12 sept 2010

El concierto había terminado en aquel bar y Blue no entendía como era que había terminado sentado en la mesa del grupo que había ofrecido tan gran espectáculo y menos aun al dado de Yagami Iori.
De cierta manera se sentía como una colegiala al estar tan cerca de tan imponente pelirrojo y por poco muere del un infarto cuando este paso uno se sus brazos por sus hombros e hizo un brusco movimiento atrayéndolo a él.


-Vaya, al parecer Yagami ya ha elegido a su victima esta noche.- dijo con claro tono de bulla uno de los integrantes de la banda al resto, con lo cual se gano una mas que notoria mirada asesina por parte del pelirrojo.


Blue estaba totalmente rojo, no solo por el comentario, sino también por el agarre del pelirrojo.


El tiempo fue pasando entre risas, comentarios con doble sentido y licor suficiente como para matar a ese grupo de una intoxicación y Blue no era la excepción debido que al consumo de tantos tragos, su pudor se había ido a la basura y ahora se encontraba literalmente encima del pelirrojo besándolo apasionadamente y lo único que pudo separarlo de aquellos sensuales labios fue la poderosa necesidad de respirar.


Un murmullo llego a los oídos de Blue, era una pregunta que su mente tardo en procesar y cundo al fin lo hizo…


-Donde tú quieras…- contesto con voz algo pastosa.


No fue necesario nada más ya que en ese momento ambos salieron del bar. Iori, abrió la puerta de un lujoso convertible negro e hizo que su intoxicado acompañante subiera a este.


Blue no noto a donde se dirigían solo sintió el ligero movimiento del automóvil, poco después como este se detenía y como unos fuertes brazos lo sostenían con delicadeza y lo sacaban del vehículo.


A Blue poco le importaba el lugar a donde había llegado, lo único que hacia era el disfrutar el reconfortante calor de aquel masculino cuerpo le brindaba, hasta que sintió como su cuerpo era dejado en una mullida pero fría cama, fue en ese momento que noto que ahora se encontraban en una habitación, probablemente de un hotel, estaba tan sumido analizando el lugar en donde se encontraba que no reacciono hasta sentir una deliciosa sensación que recorrió todo su cuerpo, provocada por una sutil caricia proporcionada por el pelirrojo.


Iori comenzó a repartir pequeños besos en el rostro y cuello , mientras que lenta y delicadamente comenzaba a retirar las vestimentas del joven albino, al tener el torso descubierto, paso suavemente una mano por el pecho de Blue, deteniéndose un poco sobre los rosados pezones logrando así que un gemido brotara de aquellos dulces labios. Un beso tras otro, cada uno más apasionado que el anterior. Entre suaves gemidos Blue suplicaba más atención del pelirrojo que solo besaba y repartía sutiles caricias, por el pálido y desnudo cuerpo del joven albino.


El ambiente comenzó a sentirse sofocante para el pelirrojo, así que con algo de desesperación comenzó a quitarse la ropa ante la mirada hambrienta de Blue que si bien los efectos del alcohol estaban pasando lentamente, ahora se encontraba ebrio de placer y deseaba todo lo que Iori pudiese ofrecerle.


Ahora completamente desnudo, Iori veía con enorme placer como el joven albino comenzaba a desear el ser poseído, así que sus besos comenzaron nuevamente y fueron bajaron lentamente hasta su torso en donde se detuvo a succionar los rosados botones, al momento que metió un par de dedos en la boca de Blue, el cual sin reparo alguno comenzó a lamer.


Cuando aquellos dedos fueron retirados de aquella húmeda boca, se aventuraron rápidamente en esa pequeña entrada que al parecer aun era virgen, comenzaron a moverse dilatando con sus movimientos aquella entrada, mientras que mas que sonoros gemidos brotaban de Blue que ya se encontraba al borde de la locura.


-Tómame…- las palabras salieron atropelladas por sus gemidos.


El pelirrojo solo sonrió ante esto y sin mas saco sus dedos, los cuales fueron remplazados por su miembro y de una sola estocada entro hasta lo mas profundo del joven albino, provocando un grito por parte de este a la par que varias lagrimas brotaban de aquellos ojos rubí, pero eso no detuvo a Iori ya que con lentas y profundas envestidas transformo el dolor en el mas puro placer.


Jadeos y gemidos llenaron la habitación, aquellas manos intentaban abarcar toda esa piel ahora perlada por el sudor. Las envestidas aumentaron su ritmo y fuerza, el final estaba cerca para ambos y una acometida mas fuerte y profunda marco en fin, al momento que una oleada de placer arremetió en ambos cuerpos dando liberación a la semilla que mancho el estomago y abdomen de ambos al igual que lleno las entrañas de joven albino.


Iori salió cuidadosamente de aquel frágil cuerpo que le había dado una gran noche y simplemente lo acuno entre sus brazos al momento que el sueño hacia presa tanto de él como de Blue.

 

Entre sabanas rojas se mueven dos cuerpos al compas de los acelerados latidos de su corazón, en medio de una habitación oscura en la cual ni el fulgor de la luna puede entrar.


“Nada dura para siempre y eso incluye el amor”


La frase ronda su mente mientras desliza una mano por aquellos rosados botones del pecho de su amante. Intenta alejar ese pensamiento, robando cientos de besos de esa dulce boca deseando embriagarse con el elixir que ellos proporcionaban.


Escuchaba su nombre entre lascivos gemidos y el correspondía con fogosas caricias; su corazón se ahogaba en un mar de amor que tenia para entregarle, aunque no comprendiera del todo como era posible que con aquel brillante futuro prefirió renunciar a todo y quedarse a su lado, cuando él lo único que podría ofrecerle era su derruido corazón.


-Haru…- broto de sus labios antes de profanar aquel delicado cuerpo.
Era increíble el pensar que un ángel como lo era el albino, aceptara con tal sumisión que él le hubiese destrozado las alas, manchando su alma y degradando su ser. Acaso el merecía ese regalo del cielo? Aquel delicado cuerpo que lo recibía gustoso y se retorcía de placer bajo su poderío y gritando promesas de eterno amor.


Justo en ese idílico momento sintiendo tocar las estrellas del firmamento, hundiendo sus dedos en la blanca piel d las caderas de Haruka, dejando visibles marcas rojas, Keith termina llenando con su esencia el interior del albino.


-Te amo…- confiesa aun con las oleadas de placer recorriendo su cuerpo.


Keith deseaba marcar cada centímetro de aquel delicioso y adictivo ser. Lo amaba, lo amaba tanto, a tal grado que mataría o daría la vida por él… por que solo en sus brazos había encontrado la paz que tanto había buscado.


FIN

 

Feather-Angel-Wings

Capitulo I

Este mundo esconde demasiados secretos para los humanos los cuales ignorantes d lo que ocurre a su alrededor, pero quien podría reclamarles cuando ellos se esconden tan bien, mimetizándose en el ajetreado mundo humano.
Aquella tarde el cielo parecía el querer caerse, las nubes de un oscuro gris cubrían toda la ciudad, dejando caer una gran tormenta sobre de ella. Las calles estaban desiertas debido al clima pero un hombre de largo cabello negro con algunos mechones rojos, cubriendo su cuerpo con una gabardina negra y portando una maleta, las recorría a pesar d la lluvia. Buscaba con sus ojos rojos como la sangre algo en las paredes de las lujosas mansiones, que se alzaban en tan pomposo vecindario, hasta que se detuvo frente a una, saco de uno de sus bolsillos una llave y lentamente abrió la verja y atravesó el jardín frontal para llegar a la puerta d la mansión donde de igual manera la abrió y simplemente entro.
Ahora se encontraba en el vestíbulo, tan solo observando a su alrededor como esperando alguna señal del cielo que le indicara moverse, dejo aun lado su maleta y espero.
-¡¡¡HAZIEL ABRE LA PUERTA!!!- aquella voz femenina provenía de la parte superior del lugar- ¡¡¡¿ACASO PIENSAS QUEDARTE ENCERRADO PARA SIEMPRE?!!!- en esa voz se escuchaba la preocupación de su dueña.
-¡¡¡¿MIREN AUN NO SALE?!!!- Esta vez era la voz de un hombre y se escuchaba mas cerca que la primera.
-¡¡NO!!! ¡Por favor Haziel habré la puerta! ¿Cuándo me perdonaras? Por favor Haziel, era solo un gato ¿Qué es la vida de un gato? Por favor perdóname... por favor habré la puerta... – se empezaron a escuchar sollozos.
Repentinamente de la habitación contigua sale un hombre alto de pálida tez, ojos de un esmeralda brillante, cabellos cortos castaños oscuros y a pesar de su horrible vestimenta, no dejaba de ser hermoso. Este hombre ignorando al recién llegado atravesó el vestíbulo y entro a lo que parecía ser la estancia.
Tal vez había transcurrido una hora y aquel hombre de ojos rubí seguía esperando y en ese momento la puerta principal se abrió. El se hizo a un lado dejando entrar  a una pequeña chica, la cual no parecía rebasar los 16 años y vestía un uniforme escolar, su largo cabello negro estaba totalmente mojado debido a que aun no dejaba de llover y a pesar de que esos ojos violáceos se posaron en el, fue como si no hubiese visto a nadie y teniendo mucho cuidado con lo que llevaba entre las manos cerro la puerta y entro a la estancia.
Los minutos siguieron su curso y aquel hombre seguía en el vestíbulo esperando.
“El ambiente es muy tranquilo” pensaba algo extrañado por la sensación.
Poco después en el vestíbulo aparecieron tres habitantes de esa mansión. El hombre de cabello castaño, la joven de mirada amatista y una exuberante rubia de ojos verdes.
-¿Y bien?- pregunto el hombre a sus acompañantes.
-Lo siento, pero con lo de Haziel se me olvido avisarte de su llegada.- explico la rubia.
-¿Y tu eres..?- esta vez la pregunta era para el hombre de mirada rubí.
-Mi nombre es Razzel y me ordenaron venir a Tokio porque necesitaban ayuda.- dijo con voz clara.
-Bien Razzel pasa a la estancia.- con una señal aquel hombre le mostró el camino.
Razzel tomo su maleta y entro a la estancia la cual era enorme, en medio de esta había un piano de cola larga negro, en la chimenea el fuego estaba encendido brindando un poco de calor al lugar, las cortinas cubrían los ventanales, todos los muebles parecían estar hechos artesanalmente, todo tenía un toque del siglo pasado.
-Toma asiento.- dijo cortésmente el hombre castaño.
Así que Razzel se sentó en un amplio sofá blanco, en frente de el en otro sofá tomaron asiento las dos mujeres.
-Mi nombre es Tora y soy el encargado de casi todo, ella...-señalando a la rubia -... es Miren.
-Gusto en conocerte Razzel.- dijo con voz sensual.
-El gusto en mío.- esto lo dijo sin siquiera pensarlo.
-Y ella es Thymae.- Tora señalo a la joven de ojos amatistas.
Al enterarse de quien era aquella joven Razzel se levanto de su lugar e hizo una reverencia.
-Será un honor trabajar a su lado princesa.
Thymae mostró una sonrisa infantil.
-No me digas princesa, no me gusta.- su tono de voz más que el de una adolescente parecía el de una niña.
En ese instante en la estancia entro un joven de cabello negro, misteriosos ojos grises y piel tan blanca como la nieve, se veía sumamente delgado, incluso sus mejillas se veían sumidas, estaba vestido con una pijama blanca y entre sus manos llevaba un pequeño gato, el cual también era del mismo color que la vestimenta de chico y lo único que resaltaban en el eran sus ojos intensamente azules.
-Haziel, veo que por fin decidiste salir de tu prisión.- Tora lo dijo con alegría.
La rubia al ver al chico se levanto y se acerco a el para abrazarlo.
-No me toques.- murmuro el chico en lo que parecía un ruego.
-Lo siento... se me olvido.- se disculpo Miren.
-Ven Haziel, te preparare algo de comer.- Y Thymae se lo llevo a la cocina.
Razzel estaba algo sorprendido de que alguien como ese chico viviese en ese lugar.
-El es Haziel.-Dijo Tora llamando la atención de Razzel –el es el encargado de la empresa, como te darás cuenta acaba de pasar por una de sus crisis.
-Ya me di cuenta.
-Te mostrare tu habitación.
Tora llevo a Razzel hasta su habitación en el piso superior, la cual era enorme, y ni que decir de la cama que tenia una gran cantidad de almohadas,  Tora le mostró el armario y el baño. Razzel observaba todo con gran detenimiento, el jamás había disfrutado de tantos lujos juntos, el lugar era magnifico.
-Y Razzel, para que tu estancia sea agradable, solo hay dos reglas que debes acatar, la primera es que nadie toca a Haziel o a Yami...
-¿Yami?
-Si, Yami es la mascota de Haziel y la segunda es que no te metas con nadie y nadie se meterá contigo, esta es la principal ley entre nosotros.
-Entiendo.
-Entonces me retiro, mañana te diré cuales serán tus obligaciones en este lugar.- Y sin mas Tora dejo solo a Razzel.
Al encontrarse solo Razzel se acostó en la cama.
“Todo parece tan perfecto, pero no debo dejarme llevar por las apariencias me engañen, por que ellos son demonios y engañar es lo mejor que saben hacer.
Aunque no entiendo que hace un ángel entre ellos.”
......
Continuara.

