaja con la que contamos es con Matsu, así que yo pienso que este seria el mejor momento para hacer frente a Orochi…- dijo con gran determinación Kyo, para gran sorpresa del joven detective, ya que no imaginaba que Kusanagi-san pudiese pensar tan lógicamente, era asombroso como todas esas malas impresiones que tenia del castaño solo eran una gran fachada ya que detrás de esa irresponsabilidad e infantilismo, se encontraba un joven líder por naturaleza.

-Puede que tengas razón…- murmuro pensativa la sacerdotisa ante la propuesta del castaño.

-Estoy totalmente de acuerdo con Kusanagi-san, a pesar de que no estoy del todo enterado de la situación, se que si tenemos una ventaja, habría que utilizarla.- comento de manera pausada L.

-En ese caso preparare mas sellos para el templo y habitación de Dai-kun, después de eso podremos centrarnos en como combatir a Orochi y en la creación de otro sello para Yagami.

Kyo, L y Matsuda simplemente asintieron, solo esperando el mejor de los resultados ante su decisión, aunque sus motivos fuesen completamente distintos, no importando que sus habilidades fuesen distintas unas de otras, lograrían hacerle frente al dios y saldrían victoriosos.

Chizuru solo esperaba que todo saliera bien sin tener que perder a Dai-kun en el intento.



CONTINUARA….

About Me

Mi musica

Naoko. Con tecnología de Blogger.
uhr online relojes web

Entradas populares

Seguidores

Chat

Vistas a la página totales

Suscripción

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner