12 abr 2010
Capitulo XVI


Kyo no podía creer lo que su padre le decía por teléfono.

-Debes estar bromeando.- dijo el castaño, esperando que en verdad fuese una mala y cruel broma de su padre.

-Lo siento pero Yuki esta muerta.

Primero lo de Matsu y ahora esto… a pesar de que hace un par de años que había roto su noviazgo y compromiso con Yuki, eso no significaba que no la apreciara, ya que ella cuido de él y estuvo a su lado durante cada estancia en el hospital, después de cada pelea mortal en contra de Yagami… ella nunca le recrimino nada, muy al contrario simplemente estaba ahí para cuando él la necesitase… pero ahora ella…

+++

Yagami Raito se sentía como un niño que por primera vez descubre el fuego, si bien el fuego purpura que brotaba de sus manos era algo doloroso, lo soportaba al ver lo que este podía hacer.

Ahora estaba seguro que tenia el poder necesario para poder combatir en contra de Kusanagi Kyo, ahora le demostraría a Iori lo fuerte que podía llegar a ser.

Pero ante el desenfrenado optimismo de Raito, se encontraba el temor de Ryuk ya que el shinigami se estaba inmiscuyendo en cosas que tarde o temprano se saldrían de control, por que el poder que en estos momentos le parecía a Raito lo más grandioso del mundo, comenzaba a consumir su vida y la poca cordura que aun tenia.

En definitiva Ryuk deseaba el poder regresar a su mundo.

+++

Nuevamente Yagami Iori se encontraba en el templo de los Yata, solo que esta vez era para saber lo que estaba ocurriendo.

-Kushinada Yuki ha muerto.- dijo con gran calma Chizuru.

-Como?- fue lo único que pregunto el pelirrojo.

-Yo aun no lo se… y mi espejo esta siendo interferido por el aura de Orochi.

-Comprendo, pero por que aun no ha salido de su encierro?

-Yo he hecho algunos sellos para evitarlo, además de que no tiene un cuerpo anfitrión.

-Es cierto, aquel chiquillo murió en el 97 y no creo que halla algún seguidor de Orochi que pueda soportar su poder.

-En eso tienes razón, así que por el momento estaremos seguros, hasta que encuentre una manera de sellarlo definitivamente.- aunque la sacerdotisa rara vez mentía, por lo regular siempre ocultaba cosas o situaciones y esta vez no era una excepción.

-Entonces mantenme comunicado.- fue lo ultimo que dijo Iori antes de marcharse ya que aun tenia demasiadas cosas que hacer, entre ellas estaba el acabar con la empresa de Yotsuba, gracias al trabajo de Kuroudo ahora tenia las herramientas necesarias y también tenia una reunión con su tío, ya que al parecer Tsuki por fin tenia una fecha para el duelo.

+++

Las ansias de poder de los Yagami siempre seria su perdición y en esos momentos para él era su mayor ventaja por que gracias a ese ambicioso joven el cual no se había negado a cumplir sus ordenes, estaba casi libre y no solo eso ya que su cuerpo le servía como anfitrión a pesar de que este no soportaría ni el mas mínimo despliegue de su poder pero poco importaba ya que pronto lo dejaría.

Ahora solo tenia que cumplir con su parte del pacto, tendría que eliminar al enemigo de este joven, cosa que seria muy fácil y de ahí conseguir el único cuerpo que podría soportar la totalidad de su poder.

Iría tras Yagami Iori.

+++

Matsuda se había enterado de lo sucedido con Yuki y en verdad hubiese deseado acompañar a Kyo el funeral de la chica, pero Muraki-sensei apenas lo había dado de alta y además Ryuuzaki le había ordenado el descansar un poco más.

Era curioso, era la primera vez que alguien que no fuese Iori-sama o Kyo se preocupaba por él y de hecho se sentía extraño y hasta cierto punto feliz.

El sonido del teléfono celular rompió por completo la línea de sus pensamientos, así que rápidamente contesto.

-Moshi-Moshi

-Matsuda-san…- la pausada voz del L se escucho y justo en ese momento el corazón del joven policía comenzó a latir con mas fuerza. – sino fuera mucha molestia… podríamos Yagami-kun y yo pasar a…

-Claro, no hay problema alguno.- interrumpió Touta.

-Bien entonces vamos en camino.

Cuando L colgó el teléfono celular se mantuvo lo mas impasible posible ante la castaña mirada de Raito ya que no quería levantar sospechas… aunque sabia que el hecho de pedirle al castaño que lo acompañara al departamento de Matsuda-san ya levantaba demasiadas preguntas, lo que menos necesitaba era el complicar mas la situación teniendo reacciones como las de una colegiala…

+++

Raito había acompañado a L hasta el departamento de Matsuda.

Por que?

Por que se suponía que eran amigos y los amigos se apoyaban en ese tipo de cosas, aunque sinceramente no entendía el repentino interes de L por el inútil de Matsuda, si bien Raito no tenia nada en contra de detective, su gran mente no podía encontrar una lógica en las acciones de L, de hecho desde que su némesis había conocido a Iori, toda lógica en sus acciones había desaparecido, incluso se había olvidado por completo del caso de Kira… aunque pensándolo mejor eso era bueno, tenia suficientes problemas con Iori como para también tener a L tras él.

Yagami miraba sumamente aburrido la charla entre Ryuuzaki y Matsuda, solo esperando ansiosamente el poder irse, pero justo en ese momento comenzó a sentir un ligero dolor en el pecho, el cual se fue incrementando lentamente.

-Me alegro que…- la frase de L murió en sus labios al ver como un hilillo carmesí brotaba d la comisura de los labios de Matsuda.- Matsuda-san que sucede?

El joven policía intentaba mantener se en calma, aunque lo que estaba sintiendo era la presencia de Orochi, pero había algo raro en esta ocasión ya que el ataque demasiado suave y no era el único que sentía eso ya que Yagami Iori, Kusanagi Kyo y Kagura Chizuru, sentían igualmente la presencia del dios.

Un rugido resonó en aquel departamento, proveniente de Yagami Raito, tanto Ryuuzaki como Matsuda voltearon a ver al joven castaño, el cual ya mostraba una mueca en su rostro, entre el dolor y la locura. La reacción de L fue demasiado lenta ante el primer ataque por parte del castaño y si no hubiera sido por Matsuda que ya había golpeado a Raito, el pelinegro se encontraría a merced de aquella bestia con instintos asesinos.

Touta había alejado a Ryuuzaki del alcance de Raito, manteniéndolo tras él, mientras que de entre sus ropas sacaba un Kunai hecho de la mas resistente cerámica, especialmente para que ninguna maquina detectora de metales pudiese dar con ella.

Para L esta escena fue una repetición de lo sucedido en aquel templo cuando un furioso Kusanagi-san, tenía las firmes intenciones de golpearlo y tal vez matarlo en el proceso. Acaso Matsuda-san era…

-Matsuda-san tu…

Matsuda escucho las palabras de L, pero antes de siquiera terminar de hablar, un nuevo ataque por parte de Raito llego. Todos esos años de entrenamiento con Iori-sama dieron frutos y esto era una muestra de ello, ya que a pesar del malestar en el pecho, a pesar de que tal vez ahora L había descubierto su secreto, incluso a pesar de que se estaba enfrentando a un Yagami en pleno riot, Matsuda… no, en esos momentos no era Matsuda Touta el policía, en esos momentos era Dai, el shinobi de Iori-sama y protegería a L así tuviera que sacrificar su vida por ello.

La mente de Ryuuzaki a pesar de ser presa del pánico, había comenzado a armar un complicado rompecabezas, donde Matsuda era una pieza fundamental.

+++

Shinomori Aoshi aun no podía creer lo que el viejo Okina le había dicho, pero ordenes eran ordenes, por esa razón estaba ahí, estaba a punto de tocar a la puerta del departamento de Dai cuando un grito y el inconfundible sonido de una batalla resonaron, así que sin pensarlo dos veces abrió la puerta de un golpe, topándose con una caótica escena, Dai enfrentando a un Raito totalmente fuera de control, mientras intentaba defender a toda costa al joven detective, el cual parecía estar sumido en sus pensamientos.

Aoshi no lo pensó dos veces así que se interpuso entre el poseso joven castaño y Dai.

-Shinomori-san…- dijo en total sorpresa Dai.

-Vete, toma lo que te dio Yagami-sama, saca de aquí al gaijin y ve al templo Yata.- ordeno mientras detenía los ataques.

-Pero… Shinomori-san…

-ES UNA ORDEN, ASÍ QUE OBEDECE!!!- grito.

-A la orden Shinomori-san.- él no cumplía órdenes de nadie que no fuese Iori-sama pero esta era una excepción. Así que tomo el maletín que su señor le había encargado resguardar y jalando de un brazo a Ryuuzaki, salieron del departamento y poco después del edificio, donde Matsuda detuvo un taxi y ambos lo abordaron.

No fue hasta el momento de escuchar el motor del vehículo que lo hizo regresar a la realidad.

-Matsuda-san, tu en realidad eres…- el joven detective no termino la frase pero era obvia la situación.

-Sumimasen….- murmuro bastante apenado Touta dejando en claro que sus sospechas eran correctas.

L se sentía traicionado, dolido, total y completamente engañado y entre todo eso se preguntaba si todas las atenciones de Matsuda-san para con él, habían sido falsas? Acaso habían sido una orden de Iori-san? Acaso todo lo sucedido había sido una mentira?

+++

Raito despertó sintiendo el dolor de todo su cuerpo que había sido llevado hasta los extremos, no recordaba nada de lo sucedido, solo que estaba con Matsuda-san y Ryuuzaki… después de eso el dolor en el pecho y… despertar en el piso, en medio de la estancia de ese departamento, ciertamente con contusiones de todo tipo.

Que es lo que había pasado?

CONTINUARA……..
7 abr 2010

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CAPITULO I

En un cielo rojizo una enorme esfera de un blanco cromado surgió de un anillo que se alzaba sobre las ruinas de la ciudad. 5 personas cubiertas por gruesas capuchas grises observaban la extraña esfera, la cual lentamente se disipaba dejando al descubierto su contenido, 3 naves de forma triangular las cuales comenzaron a bombardear la tierra desolada.

-04 y 05 la de la izquierda, 02 y 03 la de la derecha, yo me encargare de la ultima.- uno de los encapuchados dio las ordenes

-Si capitán!- exclamaron al unísono los demás.

Así que rápidamente se elevaron por los aires, era su deber el eliminar a los intrusos de su mundo y sellar la entrada, para eso existían los ten no ryu.

Una descarga eléctrica junto con un potente ataque con agua hicieron estallas una de las naves la segunda esa atacada con ráfagas de viento cortante y a puño limpio y la tercera era incinerada fácilmente, mas en ese instante aparecieron otras dos esferas una contenía alrededor de 50 naves pequeñas y la otra una gigantesca nave con la forma de un barco de guerra.

Shimatta! apenas habían terminado con las anteriores y ya habían mas y se veía que otra esfera estaba a punto de cruzar el portal pero antes de siquiera lograrlo esta fue cortada a la mitad de un solo tajo haciéndola explotar con tolo lo que había en su interior

-Llegas tarde triple zero, que demonios estabas haciendo?- reclamo uno de ellos al recién llegado que lucia una capucha negra.

-Solo siguiendo órdenes de los superiores.- respondió fríamente.

-03 guarda silencio y ataca, no podemos darnos el lujo de…- dejo su frase inconclusa debido a los incesantes ataques de las pequeñas naves aunado a que algunas de ellas parecían querer capturarlos y a la de mayor ni un rasguño le habían hecho.

-Capitán, 04 esta herida!

-AAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!! NII-SAN!!!- ya habían capturado a uno.

El llamado triple zero al ver que habían capturado a su compañero, se lanzo al ataque.

-05 llévate a 04.- ordeno el capitán.

-Si.

04 y 05 descendieron rápidamente a tierra siendo cubiertas por 03.

Un grito hizo que el capitán buscara con la vista a sus subordinados. 02 se encontraba bien pero triple zero tenia una lanza que fácilmente doblaba su altura, la cual lo atravesaba por el estomago, al ver esto 01 fue en auxilio de los suyos la momento que se quitaba dos brazaletes, uno en cada mano que restringían la mayor parte de su poder. Con una gran llamarada de fuego escarlata se deshizo de la mayoría de las pequeñas naves y haciendo grandes estragos en el enorme barco.

Ya estando cerca de triple zero rápidamente le quito los brazaletes y la gargantilla que portaba al igual que la lanza, esperando que el estuviese bien mas al parecer ya era demasiado tarde.

-Necesitas un medico… 02!!- se veía completamente desesperado con triple zero entre sus brazos y gritando a 02 pero este se encontraba en shock.

-Capitán, no creo que haya solución para esto.- le mostro que la herida seguía sangrando profusamente – solo queda una cosa por hacer… 01 gracias por haber sido mi amigo…- así que se quito la capucha y le dedico una gran sonrisa para después abalanzarse contra el enorme barco haciéndolo estallar después de haber sido partido en dos.

01 dejaba de lado a 02 ya que toda su atención estaba centrada en triple zero el cual ahora se encontraba frente a la puerta interdimencional, así que haciendo uso de un increíble despliegue de poder hizo que una gigantesca sombra cubriera por completo en anillo el cual comenzó a colapsarse por la presión que la oscuridad ejercía en el.

-ZERO!!!!! DETENTE, PORFAVOR!!!!! TU CUERPO NO LO SOPORTARA!!!!!- gritaba 01 en un intento de que su amigo recapacitara, pero como respuesta solo recibió una sonrisa y un ultimo agradecimiento al momento que esa oscuridad que destruía la entrada absorbía también a triple zero.

El mundo desapareció para 01 y repentinamente se encontró en medio de un inmenso mar levitando a escasos centímetros del agua salada. El cielo dejaba ver una hermosa luna llena y miraba con un par de ojos ya sin brillo de los cuales no dejaban de brotar las lagrimas, una pequeña embarcación a unos cuantos metros de él y solo por un segundo lo volvió a ver.

Regreso a su mundo, aun con el cielo rojizo y ruinas por todos lados… un lugar inhabitable.


+++


Se levanto muy temprano, el sol aun no salía. Tenía tantas cosas que hacer en el templo antes de que sus clases comenzaran.

El había llegado al templo ya que sus padre lo habían abandonado alas puertas de este cuando todavía era un bebé, pero el no se sentía triste y en los 10 años de vida que tenia no era nada frecuente que se sintiese solo, a pesar de que era el único niño en aquel lugar o por lo menos el único niño humano.

El pequeño salió de su habitación y con suma precaución fue a la cocina y de ahí tomo un par de frutas y panes para después emprender la retirada lo más rápido posible antes de que alguien lo descubriera. Llego al jardín trasero del templo y con gran habilidad subió al muro el cual separaba al templo del mundo exterior y simplemente se quedo ahí sentado.

De entre los arbustos salió un chico de cabello negro con unas vistosas orejas de zorro al igual que 9 esponjosas colas. El recién llegado miro al pequeño que se encontraba en lo alto del muro, a lo que este solo sonrió mostrándole las frutas y los panes.

-YO!- saludo el pequeño aprendiz de monje mientras que de un salto bajaba del muro y comenzaba a mirar en los alrededores.

-No hay peligro alguno, mi hermano se quedo en casa.

-Gomen, es que no quiero volver a causarte problemas con tus padres.

-Ellos no pueden obligarme a que rompa nuestra amistad y además todo fue culpa de el bakeneko ese por querer hacerte daño.- el chico-zorro se veía molesto.

El pequeño monje al ver el enojo de su amigo intento calmarlo ofreciéndole un pan.

-Arigato… - murmuro algo apenado por su reacción.

Ambos se sentaron bajo un árbol aun estando cerca del muro ya que aquel incidente les había enseñado que el pequeño monje no podía alejarse demasiado del templo sin que un youkai intentase matar o devorarlo.

Lentamente el amanecer llegaba y entonces en ese instante vieron aparecer en el cielo un enorme anillo del cual broto una enorme esfera de un blanco cromado, ante esto el pequeño comenzó a sentir una dolorosa punzada en el pecho.

Dentro del templo se escuchaban las voces de sus habitantes que buscaban frenéticamente al pequeño.

El chico-zorro tuvo que tomar una gran decisión, huir y dejar a su suerte a su amigo o ayudarlo a llegar con los suyos y terminar sellado o en el peor de los casos eliminado por ellos.

Bien estaba en la entrada principal junto a su amigo pero los sellos que tenían tanto las puertas de entrada como los muros del templo le impedían tocarlos sin salir herido.

-No te preocupes por mí, déjame aquí y ve a un lugar seguro.- pidió con algo de esfuerzo el pequeño monje.

-No, no lo hare hasta que tu estés seguro.

Las puertas de madera se abrieron dejando ver a un hombre con una sotana negra y una cruz colgando de su cuello, aquel hombre comenzó a retirar los sellos de la entrada.

-Que esperan? Adentro los están esperando.- dijo con un marcado acento extranjero.

-Padre…- murmuro el pequeño monje.

A pesar del miedo que lo invadió el chico-zorro entro sosteniendo a su amigo.

Ahora ambos chicos se encontraban en una enorme habitación la cual los monjes consideraban sagrada, el pequeño monje ya se sentía mejor pero ahora era su amigo el que estaba sintiendo los estragos de estar en aquel lugar.

-Elegido, el momento ha llegado, desde tu llegada al templo sabíamos lo que el destino te deparaba, aunque ninguno de nosotros esperaba que fuese tan pronto aun así tenemos plena confianza en tus habilidades.- comento el mas anciano de los monjes.

Ante tales palabras el pequeño monje sabia a la perfección lo que sucedía, era tiempo para cumplir con su destino y el lo aceptaba sin replica alguna, pero para su amigo estas palabras solo originaron una frase en su mente “el va a morir” que se repetía una y otra vez.

El sacerdote se acerco al pequeño monje y le dio un crucifijo de plata.

-Que nuestro señor te proteja, se que lo que te espera será difícil pero confía en tus habilidades y en tus compañeros.- entonces le dio una katana.- sabes como usarla y se que no la usaras a menos que sea necesario.

-Hai.

-Kyuubi, te has arriesgado para salvar la integridad del elegido y por esa razón de ahora en adelante tu serás su guardián, la vida de el esta en tus manos, crees poder con tal responsabilidad?.- el anciano saco de sus pensamientos al chico-zorro.

-Eh…- tardo un par de segundos para poder procesar las palabras del viejo monje.- Hai.- respondió sin duda alguna.

-Elegido, tu misión será el encontrar la fuente de este mal y detenerla, no hay necesidad de que te preocupes por nosotros tenemos el poder necesario para mantener seguro muestro mundo. Ahora tienen que marcarse, se que su travesía será difícil, pero lo harán bien.

Así que todos los monjes comenzaron un extraño cantico hasta que un pequeño anillo, idéntico al que había aparecido en el cielo, apareció justo en medio de la habitación.

Un joven monje se acerco al elegido entregándole un pequeño cofre.

-Úsalo cuando la ocasión lo amerite.- murmuro.

-Hai, sensei…- fue lo último que dijo antes de cruzar junto a su amigo el anillo.

Ante la mirada asombrada de ambos chicos apareció un inmenso mar azul, en ese instante comenzó su travesía.


+++


Un día normal para el Merry go y para la mayoría de sus tripulantes. Nami trabajaba en uno de sus mapas, Robin leía un libro, Chopper realizaba algunas medicinas, Usopp seguía trabajando en su último invento, Sanji preparaba la comida, Luffy lo molestaba y Zoro realizaba su entrenamiento, pero se veía algo distraído.

En la mente del espadachín no dejaba de repetirse aquella escena. Durante su guardia nocturna el vio un extraño fulgor aparecer en el mar muy cerca del barco, entonces se percato que era una persona encapuchada que incluso la mitad de su rostro estaba cubierta con una tela, lo único visible eran sus ojos negros de los cuales brotaban abundantes lagrimas. Cuando las miradas de ambos se cruzaron por un instante, aquel ser desapareció.

No se lo había dicho a nadie por que tal vez su mente le había hecho una mala pasada, pero…

-La comida esta lista!- Grito Sanji llamando a todos a comer.

Zoro salió de sus pensamientos y dejando de lado el entrenamiento de dirigió hacia la cocina, pero en ese instante el espadachín sintió una ligera punzada en el pecho.



CONTINUARA….

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