2 may 2011

Capitulo XIX

Watari había recibido una llama a altas horas de la noche, proveniente del desaparecido L dándole instrucciones precisas, por esa razón se encontraba en ese parque a primara hora del día, sentado en una banca como si solo disfrutara del día, fue en ese momento en que una chica de cabello oscuro con una larga trenza y vistiendo un uniforme escolar azul marino se acerco a él. La joven sin decir palabra alguna, entrego el maletín que traía consigo.

 

Watari sin tardanza tomo el maletín y comenzó a buscar dentro ya que las instrucciones de L se encontrarían ahí, para cuando las encontró, quiso agradecerle a la joven pero ella ya había desaparecido.

 

Era hora de comenzar con lo planeado por L, a pesar de que su paradero fuese desconocido incluso por él.

 

+++

 

Soichiro se dirigía hacia el nuevo cuartel de investigaciones y aunque este hubiera sido creado en un principio para la aprensión de Kira, estos días se había ocupado para localizar a L y a Matsuda ya que tenían poco mas de 15 días desaparecidos, solo esperaba que ambos se encontraran bien.

 

Al cruzar el cerco de seguridad fue recibido por Watari.

 

-Yagami-san, tengo algo que mostrarle antes de antes de hacerlo con el resto del equipo, hoy he recibido instrucciones de Ryuuzaki.

 

Debido al tono usado por el anciano, Soichiro sabía que no se trataba de nada bueno.

 

+++

 

Orochi había recibido lo que parecía ser una invitación proveniente de Kusanagi Kyo, la cual alegaba que tenía al sello que le impedía el desplegar completamente su poder y lo estaba citando en el templo de los Yata.

 

El dios sabia que este era un acto desesperado por Kusanagi y Yata, que intentarían por todos los medios el detenerlo antes de que su poder estuviese completo.

 

-Mañana iremos.- comento aun con la vista en la hoja de papel que Raito le había traído.

 

El joven castaño al escuchar esto, un escalofrió lo recorrió por completo, el final se acercaba y lo peor de todo era que tal vez su vida estuviese llegando a su fin ya que a pesar de que en esos momentos el dios se mostraba como un mortal mas, ya era en extremo independiente e incluso podía llegar a prescindir de sus servicios, así que si este llegaba a liberar por completo su poder, el joven castaño sabia que sería completamente desechable para el dios.

 

-Como usted ordene Orochi-sama…- Dijo Raito tratando de no mostrar todos sus temores.

 

+++

 

Matsuda se encontraba descansando en la habitación que Kagura había habilitado para él, el joven policía se encontraba recostado en el futon y alrededor comenzaban a ser instalados diferentes aparatos médicos, aquel lugar se estaba volviendo una habitación de hospital, o por lo menos era así como Kyo lo veía.

 

-Porque no me dijiste antes que eras un shinobi?- cuestiono suavemente Kusanagi.

 

-No podía… lo tenía estrictamente prohibido.- en vedad se sentía mal por haber ocultado algo así a su amigo, pero no había tenido opción alguna.- Además, si lo hubieses sabido, no creo que tu serias mi amigo.

 

-Tienes razón…- murmuro sabiendo que eso sería verdad, si se hubiese enterado cuando niño que Matsu era shinobi del clan Yagami, también lo hubiese considerado como su enemigo.

 

Mientras esto sucedía L se encontraba en la habitación contigua junto a la sacerdotisa. El joven detective se encontraba pegado a un portátil que la sacerdotisa le había proporcionado, para así poder tener contacto con Watari… aunque en verdad hacia todo eso para poder mantener su mente distraída ya que la situación por la que estaba atravesando en esos momentos no era la mejor, desde el tener el conocimiento de lo que sucedía entre los clanes Yagami y Kusanagi, en saber que un verdadero dios podía acabar en cualquier momento con todo Japón si se lo proponía y aquella catástrofe solo era evitada por Matsuda-san el cual era un shinobi de Yagami Iori además de ser también su sello.

 

La vida del joven policía se estaba apagando lentamente debido a la enorme responsabilidad con la que había tenido que cargar en completo silencio. Cuando L conoció a Matsuda solo pensó que se trataba de un policía estúpido, aunque después su opinión pareció reafirmarse por las acciones, comentarios y simplemente por la forma de ser de Matsuda, pero ahora que veía la verdad que se ocultaba tras esa boba sonrisa no solamente se sentía culpable, sino también pena y tristeza por el joven moreno y fue en ese momento en que al pensar en la muerte de Masuda-san, su corazón por extraño que pareciera comenzó a doler, como si lo estrujaran.

 

-Estas preocupado por Dai-kun ne?-

 

La pregunta de la sacerdotisa lo hizo salir de sus pensamientos, volteando a ver a la mujer, aunque su rostro se mantenía sin expresión alguna.

 

Chizuru sonrío con amabilidad cuando la oscura mirada del detective se poso en ella.

 

-Porque Kagura-san lo pregunta?- su voz sonó monótona.

 

-Porque has estado mirando la misma página durante casi media hora, además en que otra cosa podrías estar pensando cuando en la habitación contigua se encuentra Dai siendo conectado a todo tipo de aparatos, además tu eres su amigo no?

 

Jamás se había planteado lo que era para Matsuda-san hasta que escucho aquellas palabras… “Le dije que estaba enamorado de Ryuga…” pero acaso aquello no había sido más que una mentira, un engaño con el cual Yagami Iori había logrado desestabilizarlo.

 

-No soy amigo de Matsuda-san…- murmuro.

 

-Entonces me lo hubieses dicho antes.- ella sabía que era una total mentira.- tendré que pedirte que te vayas del templo lo más pronto posible, no podemos tener a nadie tan innecesario cerca de Dai, lo único que él necesita es a sus amigos y personas queridas a su lado.- comento de manera cortante.

 

Antes de que L pudiese siquiera el reclamar entro a la habitación Kyo.

 

-Chizuru, primero deberías saber la situación antes de hablar de esa manera, es cierto que Ryuga no es amigo de Matsu, de hecho es más que eso.- comento el castaño al momento que se sentaba junto al pelinegro. –Matsu está enamorado de él.- agrego con una sonrisa, haciendo que el joven detective se sonrojara.

 

-En ese caso, mis más sinceras disculpas.- dijo Chizuru con una imperceptible sonrisa en los labios, esperando que la presencia del joven detective fuese de ayuda en esos difíciles momentos para Dai.

 

+++

 

Raito había regresado algo tarde Orochi-sama había exigido que preparara todo para su salida de mañana y él había cumplido todas y cada una de las expectativas del dios aunque con bastante nerviosismo.

 

Entro a su casa y fue raro encontrar las luces de la estancia encendidas a esa hora de la noche. Raito espero encontrar a sus padres tal vez preocupados y esperando por él, pero en comparación de su idea en la estancia se encontraba solo su padre entado en el sofá, con una expresión de completa decepción en su rostro.

 

El castaño quiso preguntar qué era lo que sucedía, pero antes de que palabra alguna brotara de él, su padre se levanto de su asiento y lo miro a los ojos.

 

-Estas arrestado por ser Kira.- las palabras salieron con dificultad de Soichiro.

 

-Nani? Eso es imposible… no hay pruebas de qu…- su frase murió al recordar lo que Iori le había mostrado en el templo Yata. Iori no lo había engañado, en verdad había tenido un seguro de vida y esta era la muestra, todas ya cada una de las pistas recabadas por su primo, habían llegado a manos de L.

 

Quiso retroceder, escapar de la mirada acusadora de su padre, su mente comenzó a trabajar de manera vertiginosa buscando alguna ruta de escape, Kira no podía ser atrapado.

 

El sonido de unas esposas al cerrarse y la sensación del frio metal en sus muñecas lo hicieron volver a la realidad... estaba acorralado.

 

-NO PUEDEN DETENERME!!!- la histeria se hizo presente en Raito que comenzó a forcejear con Aizawa y Mogi.

 

+++

 

Las noticias anunciaban la detención de Kira, aunque su identidad aun era un misterio.

 

El televisor fue apagado en ese momento.

 

-Imprudente muchacho.- murmuro Orochi ya dispuesto a salir de aquella habitación de hotel, por lo menos Yagami Raito había logrado prepararle todo para el día d hoy, así que no tenía que preocuparse de nada.

 

Mientras tanto L miraba con una sonrisa el portátil que había acercado a Matsuda-san para que viera la noticia.

 

-La justicia siempre triunfa.- comento con infantil alegría L.

 

-Es cierto…- dijo con algo de esfuerzo Matsuda, aunado a una lastimosa sonrisa.

 

“Se acerca.” Pensó el joven policía al sentir como el punzante dolor en su pecho aumentaba de intensidad, al parecer los sellos puestos en la habitación no ayudaban demasiado ya que el aura de Orochi era tan palpable.

 

+++

 

Kyo miraba frente a él la imponente figura del pelirrojo, en cualquier otra situación, él hubiese deseado el estar a su lado, pero quien estaba frente a él, no era Yagami Iori, sino que era aquel despiadado dios, la mirada de un ámbar y la extraña voz se lo hacían saber.

 

-Kusanagi.- siseo el dios con desprecio.

 

-Orochi.

 

-Donde está la sacerdotisa? Acaso piensas que tu solo podrán en contra mía?

 

-No deberías de confiarte tanto, no cuando no tienes todos tus poderes.- la personalidad arrogante de Kusanagi salió a flote.

 

Kyo no se detendría, si esta era la única manera de detener a Orochi, haría lo necesario, si de esta forma podía salvar a las personas a las que quería, no daría marcha atrás, por eso seguía al pie de la letra las órdenes de Chizuru, mantendría entretenido a Orochi mientras ella realizaba ritual para el nuevo sello.

 

Los shinobis principales totalmente leales a Yagami Iori se encontraban tan solo observando tanto al dios en el cuerpo de su señor, como a Kusanagi, solo intervendrían si fuese absolutamente necesario, darían sus vidas por salvar la de Kusanagi.

 

Y mientras Chizuru se encontraba encerrada en el lugar más sagrado del templo, L se mantenía al lado de Matsuda junto con el médico de cabecera y shinobi Muraki, aunque claro, el último dato era totalmente desconocido por el joven detective.

 

Dai sabía que su vida estaba íntimamente ligada a la vida de su señor, aun entre todo ese mar de dolor sabía que su lealtad y amor hacia Iori-sama jamás cambiaria… pero al ver esos profundos y oscuros ojos negros que por primera vez se mostraban sinceros delante de él, al notar la profunda preocupación que L sentía, no podía evitar el desear vivir un poco mas… solo un poco más, para que esas lagrimas contenidas desaparecieran, por suerte tenia a Muraki-sensei a su lado y gracias a sus extensos cuidados aun podía respirar… aun podía mantenerse consiente a pesar de la pérdida de sangre, aun podía reconocerlo…

 

Era la primera vez que L experimentaba aquel horrendo sentimiento, nunca en su vida se había sentido tan inútil, deseaba hacer algo para salvar la vida de Matsuda-san, pero según las explicaciones del médico, Kusanagi-san y Kagura-san, eso era imposible.

 

El fuego se alzaba hacia el cielo a pesar de que Orochi no estaba al 100% su poder aun era de temer ya que en esos momentos mostraba en todo su esplendor las técnicas de combate de Iori.

 

Kyo intentaba tan solo hacer tiempo, no deseaba el dañar el cuerpo de Iori, aunque si no tenía más alternativa lo haría.

 

-PELEA KUSANAGI!!!- Grito mientras una maligna sonrisa se formaba en su rostro, porque sabía el porqué Kusanagi huía de sus ataquen en vez de responderlos.

 

Repentinamente los ataques provenientes del dios se detuvieron, Kusanagi no sabía la razón, pero en cambio la sacerdotisa sabia que el momento había llegado el sello comenzaba a romperse y aunque ella estaba preparada para lo que tendría que hacer, intentaba el no pensar en lo que ello significaba tenía que alegar el pensamiento de que Dai tenía que morir para que ella pudiese crear un nuevo sello con Kusanagi.

 

Todo fue tan repentino para Matsuda, en el instante en que el dolor desapareció… él sabía que había llegado la hora… lo sentía en cada fibra de su ser, deseaba poder tranquilizar a Ryuuzaki que ahora gritaba con desesperación… deseaba poder decirle lo mucho que lo apreciaba… que a pesar de todo, disfruto plenamente el tiempo que trabajo a su lado… deseaba decirle que le gustaba...

 

“Aun no… Iori-sama… onegai… aun no quiero irme… Iori-sama… permítame estar al lado de Ryuuzaki un poco más… Iori-sama, aun no quiero morir… onegai…” estos eran sus pensamientos mientras que a su alrededor todo se volvía negro y el frio comenzaba a tomar posesión de su cuerpo.

 

El desgarrador grito de L resonó por todo el templo, asustando a las jóvenes doncellas, pero de igual manera haciéndoles entender que el joven hombre de nombre Matsuda, había muerto.

 

+++

 

El cielo comenzó a nublarse y la tierra empezó a temblar anunciando con ello el completo resurgimiento del dios.

 

La sensación de pérdida fue lo que lo despertó de su letargo, que había sido inducido por Orochi. La esencia de Dai había desaparecido y sabía la razón.

 

“El sello se ha roto y ni tu ni Kusanagi podrán detenerme.” La voz del dios se escucho como si estuviese a su lado.

 

-Te equivocas, si mi cuerpo es destruido, ya no tendrás cuerpo anfitrión y podrás ser fácilmente sellado.- Iori no tenía miedo a morir, desde joven había sido preparado para ese momento.

 

Kyo ya no tenía más alternativa, comenzó a preparar un orochinagi, mientras se preguntaba qué era lo que Chizuru hacia, ya que si no se daba prisa, tendría que destruir el cuerpo contenedor de Orochi…

 

A pesar de no estar en completo control de su cuerpo, pudo ver como Kusanagi preparaba su ataque más devastador. –HASLO KUSANAGI!!! MATAME!!!- grito con todas sus fuerzas.

 

Kyo se quedo pasmado al escuchar aquella petición y su corazón pareció detenerse al ver aquella mirada carmesí perteneciente a Iori. Los recuerdos de lo sucedido en 1997 llegaron a su mente ya que se vio en una encrucijada igual, pero ya no tenía más alternativa.

 

Las llamas escarlata lo cubrieron todo y la sangre brotaba a raudales de la herida ante los ojos de Kyo el cual derramaba de manera silenciosa lágrimas de impotencia por no haber podido evitar aquello.

 

Mientras tanto Chizuru había terminado con el ritual, solo esperando que no hubiese pérdidas humanas.

 

Mientras tanto en la habitación de Dai, el electrocardiógrafo sonaba suavemente rompiendo el silencio que envolvió al templo.

 

 

 

CONTINUARA…..

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