23 jul 2010

CAPITULO V

 

Luffy caminaba de un lado hacia otro en la cubierta, no había dejado de reprocharse ni un solo instante el hecho de que se hubiesen llevado a su primer compañero y él no había podido evitarlo, aunado a esto estaba la preocupación de que Zoro estaba enfermo de algo que ni Chopper sabia de lo que se trataba. Tenían que encontrarlo lo antes posible.

 

El resto de la tripulación compartía los mismos sentimientos que su capitán, aun les parecía insólito como aquellos extraños les arrebataron al peliverde con tal facilidad.

 

La mañana transcurrió lentamente para los tripulantes del Merry go, sumidos en su tristeza, desesperación e impotencia al no poder salvar a su nakama.

 

En el horizonte se veía como una pequeña embarcación se acercaba a gran velocidad a la carabela.

 

Ace llego al Merry go siendo recibido con una falsa alegría por parte de su pequeño hermano, mas a pesar de eso como todo buen hermano mayor él noto que algo no andaba bien con Luffy.

 

-Que sucede Luffy?- cuestiono con delicadeza.

 

El chico de goma intento ocultar lo que sentía, no quería mostrarse tan débil en frente de su hermano, mas fallo irremediablemente y termino desmoronándose frente a él.

 

-Se lo llevaron…- decía entre sollozos. –Se llevaron a Zoro y… y… yo no pude hacer nada para evitarlo.- ríos de lagrimas surcaban su rostro.

 

Ace abrazo a su pequeño hermano en un intento de consolarlo ya que ahora se encontraba llorando a raudales y no era el único ya que el resto de los ahí presentes se encontraban en la misma condición que su capitán.

 

-No te preocupes, te ayudare a recuperarlo.- murmuro al oído de Luffy.

 

+++

 

Aquella noche para el pequeño monje fue imposible el dormir, aquella mañana había sido demasiado para él ya que nunca había visto morir a nadie… ahora se encontraba sumamente preocupado por la seguridad de Mihawk-san, no quería que algo malo le sucediese a él, por su culpa, de igual manera se sentía con Ace-kun. Si bien sabía que ambos eran sumamente fuertes, no sabía lo que el destino les podría deparar.

 

Por primera vez en su corta existencia el pequeño tuvo miedo, miedo a que alguno de sus acompañantes muriese, miedo a quedarse solo, incluso miedo a matar.

 

Mihawk observaba con cierta preocupación al Zoro-chan el cual miraba al cielo nocturno con tal tristeza mesclada con terror. Así que se acerco al pequeño peliverde.

 

-Te sientes bien?-Pregunto de la manera más afable que pudo.

 

-Mihawk-san, arigato por su ayuda, pero tan pronto como lleguemos a tierra será momento de tomar distintos caminos y…

 

-Estas preocupado por mi seguridad ne?

 

-Hai.- admitió algo apesadumbrado.

 

-No tienes razón, además he tomado la decisión de escoltarte por estos mares y ni tu ni nadie me hará cambiar de opinión.- en realidad quería develar la verdad que había detrás del niño, su peludo amigo y los seres que los habían atacado aquella mañana, había tantos misterios por ser descubiertos y él tenia tanto tiempo libre que…

 

El pequeño comenzó a sollozar al momento que se lanzo a los brazos del espadachín, acción la cual desconcertó al mayor.

 

-Arigato Mihawk-san.

 

Tenia que desahogarse, no podía seguir adelante sintiéndose así, tenia que ser fuerte por los suyos, por los habitantes del templo, por su mundo, por Ace-kun y ahora por el espadachín que lo ayudaría en este mundo.

 

El pequeño zorro observaba la escena en silencio mientras que su interior estallaron los celos, pero estos eran pequeños a comparación de la preocupación que sentía por su amigo, así que simplemente calló.

 

+++

 

El cuartel general había recibido el informe de 05 y ahora el comandante 013 encargado le la división de los ten no ryu, escuchaba con detalle lo que la rubia decía en aquella ultima transmisión.

 

^^El capitán al ver el estado de triple zero ha decidido posponer por un par de días el traslado de este…^^

 

“No se en que demonios estas pensando 01, pero ya no te dejare cometer mas locuras, suficiente has hecho al dejarnos sin la posibilidad de crear mas ten no ryu y no te permitiré el dejarnos sin la fuerza de combate de triple zero. Suficiente le has quitado a la crima.” Pensó 013.

 

-011!- llamo la atención de ambas gemelas.- quiero que me contacten con 05.

 

-A la orden señor.

 

+++

 

05 recibió ordenes explicitas del comandante, pero…

 

Entro a la casa de campaña en donde se encontraba 01 y triple zero, el primero cuidando del segundo, el cual dormía.

 

-Capitán…

 

-Que?

 

-Tiene que irse capitán…- se veía muy preocupada y dentro de sus ropajes saco una pequeña esfera metálica.- esto será suficiente para que 011 no los encuentre.

 

-Has recibido ordenes de 013 no?

 

-Si, ordeno el dejarlo inconsciente y regresar a la crima, para el reacondicionamiento de triple zero y de usted, ya que alega que el viaje interdimensional debió de afectarlo neurológicamente… 02 y 03 aun no lo saben, pero tendré que decírselos y…

 

01 tomo la esfera y la guardo.

 

El peliverde que aun se encontraba durmiendo en la improvisada cama, despertó al sentir como era levantado en brazos.

 

-Nani?!

 

-Nos vamos, 013 te quiere a ti y lavarme el cerebro nuevamente.- dijo con calma .- gracias 05.- y mostrando una pequeña sonrisa desapareció junto a Zoro.

 

-Capitán.- murmuro con tristeza.

 

Ahora tenia que comunicar las ordenes del comandante a sus compañeros.

 

01 corría entre la espesa selva de aquella isla cuando estaba exactamente al otro extremo de ella, bajo a Zoro y se quito su capucha con la cual cubrió al peliverde. La esfera que le había dado 05 se abrió en forma de flor cuando él presiono un punto y fácilmente la instalo en uno de sus brazos.

 

Zoro lo miraba con un mar de preguntas en la mente. Observo el gran parecido con el nii-san de su capitán, solo que 01 se veía unos años mas grande y lucia una larga trenza que casi rozaba la arena de la playa, vestía totalmente de negro pero lo que sobresalía de su atuendo era su cinturón el cual tenía pequeños compartimientos.

 

-Bien, el camuflaje esta listo y aun me quedan 4 inhibidores, si los cálculos no me fallan serán suficientes para casi un mes. Ahora tenemos que irnos, no permitiré que 013 te toque, no permitiré que nadie te vuelva a alejar de mí, primero muerto antes de que eso suceda.

 

El espadachín frunció el ceño pero antes de poder decir palabra alguna, 01 lo volvió a tomar en brazos y lentamente, para asombro de Zoro, comenzó a elevarse por los cielos.

 

 

CONTINUARA………….

CAPITULO IV

 

La balsa surcaba los mares sin problema alguno, en medio de la noche.

 

El pequeño monje dormía plácidamente al lado de su amigo zorro, mientras Mihawk recordaba el duelo que había tenido con él. Si bien aun le faltaba fuerza, su destreza y agilidad lo compensaban, el chico tenía un gran talento que podía ser explotado a límites insospechados.

 

Zoro… había dicho que ese era su nombre. El conocía a otro espadachín con el mismo nombre, Roronoa Zoro y curiosamente aquel niño era idéntico al joven.

 

Definitivamente había algo raro aquí.

 

+++

 

En una playa se alzaba un pequeño campamento con 4 tiendas de campaña, alrededor de una fogata se encontraba 05, 02 y 03.

 

-05 como esta triple zero?

 

-Estable, el capitán tenia razón su inhibidor sirvió a la perfección y ahora tripe zero se encuentra durmiendo.- contesto al momento que se quitaba la capucha y la tela que cubría la mitad de su rostro, dejando ver un hermoso cabello dorado ondulado que enmarcaba su fino rostro y hacia resaltar su mirada azul.

 

-Crees que yo pueda…

 

-02 te advierto que el capitán me ordeno que no te acercaras a triple zero, no quiere que vuelva a suceder algún incidente.

 

-Comprendo.

 

02 era un joven de alrededor de los 20 años su negro cabello le llegaba hasta los hombros y bajo su ojo izquierdo había una notoria cicatriz.

 

-Oi, no creen que fue raro?- dijo un rubio de mirada impar ya que un ojo era azul y el otro verde y tenia unas curiosas cejas en forma de espiral.

 

-Nani 03?

 

-Fue raro verme a mi mismo y a mi amada 04.- suspiro mientras evocaba la imagen de Nami.

 

-Debo de admitir que mi otro yo no se veía muy listo que digamos.- comento 02.

 

-Era fuerte si, pero en estrategia deja mucho que desear, lanzaba sus ataques esperando que alguno surtiera efecto, pero…

 

Mientras ellos seguían hablando sobre el rescate llevado acabo ese día. 01 se encontraba dentro de una de las casas de campaña cuidando del peliverde.

 

Lo miraba dormir tranquilamente.

 

-Zero… me preocupe mucho por ti, pensé que tu habías…- el recuerdo de aquella escena llego a su mente. -pero me equivoque.- acariciaba suavemente el rostro del espadachín. –Perdóname… yo debí de recibir aquel ataque… yo debí de protegerte…yo… - las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos. –Perdóname Zero, te prometo que nunca nadie te volverá a hacerte daño, no importa si he de sacrificar mi vida por ti, yo te protegeré.- descubrió su rostro para poder depositar un casto beso en los labios del peliverde. –Te amo tanto, lo suficiente como para matar o morir por ti.

 

+++

 

El amanecer llegaba lentamente, las nubes lucían diversos tintes de rosas mientras que el sol salía lentamente.

 

Este amanecer seria hermoso a no ser por que estaban siendo atacados por 7 mujeres con entallados trajes rojos y tras sus espaldas tenían enormes alas emplumadas de un aterrador negro.

 

Los ataques venían uno tras otro y al parecer su meta era el de capturar al pequeño monje y a su peludo amigo.

 

Era muy difícil el atacarlas ya que con su habilidad para volar y su gran agilidad en el aire evadían fácilmente cualquier embate y a pesar de la notoria desventaja Mihawk ya había derribado a dos malditas arpías.

 

El pequeño peliverde no parecía estar dispuesto a pelear ya que solo se mantenía tras su amigo, pero el zorrito no pensaba lo mismo y ante la mirada asombrada se las atacantes y del espadachín, tomo forma humana y con una furiosa llamarada rostizo a una de esas molestas mujeres.

 

El Kyuubi no dejaría que nadie tocase a Zoro-chan, primero tendrían que matarlo para llegar a él.

 

Al ver que ya habían caído 3 de sus compañeras, las restantes emprendieron la retirada.

 

-Daijoubu Zoro-chan?- pregunto el chico-zorro al momento que revisaba cuidadosamente a su amigo, viendo solamente un pequeño rasguño en la mejilla de este, así que solo paso su lengua por la herida.

 

-Estoy bien, eso no es nada.- hizo a un lado al kyuubi.

 

El monje al ver los inertes cuerpos de aquellas mujeres flotando en el mar, hizo lo único que podía hacer en esos momentos, rezo por ellas, rezo como en el templo lo habían instruido y también como el padre le había enseñado.

 

El espadachín miro en silencio percatándose que el chico tenía unos sentimientos muy nobles, incluso con el enemigo y tal vez estos, algún día lo pondrían en peligro.

 

+++

 

Parecía flotar en la nada mientras que a sus oídos le llegaba un suave murmullo.

 

Una petición… una suplica… pero de que? De quien? No entendía lo que aquella voz le pedía, si tan solo fuese un poco mas fuerte, tal vez él…

 

Zoro abrió lentamente los ojos encontrándose en un lugar extraño para él y si eso no fuera poco, se encontraba entre los brazos de un sujeto encapuchado, intento liberarse del extraño, pero su cuerpo aun no estaba en condiciones de hacer nada.

 

-Tranquilo, todo esta bien.- dijo el desconocido. –Descansa y recupera fuerzas.

 

El espadachín estaba a punto de protestar, pero en ese instante una hermosa rubia entro.

 

-Capitán ya he contactado con la crima y esperan ansiosos nuestro regreso. Están listos para recibir a triple zero y comenzar con el reacondicionamiento tan pronto como lleguemos.

 

-Esperaremos un par de días mientras él recupera fuerzas, el camino hacia la crima puede ser riesgoso en su estado.

 

-Entiendo, se lo comunicare a 011.- sin mas salió del lugar.

 

-Reacondicionamiento… esos idiotas del consejo creen que permitiré que siquiera te toquen, si ellos se atreven a ponerte un dedo encima, te aseguro que no tendrán que preocuparse por Edén, ya que yo mismo termino destruyendo la crima.- se escuchaba sumamente molesto.

 

-Quien eres?- pregunto lo mas tranquilo que pudo, en esos momentos no le convenía meterse en problemas ya que ni siquiera podía moverse.

 

El extraño hizo a un lado la capucha y descubrió su rostro. Su cabello azabache estaba trenzado y por la posición en que se encontraba no se veía que tan largo era, su tez era tan blanca y sus ojos eran del mismo color que su cabello, lo único que de cierta manera desentonaba eran unas pecas que adornaban su rostro.

 

Zoro quedo petrificado y de sus labios broto un nombre que para 01 era desconocido.

 

-Ace…

 

 

CONTINUARA…

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