30 abr 2013
Capitulo II
Reencuentro
Bajo la sombra de aquel frondoso árbol había un lienzo en
blanco sobre el caballete, pinturas, pinceles y un sin número de instrumentos a
su alrededor listos para comenzar la creación de un hermoso cuadro de aquel
jardín. Lástima que el chico que supuestamente pintaría aquella obra de arte,
se encontraba renuente a hacerlo.
Aquel niño de grandes y brillantes ojos azules, cabellos
dorados y rostro angelical miraba con cierto recelo el lienzo frente a él, ya
que a pesar de sus 10 años, comprendía perfectamente bien que jamás lograría
pintar nada que a sus padres les gustara, había estado practicando desde que
tenía memoria, era el mejor de su clase, incluso comparándose con los chicos de
grados mas altos, pero al parecer esto no era suficiente para sus padres y eso
lo tenia de muy mal humor.
-Hey enano que haces?- pregunto una voz completamente
desconocida para el y que provenía desde arriba, así que el rubio volteo a ver
bastante molesto al dueño de aquella voz.
Justo en una gruesa rama de aquel árbol se encontraba un
chico un par de años mas grande que él, su mirada era de un frió azul, la cual
resaltaba no solo por la bronceada piel, sino también por el oscuro cabello que
ostentaba el chico, por sus ropas era más que obvio que se trataba de alguien
de clase baja.
-Para tu información yo soy Alexander Chase, hijo de Mark y Alexia
Chase, dueños de todo esto.- intentaba dejar en claro su posición.
-Y para tu información a mi no me importa quién seas.- dijo
usando un tono despectivo, dejando en claro que no le asustaba en lo más mínimo
lo que dijera ese niño. Bajo de la rama con bastante agilidad, quedando delante
del pequeño niño rico, lo miro con completo desprecio.
Un escalofrió recorrió su pequeño cuerpo y su rostro
palideció al ver al chico mayor delante a él, temiendo que este lo golpeara.
-Una pequeña y presuntuosa sanguijuela como tú, no creo que
sea tan bueno pintando.- a pesar de que su tono no había cambiado y que su
actitud era increíblemente amenazadora, solo pasó a un lado del chico y se
acerco al lienzo en blanco.
Alexander miro aun con cierto temor como los dedos de chico mayor tocaron
suavemente la tela, como una sutil sonrisa se formo en los labios de este y
cuando por fin tomo el pincel y la paleta, comenzó con intensos y rápidos
trazos en el lienzo, Alexander se quedo completamente asombrado y aun con su
corta edad comprendía que la habilidad que ostentaba el mayor no solo se debía
a la práctica, sino a algo mas allá de su entendimiento.
Estaba tan absorto en esto que no noto la llegada de sus
padres junto a una mujer.
Ese día Alexander comprendió que esa habilidad y talento era
lo que su padres habían estado buscando en él y que por desgracia no poseía,
pero que ese extraño chico desbordaba talento al parecer sin ningún esfuerzo y
por curioso que fuera, no se sentía mal por este hecho, era más su asombro que
cualquier otro sentimiento, en ese momento jamás podría siquiera imaginar lo
que aquel chico influiría en su vida.
+++
Celos disfrazados de preocupación, era lo que sentía Demian
mientras seguía a cierta distancia a Keith, lo que menos deseaba era ser
descubierto por este ya que su actitud levantaría muchas sospechas y tendría
que admitir algo que él no deseaba decir o siquiera sentir, por esa razón tan
solo observaba como siempre lo había hecho, intentando no intervenir mucho en
las acciones del pintor, intentando no evitar el encuentro con aquella persona,
aunque fácilmente habría podido hacerlo ya que él era quien le había dicho a
Keith en donde encontrarlo, pero lo había hecho por su mala costumbre de dar
todo lo que el pintor deseaba, por eso no podía hacer nada más que observar y
estar en los momentos que Keith más lo necesitaba.
Mientras tanto de un lujoso edificio salía un joven rubio
con un pequeño pedazo de papel en la mano en el cual había una dirección y
nombre de un bar. El investigador privado de nombre Eliot Kenet y que él había contratado
era increíblemente eficiente, así que sentía que debía de darle un pequeño bono
extra por su excelente trabajo.
La noche era fría, pero no importaba ya que la cara chaqueta
de marca lo resguardaba del clima y la agitación de su corazón tenía su sangre
hirviendo ya que el tan esperado encuentro tal vez sería hoy. El joven estaba
tan distraído en sus pensamientos y emociones que no se percato del transeúnte
frente a él si lo hubiese hecho simplemente no habría chocado con él y debido a
la velocidad e imprudencia por parte del rubio, termino cayendo al piso, al
momento que un insulto broto de sus labios, lo suficientemente alto como para
que el otro lo escuchara, aunque la culpa la había tenido él desde un
principio.
-Si no fueras un enano enclenque ya te hubiese dado la
paliza de tu vida.- el rubio escucho
aquellas palabras de la persona con la que había chocado y estaba a punto de
replicar, pero sus ojos por fin observaron a quien estaba a punto de insultar
nuevamente y que aun se encontraba de pie, en un principio lo desconcertó la
pálida piel, pero el oscuro cabello y la helada mirada azul le dio los puntos
claves para recordar.
-Keith?- dijo aun con
una pequeña duda.
-Si
Ante la corta y directa respuesta, el rubio se levanto del
piso lo más rápido que pudo y corrió con los brazos abiertos hacia el otro,
dándole un fuerte abrazo el cual fue completamente correspondido.
Demian que observaba a lo lejos sintió como una puñalada en
el pecho y solo se llevo por inercia su mano derecha hacia el lugar en donde dolía.
Era la primera vez que sus ojos veían que Keith correspondiera una muestra de
afecto.
-Te extrañe tanto…- murmuraba el rubio deseando que el abrazo
nunca terminara y sino fuera ya un adulto, rompería en llanto como cuando era
niño.
Keith no era muy dado a dar muestras de afecto, pero el
rubio era lo último que quedaba de lo que podría llamar familia, si bien la
sangre no los unía, la convivencia, experiencias pasadas con él, terminaron por
unirlos.
-Y que te trae por estos lugares Alex? – si bien sabia la
respuesta, de cierta manera quería escucharlo por parte del otro, así que suavemente
se alejo de él, pero sin quitarle ni un momento la mirada.
-Acaso no es obvio? Te he estado buscando para intentar
convencerte de venir conmigo a Milán, ahí viven mis padres y esperan volver a
verte.- su tono de voz era suave y persuasiva, si bien Keith no se veía tan mal
como habría de esperarse… por lo menos no físicamente, sus vestimentas eran
viejas y para su gusto horribles, ya que había miles de prendas mejores que le
sentarían miles de veces mejor a su amigo.
-Entonces me has encontrado en vano, porque yo no pienso moverme
de esta ciudad.
-Si esa es tu respuesta, entonces tendré que quedarme más de lo planeado.- desde un
principio intuía la negativa de Keith, por esa razón no se sorprendió ni un
poco al escucharla.
-Aun sigues siendo demasiado terco.
-Tú que eres mayor que yo y no predicas con el ejemplo, así
que no esperes otra cosa de mí.
Una sonora carcajada broto de Keith ya que Alex no había
cambiado mucho desde la última vez que se vieron y eso lo hacía sentir inexplicablemente
bien.
-Qué tal si vamos por una copa, para celebrar.- sugirió,
aunque sería la primera vez que bebería solo por celebrar.
-Me invitaras un trago?-
si bien sabia gracias al investigador privado que a Keith le gustaba
beber, no sabía si sería bueno ir a un bar, ya que su tolerancia al alcohol era
prácticamente nula.
-No, de hecho lo decía para que tú pagues.- respondió con
una sonrisa burlona.- O tal vez prefieres ir a una fuente de sodas, porque aun
eres un niño pequeño…
Las últimas palabras hicieron enojar al rubio el cual no
oculto ni lo más mínimo su molestia.
-NO SOY UN NIÑO Y TE LO MOSTRARE!!!
La sonrisa de Keith se amplio, sumamente divertido ya que
como todo hermano mayor le encantaba hacer enojar a Alex.
Demian se debatía si debía seguir a esos dos o mejor regresar
a casa, se encontraba demasiado confundido y con demasiados sentimientos
encontrados.
-Aun continúas intentando ocultar lo que sientes? Por lo visto este tiempo solo te ha servido
para darte cuenta de su insulsa humanidad.
Al escuchar aquella voz justo de tras de él, Demian volteo rápidamente
buscando al dueño de esta.
-Sei…
Justo ahí se encontraba el demonio, observándolo como siempre,
como si fuera un pequeño y miserable adefesio.
-Me doy cuenta que has cuidado bien de Keith en mi ausencia,
pero dentro de poco tus servicios ya no serán necesarios.
Aquello dejo petrificado a Demian, ya que eso solo
significaba que Sei le quitaría a Keith.
CONTINUARA……
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