Me gustaría disculparme por la falta de sentido, los horrores de ortografía y muchas cosas mas de esta historia, pero fue la primera que escribí hace años (bueno la primera que tenia estructura... la primera es peor XP)

gym2nin

Desperté en lo que bien sabia era la habitación de un hospital y maldigo a todo el universo al saber que aun estoy vivo… yo no quiero vivir si tu no estas a mi lado.

Los días pasan de manera lenta y tediosa, mi recuperación física fue rápida y sin ninguna secuela así que los médicos me dan de alta, pero lo que nadie sabe que lo que había dentro de mi ahora yace en miles de pedazos, los cuales jamás volverán a unirse.

Mares de lágrimas he creado día a día, sufriendo tu ausencia, suplicando a los cielos que regreses a mi lado o que mi vida termine, pero el destino se burla cruelmente de mí negándome lo que deseo y el imparable tiempo sigue su camino.

Mis ojos se secan y una fina capa de hielo va tomando lo poco que queda de mi corazón, mientras que los días se vuelven semana, meses y años.

De aquel chico emocionalmente inestable queda muy poco ya que con los años se ha vuelto un frio, calculador y exitoso hombre de negocios, tu nombre hace ya mucho tiempo que ha quedado en el olvido, pero no así el resentimiento que nació debido a tus acciones el cual se transformo en lo que vendría siendo odio hacia ti… hacia todo el mundo ya que yo no olvido ni perdono, por lo menos tengo la esperanza de que yaces tres metros bajo tierra ya que mi venganza en tu contra seria de proporciones bíblicas.

Mis días son monótonos y repetitivos pero no me quejo, por lo menos se que esperar de ellos. Esa noche después de una reunión con algunos accionistas en mi nuevo y flamante hotel un grupo de Idiotas intentan secuestrarme y justo en el momento en que estoy apunto de defenderme, mi pasado aparece… ese pasado que pensé muerto esta frente a mis propios ojos, salvándome como la primera vez. Los sujetos quedan fuera de combate y las sirenas de las patrullas se escuchan.

Mis ojos no pueden creerlo ya que su rostro no ha cambiado en nada a pesar de estos 14 años, él se muestra como el día en que lo conocí, como si el tiempo no hubiese pasado en él, el único cambio es su largo cabello cenizo atado en una coleta a la altura de su nuca.

-Keith…- mis labios desentierran ese nombre que había estado sepultado en lo más profundo de mi interior.

Aquella fría mirada Azul se posa en mí, solo como reconocimiento de su nombre y no de mí.

-Nos conocemos?- pregunta sin mucho interés.

No puedo evitar que una sonrisa se forme en mis labios al sentir que el momento de mi venganza ha llegado, poco interesándome el por que sigues igual, el por que me abandonaste, el por que no has muerto… ahora no me interesa nada solo quiero que sufras y sientas lo mismo que en mis años de juventud yo sentí ante tu abandono.

Te amo… aquellas palabras jamás volverán a salir de mi boca, ya que odio y deseos de venganza es lo único de destila mi torturada alma.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

About Me

Mi musica

Naoko. Con tecnología de Blogger.
uhr online relojes web

Entradas populares

Seguidores

Chat

Vistas a la página totales

Suscripción

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner