26 feb 2013
Capitulo I

Nuevos comienzos 


Alexander Chase era un joven con vastos conocimientos sobre el arte preparándose para poder ocupar el lugar de sus padres algún día dentro de la galería o por lo menos esa era su plan de vida por el momento, justo ese día había recibido una llamada de su madre desde Milán, la había escuchado algo alterada y lo que mas lo había desconcertado era que prácticamente le había exigido el que dejara todo en Roma y se uniera a ellos ya que en verdad lo necesitaban en esos momentos, por esa razón había llegado lo más pronto posible a la galería de sus padres.

-Que es lo que sucede?- Pregunto a sus progenitores con gran preocupación, a lo que estos solo le mostraron un cuadro en el cual posaba una joven pelirroja completamente desnuda en una clara imitación de la obra “La maja”.

–Ese cuadro es…- no podía estar equivocado, no solo los trazos, sino también por la firma. –Hicieron los pertinentes exámenes a la firma? - pregunto muy interesado en los resultados.

-Si, la firma fue realizada con sangre.- respondió su padre al momento que entregaba un par de hojas con los correspondientes estudios.

Alexander leyó cada uno de los puntos del informe.

-Entonces qué opinas hijo? – pregunto la madre esperando el dictamen de su hijo.

-En primera estancia parece que es original, pero tendría que examinarla a detalle para estar completamente seguro. – respondió, aunque dentro de él su intuición le decía que la obra era original “Keith no ha dejado de pintar y por lo visto a mejorado bastante.” Pensó al momento que una sutil sonrisa apareció en sus labios.


+++


En una pequeña casa en los suburbios de la gran ciudad, dentro de la cual había una habitación hecha para que ningún ruido entrara o saliera de ella, lo cual era perfecto para las actividades que se realizaban, dentro de aquella oscura habitación se encontraban dos hombres jugando sus sádicos y enfermos juegos, solo que el paso del tiempo había terminado por invertir los papeles.

En la cama, con las manos atadas a la cabecera de esta, completamente desnudo y a merced de los mas sádicos y lascivos deseos de Keith, se encontraba Demian, aun con todo su conocimiento, el mercenario no entendía cómo era posible que se doblegara tan fácilmente ante los deseos de Keith, no era el hecho que él hubiese dejado de ser un adolescente, no era la fuerza o la habilidad conseguida a base de entrenamiento, no era nada de eso lo que lo mantenía atado a la cama sucumbiendo al más intenso placer que jamás haya experimentado.

-Keith…- broto de sus labios poco antes de que su mente quedara completamente en blanco presa de un intenso orgasmo al momento que sentía la esencia del pintor llenarlo por completo.

El cuerpo de Keith quedo sobre él solo un par de minutos mientras se recobraba de su propio clímax, cuando así lo hizo, se levanto y sin el menor indicio de querer liberar de su incómoda posición a Demian, Keith camino hacia el baño con el que contaba el dormitorio, ya que necesitaba una ducha.

A Demian no le sorprendió ni un poco la actitud de Keith ya que con tanto entrenamiento le fue extremadamente fácil el liberarse de sus ataduras.

“Si tan solo mi cerebro funcionara mejor en esos momentos” pensó reprendiéndose así mismo.

-Creo que me estoy haciendo viejo.- murmuro ya estando sus manos libres y ahora sentándose en la cama sintiendo un ligero dolor en su parte baja, mientras escuchaba el sonido del agua cayendo acompañados de una tos proveniente de Keith.

Tomo gran parte de su fuerza de voluntad para quedarse ahí en la cama y no ir a ver lo que le ocurría a Keith. Sabía que este había estado tosiendo sangre, incluso lo había visto y por más que intentara el no preocuparse, le era imposible, la razón más grande de esta preocupación era que hacia más de dos años que Sei había desaparecido y por un momento se pregunto si el contrato que había hecho la madre de Keith, había llegado a su fin. Estuvo tentado en hacer una prueba, para ver si esto era verdad, estuvo a punto de acabar con la vida del pintor… una vez más… pero la incertidumbre hizo presa de él ya que si el contrato con aquel demonio había terminado lo más seguro era que esta vez Keith en verdad moriría, por esa razón su egoísmo humano le había impedido el hacerle algún daño al joven pintor, pero esta vez se trataba de una enfermedad, probablemente mortal y ante esta sospecha Keith se encontraba de muy buen humor, por lo cual él decidió no hacer nada, si ya no tenía la voluntad de matar a Keith con sus propias manos, no le impediría a la enfermedad hacerlo.

Aproximadamente unos quince minutos después, Keith salió del baño, como siempre desnudo y usando la toalla solamente para secar su cabello, aunque no lo hacía con mucho esmero, ante lo cual Demian solo sonrió suavemente.

El mayor recorrió con esa intensa mirada esmeralda el cuerpo del pintor, recordando el cómo lucia hace ya tres años cuando aquella severa depresión lo ataco ante su ultimo fallido intento por acabar con su vida, era increíble el pensar que aquel saco de huesos en el que llego a convertirse Keith, renacería de entre aquella endeble forma y conseguiría salir adelante.

Pero aunque todo pareciera un relato de superación personal, nada de aquello hubiese sucedido si él en su desesperación por hacer que Keith reaccionara y volviera ser el bastardo que había conocido, termino por romperle en cuello con sus propias manos, aquella fue la última vez que vio a Sei y descubrió lo que aquel demonio hacia con Keith, no solo le regresaba la vida, solo borraba el rastro de las heridas, sino que también se llevaba tal vez como un pago, algún recuerdo de Keith, esto último no lo noto en ese instante, sino mucho después cuando el joven pintor no recordaba alguna de sus vivencias durante ese año con el vampiro.

Después de descubrir esto, sinceramente no le prestó más atención de la necesaria y ante la recuperación de Keith, decidió consumir su tiempo en base a entrenamiento, así no tendría ni un momento de siquiera pensar y así fue, gracias a eso ahora Keith lucia un cuerpo torneado, dejando atrás aquel chiquillo escuálido al que conoció.

-Deja de mirarme así o te arranco los ojos.- gruño el joven pintor hacia el mayor.

-Como siempre, me encanta tu dulzura después del sexo.- en la voz de Demian podía escucharse la burla y la diversión que le causaba el molestar al pintor.

Keith estaba a punto de hacer callar a ese idiota y de paso borrarle su molesta sonrisa del rostro, pero vio como este sacaba algo de la mesita de noche, al parecer una fotografía, la cual suavemente lanzo a la cama. La foto mostraba a un joven rubio de ojos azules, luciendo una chaqueta de color café.

-Lo conoces? Ese tipo ha estado preguntando por ti.

-No te metas con el Demian.

-Y porque no?- la advertencia llamo mucho su atención.

-Porque él es mi hermano.- respondió al momento que tomaba la foto de la cama. –Donde esta?

Sentía curiosidad ante la respuesta de Keith, pero de igual manera sentía celos y odiaba eso porque lo hacían sentirse un ser humano promedio.

-Me deberás una más.

-Solo agrégala a la lista.

Tal vez esta sería una larga noche… por lo menos eso es lo que Demian presentía.



CONTINUARA….


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