14 sept 2009

 

Capitulo VIII

Aquella fría noche de invierno, la nieve se tiño de rojo gracias a la sangre de los pobres humanos que se cruzaron en el camino de aquel sediento ser, el cual bebía de forma bestial la sangre de inocentes desmembrándolos en su desesperado intento por saciarse.

Shanks no tenia alternativa, tenia que detener el avance del peliverde y en una situación así, no podía ser indulgente ya que no se trataba de su amado peliverde, sino de un hambriento vampiro, aunque obviamente intentaría solo detenerlo y si le era posible le daría un poco de su sangre, tal vez de esa manara Zoro regresaría a la normalidad.

Mientras tanto la mente del joven cazador estaba paralizada por el más intenso terror experimentado por segunda vez en su vida, pero al parecer sus instintos como cazador hacían que su cuerpo se moviera, ya que había ido tras Zoro y ahora se encontraba presenciando una batalla entre aquel vampiro pelirrojo y Zoro.

-ZORO SI AUN TIENES SED BEBE DE MI!!!- gritaba con desespero el pelirrojo, pero su amado pianista no parecía reaccionar y solo se dedicaba a atacarlo.

Ace al escuchar esas palabras, sabía que era un error fatal el hacer que el peliverde bebiera sangre de un vampiro ya que esta no lo detenía, lo único que lograba era el despertar más a la bestia que dormía su interior. Solo había una solución pero…

Su razón y sus instintos estaban teniendo una batalla dentro del joven cazador. La razón cubierta con el terror que le producía la situación y los instintos armados con sus ganas de pelear y acabar con cualquier vampiro que este frente a él.

Mientras tanto en la azotea de un edificio c encontraba una mujer morena, entre sus manos tenia un rifle de francotirador un M40, el arma apuntaba directamente a la cabeza del cazador.

-Ace, sabes lo que tienes que hacer, así que hazlo o tendré que lastimarte y no quiero hacerlo ya que aun le eres de mucha utilidad a Leo.- murmuraba muy molesta, solo esperando la reacción de Ace.

En ese instante Shanks comenzó a percibir nuevamente aquel desagradable aroma producto de la sangre del cazador, así que sin poder evitarlo volteo a verlo presenciando como el cazador se producía algunas heridas en su brazo izquierdo y que de las cuales ya corría el carmesí liquido que terminaba cayendo en la nieve. Antes de que el pelirrojo pudiese entender el por que el moreno se hacia eso Zoro ya se había abalanzado en contra del cazador.

Ace sentía como aquellas garras lo tomaban con excesiva fuerza y como esos agudos colmillos se hundían en su piel, como su sangre era succionada rápidamente y lo peor de todo era como volver a revivir esa situación… era como…

El vampiro pelirrojo sabia que tan venenosa podía ser la sangre de un cazador proveniente de la familia D ya que no importaba la fuerza o habilidad de un vampiro, si este llegaba a beber un poco de aquel prohibido liquido estaba mas que destinado a la muerte, pero ya era demasiado tarde, Zoro ya estaba bebiendo de el cazador ya no había salvación para él.

Los colmillos se volvieron a clavar en él, solo que esta vez fue su cuello la victima del ataque, parte de él quería matar a ese engendro pero no podía por que se trataba de Zoro, así que por mas que deseara degollarlo, partir ese cuerpo en miles de pedazos y quemar los restos, no podía, por que amaba a Zoro.

Aquella mirada ámbar desapareció y volvió a recobrar ese tono esmeralda, Zoro que hasta ese momento había estado controlado por los instintos básicos de un vampiro, recobro la razón y al notar lo que estaba haciendo se separo del moreno, lo miro con una enorme preocupación y esos recuerdos que tenia sellados en lo mas profundo de su ser salieron a flote.

-Ace… yo… yo…- Zoro no sabía que decir o hacer y aquella opaca mirada no ayudaba en mucho.

-Por fin despiertas…- una pequeña sonrisa apareció en sus labios pero en realidad su rostro mostraba todo el pánico sentido mientras que varias lagrimas ya surcaban sus mejillas. –Pensé que esta vez moriría… pero no puedo… aun no…- pronuncio muy bajo al momento que su vista se nublaba, sus labios se movieron pero ya de ellos no broto sonido alguno.

“Aun tengo que matarte…” fue lo único que se mantuvo en su mente antes de perder la conciencia.

+++

Mihawk había tenido que retirarse debido a la gravedad de sus heridas. Por culpa del molesto cazador tenia que dejar vivo a ese monstruo, pero por el momento no podía hacer nada más que alejarse de ese sitio y recuperar sus fuerzas.

