26 oct 2011

 

xxxxx1

 

ROL DE NAOKO Y LADY LAWLIET

 

A Gerard en verdad le gustaba ese tipo de noches, claro, no solo era la temporada, sino también por la compañía que tenía.
Shirogane era un ángel caído del cielo mismo, al cual encontró exactamente hace un año, perdido, hambriento y con claros signos d hipotermia.
Ambos entraron en un bar de la zona, a la insistente petición d Shirogane.
-Aun tienes hambre?- pregunto suavemente Gerard.
-Si...- murmuro muy bajo mientras que en ligero rubor aparecía en su pálido rostro.
No importaba el tiempo que había pasado junto al pelinegro, aun no podía evitar el derretirse cada ver que escuchaba su voz.
en ese mismo bar en el que entraron se hallaba el afamado cantante Ryuichi Sakuma, bastante entretenido en la plática con un joven que acababa de conocer, aunque la verdad le resultaron sus ojos bastante familiares
su nombre: Sebastián, el dijo ser un mayordomo, pero el cantante creyó que era un chico talentoso y fuera de lo común
de pronto, Sebastián giro su rostro y vio entrar dos personas al bar
los dos tenían un aspecto llamativo, uno de ellos compartía su mismo exótico color de ojos, de inmediato supo que no eran simples humanos, por lo que los observo detenidamente, a la vez que hablaba con Ryuichi, y este
también noto su presencia
- Sebastián-san, mira ese hombre, se parece un poco a ti
Gerard y Shirogane ocuparon una mesa algo oculta y mientras el peliblanco leía una y otra vez la carta, Gerard solo lo observaba.
En verdad le gustaba mucho Shirogane, su largo cabello blanco como la nieve misma que en esos momentos comenzaba a caer nuevamente en la ciudad, aquella pálida y tersa piel, sus brillantes ojos azules como el cielo y aquellos dulces labios.
Aun no estaba del todo seguro que lo que sentía era amor, no quería volver a cometer el mismo error que por poco acaba con él hace un par de siglos.
Repentinamente su mirada se pierde en aquellos zafiros.
Shirogane estaba a punto d desmayarse, aquella mirada era demasiado para él.
-Eto...
-Quiero esto.- dijo al momento que señalaba la carta, con el rostro totalmente encendido.
Ryuichi había bebido mucha soda y repentinamente sintió la necesidad de ir al baño, aviso a Sebastián que no tardaba y que lo esperara y se dirigió hacia este
paso por donde Gerard y Shirogane estaban sentados y como era la primera vez que visitaba ese bar no sabía dónde estaban los baños y le pregunto
a Gerard
- disculpa, sabes donde están los baños?- tímidamente mordiéndole una orejita a su conejo
Gerard volteo a ver al joven que le hacia la pregunta.
-No lo sé, en verdad siento el no poder ayudarte.- contesto amablemente al castaño.
- Ohh, entiendo- y se marcho un poco triste, hasta que Sebastián al notar su problema se levanto del asiento y le dijo donde estaban los baños
entro e hizo lo que tenía que hacer, entonces sintió
un fugaz dolor de cabeza
acompañado de una imagen
donde se veía a si mismo caer a los brazos de un apuesto hombre de largos cabellos negros
Shirogane comía como si su vida dependiese d ello y era un milagro que no se ahogara en el intento. Todos miraban con asombro como aquel hombre de delicada apariencia, perdiera todo su encanto al comer d manera tan desesperada.
mientras tanto una pequeña sonrisa adornaba el rostro d Gerardo, a él poco le importaba los casi nulos modales que tenia Shirogane al comer, a él solo le importaba que el peliblanco comiera bien.
- Sebastián observaba la imagen a lo lejos, no sabía porque, pero algo en esa pareja le desagradaba,
mientras tanto Ryuichi salió del baño y llego nuevamente con el mayordomo para despedirse e irse casa
Sebastián lo dejo ir, no insistió en acompañarlo ya que quería averiguar más acerca de Shirogane, estaba seguro que antes lo había visto
Por fin había terminado y fue hasta ese momento que noto la gran sonrisa en los labios del pelinegro, pero antes siquiera de que palabra alguna brotara de él, Gerardo comenzó a limpiar su rostro con delicadeza.
-Satisfecho?
Shirogane solo asintió, a lo que Gerard pidió la cuenta y pago, era hora de regresar a casa
o por lo menos el de dejar a Shirogane antes de salir d cacería.
Sebastián sigiloso siguió a la pareja, trataba de ver mejor a Shirogane, y se dio cuenta de que en verdad lo conocía
espero a que Gerardo se alejara y entro en acción
- buenas noches - hizo una reverencia, y sonrió con un poco de malicia al albino
-Eh...Buenas noches...- respondió por educación, aunque d alguna manera aquel sujeto lo incomodara.
- no has cambiado nada Shirogane-san, ja,ja,ja, aunque me costó un poco de trabajo recordar tu nombre, es que ya hace mucho tiempo de nuestro encuentro
pero al parecer tu no me recuerdas del todo - comentó Sebastián fijando su intensa mirada en los ojos zafiro
Era un hecho que el no recordaba nada de su pasado, todos los recuerdos que tenia eran solo d Gerardo, todos y cada uno d ellos, pero este nombre debía d saber algo de su pasado...
-Lo siento, pero yo no recuerdo...
Sus palabras y apenas se escucharon, en verdad no le agradaba en lo mas mínimo la presencia d aquel hombre.
En otra parte de la ciudad el cantante caminaba tranquilamente, esa noche fría se sentía extraño, como si su pasado quisiera regresar, imágenes se acumulaban en su mente haciéndolo desubicarse, pero todas ellas borrosas
tanto se distrajo que no noto que un grupo de hombres lo seguían, pues lo habían reconocido y querían secuestrarlo para así sacar provecho de su fama
Gerard buscaba una buena victima ya que en realidad no le gustaba en lo más mínimo el lastimar a personas inocentes y fue en ese momento que noto como un grupo d sujetos demasiado sospechosos seguían al joven castaño que había visto en el bar.
El vampiro sabía a la perfección los planes d esos maleantes así que se dirigió a su encuentro con ellos.
-Buenas noches.
Dijo diplomáticamente y antes d que los sujetos pudiesen reclamar Gerardo ataco certera y velozmente.
Ryuichi se sorprendió mucho de la acción de Gerard, se dio cuenta de que acababa de salvar su vida, no se imagino que hubiera hecho si el pelinegro no hubiera estado ahí en esos momentos
pero lo que vio lo impacto, pues el hombre del bar, era un vampiro, y no estaba muy seguro de que a él no le fuera a hacer nada
retrocedió unos pasos y con algo d temor pregunto
- Quien eres?
-Te encuentras bien?- pregunto Gerard dejando d lado la pregunta del joven ya que entre menos supiera d él era mejor.
- si...estoy bien- miro aquel ojo descubierto, era hermoso, más brillante que el rubí, más hermoso que el cielo, entonces sintió que las fuerzas abandonaban su cuerpo y se tambaleo , estaba por desmayarse
Gerard tomo en brazos al inconsciente joven y al no saber qué hacer con él, decidió llevarlo con él, estaba seguro que si el castaño se encontraba mal, Shirogane podría ayudarlo.
- el que vigila que el balance de luz y oscuridad sea adecuado - ese eres tú, decía Sebastián en un tono un poco burlón
- además puedes sentir la maldad en el corazón de las personas, pero, creo que yo no te transmito nada de eso- continuo   provocando a el guardián
Shirogane no entendía nada de lo que aquel sujeto decía, pero eso no impedía que un intenso malestar hiciera presa de él.
Tenía miedo demasiado miedo para soportarlo y gruesas lágrimas comenzaron a surcar su rostro.
-Gerard...Gerard... Gerard...- decía una y otra vez como si d un mantra c tratase
- Ohh! No!, por favor no llore, créame Shirogane-san , mi ultima intención seria hacer llorar a alguien tan hermoso como usted, pero...me temo que tendrá que acompañarme- y sin más tomo a Shirogane
del cuello y roció algo cerca de su nariz dejándolo inconsciente
para llevarlo a donde tenía planeado
Gerard llego a su hogar, dejo al inconsciente joven en uno d los sofá d la estancia, comenzó a buscar a Shirogane y al no   encontrarlo comenzó a preocuparse de manera alarmante ya que Shirogane no salió d la casa a menos que él no acompañara.
pensó un poco la situación en la que se encontraba
Así que decidió el salir a buscar a Shirogane ya que el chico se encontraría seguro en su hogar.
Así que volvió a tomar su abrigo para salir.
todo el tiempo que estuvo inconsciente tuvo un sueño, o mas una revelación, estaba el dentro de un ferrocarril trabajando como un esclavo para su jefe
quien le daba un trato infrahumano, estaba a punto de caer por el cansancio y el frio cundo un apuesto hombre lo sostuvo y se lo llevo siendo muy amable y dulce con el
y miles de recuerdos más invadieron su cabeza hasta que despertó y ahí estaba, a punto de salir por la puerta
- Gerard Wirbewind- dijo en voz alta despertando de su inconsciencia
Al escuchar su nombre volteo rápidamente a ver al castaño.
No entendía como era que sabía su nombre y a pesar que deseaba saberlo, Shirogane era más importante en esos momentos.
-Lo siento hablaremos después, puede quedarte aquí mientras yo regreso.- dijo antes de salir presuroso por la puerta.
- !no!, Gerard- se levanto de la cama y a traspiés llego hasta el vampiro tomándolo de la manga del abrigo
- ferrocarril, hace frio ...mucho frio- decía palabras
aparentemente sin sentido, pues su cerebro estaba sufriendo un choque de información
lo único que sabía era que debía permanecer cerca de Gerard
Ante aquellas palabras Gerard tuvo una avalancha de sentimientos.
Amor,  deseo de proteger, el dolor d la traición, el odio que lleno su existencia.
-Evan.- siseo
Tenia que alegarse del castaño o en un arranque lo mataría d un solo golpe, así que se separo de él y rápidamente desapareció entre las sombras de la calle.
- Ge...Gerard...go...gomen- dijo para caer inconsciente de nuevo derramando una lagrima de dolor
mientras tanto Sebastián tenia preso a Shirogane en la mansión donde su amo le había ordenado llevarlo, pues este tenía planes
oscuros y Shirogane se interponía entre ellos, debían eliminarlo pero no sería nada fácil
Sebastián sujeto a el delicado albino de manera que no pudiera moverse al despertar
Ojos en un azul roto miraban al vacio, su mente había colapsado solo el nombre de Gerardo continuaba en su mente.
El vampiro podía sentir el dolor de Shirogane en lo más profundo de su corazón y eso solo significaba que estaba muy cerca de donde él se encontraba.
miro con escrutinio aquella enorme mansión
No quería tener que matar a nadie, pero si le habían hecho daño a Shirogane, no podía asegurar la integridad d los habitantes.
- Sabía que vendrías- hablo una voz a espaldas de Gerardo, dicha voz le resulto conocida
- Onii-chan- termino de decir Sebastián mostrando su oscura sonrisa
- ¿hace cuantos siglos?
por cierto, tu cabello ha crecido- agrego acercándose a Gerard
-No demasiados Sebastián, acaso ya no recuerdas lo que hiciste con Evan, por poco y acaban conmigo aquella vez.- dijo muy serio.- Donde está Shirogane?
-¿Shirogane? ¿Qué haces buscando a Shirogane? ¿Son amigos ahora?
me temo que no puedo darte información de él, hablas con la persona equivocada, lo siento mucho - puso una mano en su pecho e hiso una reverencia y cerró los ojos en forma de una disculpa
-Tú no entenderías lo que hay entre Shirogane y yo
y si no ayudas te pido de la manera más atenta que no me estorbes.
dijo al momento que comenzaba a caminar hacia la mansión
- Pero que descortés...ese no es el Gerardo que yo conozco, tantos años sin verme ¿y no vas a saludarme como se debe?
además a Ciel-kun no le gustara mucho que entres e invadas su mansión in si quiera presentarte o pedir permiso
- soltó venenoso sabiendo que no debía permitir en ningún momento que Gerard llegara con Shirogane
Gerard no entendía el porqué su pequeño hermano se dedicaba solo a causarle daño, el por qué no podía el dejarlo en paz.
Acaso había sido tan mal hermano cuando ellos eran niños como para que Sebastián lo odiase de tal manera.
No deseaba iniciar como siempre una pelea sin sentido.
-Eres un mayordomo no? entonces llévame con tu señor.- ordeno Gerardo como el aristócrata que era
- Si onii-chan, soy un demonio como mayordomo - contesto su pregunta - y no quiero ser malo contigo, pero mi señor en estos momentos debe estar profundamente dormido, y yo como su sirviente no tengo derecho a despertarlo
así que no podre ser de ayuda esta vez, a menos que quieras regresar mañana a una hora más prudente
así sirve de que convivimos mas, te extrañe , aunque no lo creas - se acerco a Gerard por la espalda dándole un medio abrazo
A Gerard no le quedo más alternativa que liberar por completo sus poderes.
El cuerpo del vampiro comenzó a perder forma solo volviéndose una sombra la cual se separo en cientos de partes.
-Yo lo siento...- pensó y solo esperaba que nadie inocente saliera herido
Sebastián cayó al suelo quedando con los ojos cerrados, parecía estar dormido, su expresión lucia tan tierna, como la de un pequeño niño indefenso
y entonces una persona muy pequeña apareció frente a los ojos de Gerard
- Que pasa aquí - pregunto serio un niño de cabellos oscuros que llevaba un parche en su ojo derecho
Gerard al ver al chico, volvió a tomar su forma y se presento
-Mi nombre es Gerard Wirbewind y tengo la gran seguridad que dentro de su mención se encuentra una persona muy importante para mí, lo único que deseo es el tener a Shirogane d regreso, ya que no quiero armar una revuelta por algo que se puede resolver de manera sencilla.
- Hmh- bufo Ciel con actitud arrogante
- yo soy el conde Ciel Phantomhive, es un placer, y yo tampoco quiero hacer una revuelta por esto pero lo que me pide es   imposible ya que esa persona está representando un obstáculo para mi
así que le ruego se retire y me deje dormir, mañana tengo un día muy pesado
Gerard no quería causar daño alguno, pero al parecer todo estaba en su contra.
-Por favor le suplico que libere a Shirogane.- suplico al momento que se ponía d rodillas frente al arrogante chico.- Por favor, no deseo lastimar a nadie, se lo suplico.
- ¿Hasta cuándo vas a estar ahí tirado? deja de jugar ¿o que estás haciendo?- le pregunto a su mayordomo que como por arte de magia se levanto sin un solo rasguño
- Como usted ordene mi señor, solo quería ver hasta donde era capaz de llegar mi querido onii-chan, pero enseguida me   encargo
entonces Sebastián saco sus cubiertos con los cuales peleaba y se decidió a atacar a Gerardo, aun deseando poder evitar la situación
pero una orden era una orden y gracias al contrato debía obedecer
Gerardo se mantuvo en silencio, soportando todos y cada uno de los ataques de su hermano menor, el solo esperaba la respuesta del chico.
Pero Ciel había desaparecido ordenándole a sus demás sirvientes que se llevaran a Shirogane a otro lugar, lo más alejado posible de la mansión
Sebastián solo estaba siguiendo el plan ya elaborado antes, y distraía a Gerard dándole batalla, en el fondo muy en el fondo Sebastián no quería dañarlo
después de todo era su nii-chan
pero trataba de no recordar esos tiempos, no quería ser vulnerable ante él
Una lagrima roja surco el rostro de Gerardo, esa lagrima era por las personas que perderían la vida aquella noche, por seres inocentes que solo por el capricho d un chico perderían lo más preciado que tiene un ser humano. la tierra comenzó a temblar al momento que el cuerpo d Gerardo perdió nuevamente forma alguna y esta vez solo se mostraba como una enorme mancha negra
que literalmente comenzó a devorar a aquel lugar.
El frio, la soledad, el dolor era lo único que su desquebrajada alma sentía en aquellos momentos
- !Sebastián!, !Sebastián!, detenlo!, has que pare- grito Ciel
- tranquilo Ciel, aunque la tierra se hunda el no puede matarme, ni a ti tampoco porque te protegeré- afirmo el mayordomo pidiéndole a Ciel cerrar los ojos
pues el también se transformaría en algo horrible
que contrarrestaría los poderes de Gerardo
entrando en un interminable choque de poderes
Ciel perdió la paciencia y decidió por primera vez en su vida sucumbir ate alguien, antes de que más personas salieran   dañadas
- Sebastián, detente, dale lo que quiere
La oscuridad era demasiado grande y el ya no podía contrarrestarla, si todo continuaba así su conciencia se perdería dentro d la oscuridad.
-Ayuda...- pidió en un último esfuerzo por detener todo
- Onii-chan, detente, se que puedes hacerlo- dijo Sebastián en tono severo, más que nada por que Ciel le dio esa orden
- Basta!!, o Shirogane también morirá y esta batalla carecería de sentido, ni el podría con tanta oscuridad
La aplastante oscuridad llego hasta donde se encontraba Shirogane, aquellos rotos zafiros miraron la oscuridad sin temor alguno.
-Gerard...- dijo con una sutil sonrisa al momento que su cuerpo desaparecía dentro d la oscuridad.
el temblor ceso abruptamente
y en un jardín semi-destruido se encontraba Shirogane y entre sus brazos yacía Gerard inconsciente.
- Todo esto es tu culpa- dijo sin piedad Ciel, mientras Sebastián sin signos de desgaste observaba a su onii-chan inconsciente
- si no interfirieras en mis planes nada de esto hubiera pasado, pero tenias que ser tan molesto, ahora sal de aquí, vámonos Sebastián - ordeno el peliazul retirándose a su habitación
A la noche siguiente Shirogane se encontraba en casa cuidando de Gerard y de un joven castaño que curiosamente había encontrado en la entrada de su hogar, inconsciente.
El joven se veía muy lindo durmiendo a rienda suelta y con un conejo de peluche rosa entre sus brazos, por lo menos la fiebre había bajado y ahora se encontraba mejor.
Aunque no podía decir lo mismo de Gerard, el cual no daba signos de despertar.
-Gomen... todo ha sido culpa mía.- dijo al momento que nuevamente las lagrimas comenzaban a brotar de sus ojos
Por su culpa Gerard estaba así...
- Mhmhj - Ryuichi se estaba despertando ya, olvido su último encuentro con Gerard por lo cual se altero al verse en una habitación desconocida
- Waaa, ¿en dónde estoy?, fui secuestrado
- grito agitando a kumaguro con sus manitas y con rubor en las mejillas debido a su reciente temperatura
Shirogane volteo a ver a su huésped que se encontraba en total pánico.
intento calmarlo pero lo único que recibió por parte del castaño fue un golpe con el rosado peluche
y a pesar que el golpe en si no había sido nada fuerte, tanta presión a la que había sido expuesto y esta era la gota que derramo el vaso y sin mas comenzó a llorar de  una forma por demás infantil.
- Mm?- reacciono Ryuichi al ver a ese chico llorar, dedujo que no podía tratarse de un secuestrador, así que comenzó a   sentirse un tanto culpable por ser tan agresivo
- gomenasai...kedo
etto, es que fui atacado y no sé donde estoy, pero venga no llores
te daré un dulce - y del bolsillo se saco una paleta entregándola al albino acompañada
de unas palmaditas en la espalda
-Gracias.- murmuro mientas metía el dulce a su boca, intentando detener sus sollosos.
En ese instante una suave risa provino detrás de ellos.
Haciendo que Shirogane volteara a ver a Gerard, que ahora se encontraba sentado en aquella cama con una gran sonrisa.
-Gerard!!!- dijo al momento en que se abalanzo hacia el vampiro.
En ese momento Ryuichi se volteo para ver con quien hablaba el albino y se topo con esa tez pálida y ese ojo carmín, algo volvió a reaccionar dentro de él haciendo que sus pupilas se dilataran y sus labios se entreabrieran del impacto
pero no se atrevió a hacer ni decir nada, solo le dedico una triste mirada y así con todo y sus mejillas rojas de fiebre se levanto de la cama
- Creo que es hora de retirarme...gracias por todo- una lagrima cayo de sus bellos ojos azules, la cual Shirogane no noto, pero Gerard si
-A donde crees que vas? aun no t encuentras bien.
-Shirogane, prepara algo para que coma, por favor.
-HAI...lo conoces?
-Se podría decir que somos amigos.
respondió con una sutil sonrisa
El pasado, pasado era y no se podía cambiar, así que de nada servía seguir manteniendo rencores ya algo viejos, ese joven no era Evan, por lo menos no de esa manera, solo esperaba que esta vez en verdad no lo traicionara ya que lo aceptaría como un amigo mas.
- Gerard...¿porque no me recuerdas?- dijo en un susurro Ryuichi escondiéndose detrás de su felpudo amigo abrazándolo como si con eso se consolara a si mismo
el aun sentía todo ese amor, y no sabía hasta cuando iba a poder soportar esa situación, sobre todo porque él estaba destinado a la muerte

About Me

Mi musica

Naoko. Con tecnología de Blogger.
uhr online relojes web

Entradas populares

Seguidores

Chat

Vistas a la página totales

Suscripción

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner