19 may 2011

Capitulo II

Sergei

Se maldecía una y otra vez a si mismo, había desperdiciado la mejor oportunidad que había tenido para terminar con su vida y todo gracias a su odio hacia las preguntas sobre sus razones.

Pero que le interesaba al mundo su razón de querer morir? por que no simplemente su vida era fulminada como el de millones de personas que morían diariamente? Por que siempre la tendencia a encontrar una explicación de su único deseo?

Mucho dirían que si tenia tantas ganas de morir, por que no simplemente se suicidaba? Esa era una muy buena pregunta y es mas ya lo había intentado tantas veces desde los 14, que ya había perdido la cuenta, pero siempre fracasaba terminando así en un hospital del cual tenia que escapar apenas se recuperaba un poco. Gracias a todas esas experiencias, había llegado a la conclusión de que alguien más tenía que acabar con su vida, tal vez otra persona tendría mejor suerte que él o por lo menos eso era lo que deseaba creer.

Keith se detuvo frente a un edificio de tres pisos, abandonado, semi-derruido y a simple vista parecía estar a punto de caer, pero aquel lugar era su hogar. Entro siendo recibido por la oscuridad del lugar y sin cuidado alguno comenzó a subir las escaleras, o lo poco que quedaba de ellas, de esta manera llego al tercer piso donde Demian había acondicionado el único departamento decente de aquella ruina, por lo menos tenia luz y agua caliente y para Keith eso era mas que suficiente.

Abrió la puerta de su hogar y aunque no prendió la luz, se podía ver sus pinturas por todos lados con la poca luz que se colaba por una oxidada y empañada ventana. Entro hasta llegar su habitación donde se dejo caer un su pequeña y vieja cama.

Para Keith los lujos eran innecesarios… claro, los lujos e incluso los objetos esenciales para una buena calidad de vida eran banales para él y no le interesaban en lo mas mínimo, lo único que deseaba era dejar de vivir en el infierno de su propia existencia; incluso el pensamiento de que no había nada después de la muerte, le era mas atractivo que la vida misma.

Estaba cansado… tan cansado, así que antes de caer en un sueño profundo, maldijo una vez mas su existencia.

+++

Desde que dio comienzo la noche, el comenzó su búsqueda de tan interesante humano, aunque para su desgracia tenía que buscar en los barrios bajos, aunque le parecía algo increíble el encontrar a alguien tan interesante en tan nefasto lugar y estaba dispuesto el descubrir la razón.

Encontró a su presa saliendo de un bar en compañía de otro sujeto de largos y negros cabellos recogidos en una coleta a la altura de su nuca, su mirada era de un brillante verde, un par de años mayor que su presa e igualmente más alto casi llegando al 1.90, vestía de manera simple y nada llamativa, unos jeans negros y una chaqueta café oscuro.

-Puedes hacer el trabajo?- pregunto aquel sujeto mostrando una felina sonrisa.

-Cuando te ha importado si quiero o no hacerlo?- pregunto desafiante el pintor.

-Nunca.- contesto con sinceridad.

-Cuando te he fallado?

-Nunca

-Entonces para qué demonios preguntas.- siseo con molestia lo último.

-Tal vez algún día cambies de opinión.

-Cuando el infierno se congele.

-Bien, entonces mañana a primera hora te llevare el material.

-Ya lárgate.- dijo molesto el joven pintor.

Para cualquier otro espectador aquella charla carecía de sentido alguno, pero para él era increíblemente clara gracias a la mente de aquel sujeto d largos cabellos, el cual ahora sabía que era un mercenario, la mente de ese hombre era casi un libro abierto, muy a diferencia con la de su presa, que solo se encontraba repasando una y otra vez los trazos de una pintura.

Cuando el joven pintor al fin se encontró solo aprovecho el momento para interceptarlo.

-Excelente noche, no te parece?- comento de manera distraída justo a un lado del pintor.

Keith miro con aquellas dagas azules a quien osaba molestarlo, al ver aquella piel casi como el marfil, aquella mirada de un extraño dorado verdoso, los cabellos castaños cortos perfectamente peinados, aunado a la fina vestimenta, sabía que su noche estaba destinada a ir de mal en peor.

-Largo.- gruño. –hoy no tengo tiempo para perderlo con alguien como tu.- dijo al momento que aceleraba su paso.

A cada rechazo del joven pintor, su curiosidad por conocerlo más a fondo, aumentaba.

-Entonces prefieres gastar tu tiempo con un asesino que solo se aprovecha de tu talento?

-Y? Acaso me vez quejándome? Además lo que haga o deje de hacer, no es de tu incumbencia.

Si no fuera por la creciente curiosidad que sentía por aquel humano simplemente ya no hubiese asesinado por su atrevimiento.

-Entonces si no te importa el darle un poco de tu tiempo a ese hombre, supongo que tampoco te importara el darme un poco a mí.

Keith no tenia defensa ante aquellas palabras.

-Haz lo que quieras.- casi lo escupió, intentando ignorar al vampiro.

El joven pintor odiaba que invadieran su espacio personal y al parecer aquel ser estaba más que empeñado en estorbarle, pero para su acompañante, el caminar a su lado, solo era una manera d examinarlo detenidamente, pero como desde el primer instante en que lo conoció, la mente del pintor solo divagaba en la creación de una pintura.

-Eres un artista no?- pregunto cortésmente el castaño, intentando entablar una conversación.

-No.- contesto de manera cortante.

-Entonces porque razón te dedicas a la pintura?

Keith sabía que entre mas evasivo fuese, las preguntas jamás pararían.

-Supongo que no hay nada mejor que hacer.- comento deseando poner fin a la charla.

El joven pintor se detuvo abruptamente al notar que ya había llegado a su hogar, así que entro con parsimonioso paso, ignorando completamente a su acompañante, el cual en silencio lo siguió. Keith abrió la puerta de su hogar , encontrando las luces encendidas y justamente en el piso de la entrada había una botella del más fino coñac y al lado un paquete con tres hamburguesas junto con una nota.

“Come y bebe que mañana tienes trabajo por hacer”

Rompió la nota después de leerla, tomo la botella y la comida, para terminar sentándose en el viejo sofá, para literalmente devorar todo, hacia ya tres días que no comía y esto solo sería un tentempié

Debía de admitir que se odiaba a sí mismo, por no poder morir ni siquiera por inanición, pero cuando tenía delante de él comida, más precisamente carne, su cuerpo se movía por sí solo y comenzaba a comer aunque su mente estuviese en total desacuerdo.

Mientras tanto el vampiro ya había entrado al hogar del joven pintor y lo que vio ahí lo dejo con sentimientos tan opuestos uno del otro, por un lado se maravillaba por la belleza de las pinturas que las despostilladas paredes ostentaban y por el otro lado sentía horror al ver la pocilga en donde se encontraba tan delicado arte, cuando debería de estar en una galería de arte o adornando ostentosas mansiones , sus ojos dorados se posaron en el artista detrás de tan sublime trabajo, el cual debería de ser un reconocido artista a nivel mundial, pero en cambio solo era un vago con tendencias suicidas.

-Sabes que la botella de la cual estas bebiendo es un coñac que cuesta miles de dólares?- pregunto al ver como el joven lo bebía como si fuera una soda.

A pesar de su condición de creatura de la noche, sus conocimientos sobre vinos, arte, comida, autos, inmuebles y demás, era sumamente extensa, ya que a él le gustaba el tener una vida llena de lujos a los que cuando era humano, se había acostumbrado.

-No… no me interesa saber…- hablo con la boca llena.

Desconsiderado, sin modales, irritante, completamente vulgar y un sinfín de “cualidades” Veía en aquel humano, pero…

-Tus pinturas son buenas.- comento intentando cambiar un poco el tema.- No has pensado en hacer una exposición con ellas?- pregunto al momento que tocaba el marco de una de ellas.

Retira tus asquerosas manos de ahí y no me importa lo que seas, te arrancare los dedos.- amenazo sin retirar ni un segundo la mirada del vampiro.

El castaño retiro sus dedos del marco, no porque temiese a la amenaza de un simple humano, sino que estaba ahí no para hacer enojar al pintor, sino para saciar su curiosidad.

-Mi nombre es Sergei Everontt.- se presento de la forma más educada posible.


CONTINUARA….


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