Ya habría otra oportunidad de acabar con el peliverde.

+++

Se habían escapado aquella noche desobedeciendo totalmente la orden del abuelo de nunca salir de noche, pero es que el estreno de aquella película había valido la pena ya que en el colegio seria de lo único que se hablaría y ellos no podían terminar exiliados solo por no haber estado en el estreno.

Después de la película y camino de regreso fueron interceptados por un grupo de vándalos o por lo menos eso eran ante los ojos de Zoro y Luffy, pero Ace sabia que se trataban de vampiros.

Ace intento por todos los medios el liberar de aquella situación a su hermano y al peliverde, mas no tuvo éxito alguno así que fueron llevados a la fuerza a un oscuro callejón.

Los tenían rodeados y no tenían manera de cómo escapar, para Ace la seguridad de Zoro y Luffy era primordial, así que haciendo uso de todas sus habilidades hizo frente a ese grupo de vampiros, haciendo uso de todo lo aprendido en sus entrenamientos, aunque desgraciadamente su abuelo aun no lo dejaba portar armas, siempre alegando lo joven que aun era.

A pesar de todas sus habilidades, esto no fue suficiente y aquellos oscuros seres solo estaban jugando con ellos. Entre él y Zoro intentaba el cuidar al más pequeño de los tres pero todo era en vano ya que Luffy prácticamente les fue arrebatado y de un solo golpe lanzado en contra de una de las paredes. Zoro y Ace se abalanzaron con furia en contra de sus atacantes en un intento de llegar a donde se encontraba Luffy, mas solo Ace logro llegar hasta su hermano.

Luffy yacía inconsciente en el piso de aquel sucio callejón mientras el veía horrorizado como el brazo de uno de esos vampiros atravesaba el estomago de Zoro y la sangre de este corría libremente. Ace veía como el peliverde mantenía los ojos abiertos y en su rostro se denotaba la sorpresa mesclada con el dolor, aquel brazo salió con brusquedad del cuerpo del peliverde, haciendo que este cayera al piso como si de un muñeco de trapo se tratara, que sin mas con una patada quitaron de su camino el cuerpo inerte del pobre chico.

No sabia que hacer, deseaba ir junto a Zoro pero sabía que si se alejaba de Luffy, este moriría en manos de aquellos seres, así que no tenia mas alternativa que usar la única arma efectiva que tenia en contra de ese grupo de vampiros. Así que con lagrimas en los ojos y haciendo uso de sus uñas e incluso sus dientes, comenzó a hacer una herida en su muñeca izquierda, con la esperanza de que su sangre pudiese ayudarlo en aquellos momentos.

El agudo olfato de los vampiros comenzó a percibir el desagradable olor proveniente del futuro cazador, así que decidieron el dejar de jugar y acabar con los chicos de una vez por todas.

Justo antes de que los vampiros comenzaran con su ataque en contra de ambos morenos. Ace vio con gran sorpresa como Zoro se ponía de pie y aquel orificio que ostentaba su estomago ya no sangraba y había comenzado a cerrarse, fue en ese momento que noto que la mirada esmeralda de su amigo había desaparecido, dando paso a una fría y aterradora mirada amatista… No quería creerlo… Zoro no podía ser… Zoro no debía ser… pero por más que Ace se intentara engañar, aquellos colmillos que se mostraban amenazantes, no mentían.

Zoro era un vampiro…

Uno a uno de aquellos oscuros seres terminaron siendo las presas del peliverde, el cual los terminaba por descuartizar al intentar beber del carmesí liquido y ante tal violencia la sangre de esos seres de la noche lo cubrió todo.

El moreno estaba totalmente paralizado ante lo que sus ojos veían, pero el terror en su mas pura expresión se apodero de todo su ser cuando aquellos ojos ambarinos se posaron en él. Todos los vampiros que los habían atacado ahora solo eran polvo en el piso… Ace solo pensó que ese seria su final.

Zoro se acerco lentamente al moreno, el cual permanecía inmóvil al estar lo suficiente mente cerca comenzó a lamer el rostro de Ace ya que este se encontraba totalmente empapado con la sangre de los vampiros que habían sido eliminados por el peliverde.

Lagrimas comenzaron a surcar su rostro al momento que sentía como aquellos agudos colmillos perforaban la delicada piel de su cuello. El y Zoro morirían o por lo menos eso era lo que pensaba Ace ya que su sangre era en extremo venenosa para un vampiro y Zoro era…

La pérdida de sangre estuvo a punto de hacer mella en su cuerpo, por poco y pierde el conocimiento pero justo en ese instante en que su visión se torno borrosa el cuerpo de Zoro cayó al piso.

“Esta muerto” fue lo primero que llego a su mente antes de que una bomba estallara en todo su ser.

El miedo se mezclo con el dolor de perder a una persona importante, la tristeza, la desesperación, la impotencia, el odio, el amor…

-Zoro…- murmuro mientras se agachaba y tomaba entre sus brazos el cuerpo de su amigo… de su primer amor… -No me dejes… - esta vez el miedo que sentía era el de perderlo. –Zoro… no te puedes morir… Zoro…

Monkey D Grap había estado buscando a sus nietos durante toda la noche, temiendo lo peor ya que la ciudad estaba siendo asediada por vampiros novicios.

Y fue en un callejón totalmente pintado del rojo de la sangre en donde encontró a sus nietos y a Zoro, pero sabia que algo terrible había pasado, lo sabia por la forma en que Ace tenia a Zoro entre sus brazos, por la inconsciencia de Luffy y…

-Jii-chan… Zoro esta vivo…- dijo Ace con una enorme y distorsionada sonrisa. –él esta vivo…

Los días pasaron lentamente en aquel hospital.

Luffy estaba en casa ya que él no había sufrido mas que algunas leves contusiones, mientras que él aun estaba en ese lugar por la perdida de sangre que había sufrido y algunas fracturas, su abuelo cada día que iba a visitarlo, siempre le preguntaba sobre lo que había sucedido y siempre recibía la misma respuesta.

-Yo los mate, a todos y cada uno de ellos yo los mate, escoria como esa no debería de existir.- alegaba orgulloso el chico ante la preocupada mirada de su abuelo.

De cierta manera una parte de Ace había muerto esa noche… esa noche su cordura desapareció pero a pesar de eso mantenía total silencio con lo sucedido con Zoro.

Cada tarde después de las visitas de su abuelo Ace pedía permiso a los médicos para que le permitieran ver a Zoro, el cual estaba en una situación crítica debido a su frágil condición y desde aquella noche había estado en un coma profundo y los médicos no auguraban nada bueno para el chico peliverde.

Ace solía pasar horas sentado en una silla viendo al inconsciente peliverde que se encontraba rodeado de diversos cables.

-Tu y yo debimos a ver muerto.- decía Ace muy bajo.- Ahora por eso tendré que entrenar mas y si algún día vuelves a ser un monstruo ten por seguro que solo uno de los dos terminara con vida… te lo prometo Zoro…

+++

Shanks estaba sumamente preocupado y algo asombrado por su amado pianista ya que este había regresado a tomar sus medicamentos, se negaba a beber de su sangre y simplemente había vuelto a ser un simple humano ante el desconcierto de ambos

-Zoro onegai, bebe un poco o te sentirás mal ya que…

-No puedo Shanks-san… yo no puedo…

Nuevamente la mente del chico era un libro abierto para él, pero eso no facilitaba las cosas ya que la mente del peliverde era un completo caos.

-Doushite?- preguntaba en un intento por que Zoro le aclarara la situación. –Si es por el cazador, no te preocupes, él estará bien, solo necesita descansar un poco.

-Por que esta no es la primera vez que pasa…

-Nani?

-Con lo sucedido recordé que hace cuatro años yo estuve a punto de matar a Ace… justo como… - el sentimiento de culpabilidad no dejo que terminara.

Shanks solo abrazo al peliverde, antes de que este rompiera en llanto. Ahora entendía el por que de la decisión de Zoro y esta vez la aceptaría sin hacer reclamo alguno.

A pesar de que Shanks y Zoro se encontraban en la estancia del lujoso departamento del pelirrojo y él se encontrara en una de las habitaciones de este… a pesar de eso Ace estaba consiente y pendiente a todo lo que sucedía a su alrededor. Esos días en total reposo lo habían ayudado en extremo y ahora ya se encontraba mejor, así que el momento de salir del hogar del vampiro pelirrojo había llegado, así que la mejor hora para salir era el medio día.

Ace sabía que el momento había llegado, el tiempo de cumplir su promesa había llegado y estaba más que dispuesto el seguir hasta sus últimas consecuencias.

CONTINUARA…

0 comentarios:

About Me

Mi musica

Naoko. Con tecnología de Blogger.
uhr online relojes web

Entradas populares

Seguidores

Chat

Vistas a la página totales

Suscripción

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner