24 dic 2010

Capitulo IV

A Thymae le había costado un par de horas recobrar la conciencia, pero ahora que se sentía mejor era el momento de tener una pequeña charla con Haziel y otra con el guardián.

Primero hablo con el ángel, sabia perfectamente que este no le ocultaría nada de lo sucedido, así que la joven princesa se encerró en el estudio con Haziel.

-Que fue lo que paso Haziel?- pregunto con un fingido tono de preocupación.

El ángel comenzó a explicarle todo lo que había sucedido, dejando en claro que Razzel no había hecho nada malo.

-Esta bien, te creo.- con estas palabras intentaba calmar las preocupaciones de Haziel.

Después de Hablar con Haziel llamo al guardián.

-Podrías dejarnos a solas Haziel.- suplicaba con su típico tono infantil –prometo que todo estará bien.

-Si.- así que salió del estudio dejando a solas a la princesa y al guardián.

Razzel estaba apunto de comenzar a explicar lo sucedido pero...

-No hay necesidad de que me expliques nada...- los rasgos infantiles en el rostro de Thymae habían desaparecido -... digas lo que digas no te voy a creer, pero para tu fortuna creo ciegamente en Haziel, así que el te ha salvado de cualquier castigo por parte mía

El guardián no sabia que decir, estaba realmente sorprendido por el cambio de personalidad de la princesa.

-Como te sientes después de que Haziel absorbió parte de tu energía?- pregunto con bastante calma.

-Bien, solo un poco cansado.

-Me sorprendes, se nota que eres el guardián mas fuerte que tenemos, los otros no duraron mucho, eres el primero que vive para contar su hazaña.

-Y usted... princesa...

-Mi nivel es muy superior al tuyo y al no ser un demonio, Haziel no tiene problema alguno con mi energía.

-Usted no... no es...- y el que siempre había pensado que ella era un demonio.

-No, no lo soy. Mi padre es un ángel caído, mi madre una simple humana, entonces no puedo ser un demonio. Es cuestión de lógica.

-Si, tiene razón.

-Bien, hablare con Tora de lo sucedido...

-Pero...- si Tora se llegaba a enterar de lo sucedido, seguramente habría un severo castigo para él.

-No te preocupes, yo me encargare de todo, además siempre se pueden omitir pequeños detalles no?

-Gracias princesa.- al parecer ella podía leer el pensamiento... entonces eso significaba que...

-Y por ultimo Razzel, espero que los sentimientos no interfieran con tu trabajo.

-Si... princesa.- ahora su secreto había sido descubierto por ella.

-No me digas princesa, no me gusta.- el rostro de Thymae había recuperado su expresión infantil.

-Si.

La joven princesa salió del estudio dejando solo al guardián y este se encontraba sumamente confundido, lo que sentía por su ángel era grande y hermoso, pero en estos momentos no tenia mas remedio que sellar ese sentimiento, ya que si no lo hacia lo mas seguro era que terminaran separándolo de Haziel.

Tora y Miren habían regresado y todo parecía volver a la normalidad. Tora haciéndose cargo de la empresa, Miren trabajando de mala manera, Thymae perdiendo el tiempo en vez de trabajar, Haziel tras la computadora ayudando en los negocios a Tora y Razzel como siempre estando al pendiente de su ángel e intentando ocultar sus sentimientos.

Lamentablemente al paso de los días la normalidad parecía estar menguando.

El pequeño ángel últimamente se comportaba de una manera muy extraña para con su guardián, a excepción de la joven princesa, nadie se había percatado de los cambios de Haziel, pero ella sabia que tarde o temprano todo saldría a la luz, lastima que seria mas temprano que tarde.

Ese día todos se encontraban reunidos en la estancia, Tora deseaba poner a prueba a Razzel, necesitaba saber si el guardián se había enamorado de Haziel, ya que si era así tendría que deshacerse de él.

Thymae sabia perfectamente los planes del demonio de ojos verdes, así que con anterioridad había alertado a Razzel para que estuviese preparado para cualquier cosa.

Como siempre Tora observo con su fría mirada esmeralda al guardián y con un tono de voz tranquilo y despreocupado comenzó a hablar.

-Razzel, me he dado cuenta de que has realizado tus deberes casi a la perfección, has sobrepasado mis expectativas y por tal razón te pediré que esta noche olvides tus deberes y...- fue abruptamente interrumpido por la exuberante rubia.

-Y que esta noche me la dediques a mi.- lo decía con cierto tono seductor.

Razzel sabia que no podía rechazar la propuesta o levantaría mas sospechas de las que ya había.

-Con mucho gusto pasare esta noche a su lado señorita Miren.- se comportaba sumamente amable.

Haziel no podía creer las palabras de su guardián, como era posible que accediera con tal facilidad y a él lo relegara a un segundo plano, si bien estaba cumpliendo ordenes no era para que en su rostro tomara un aire de alivio o era de felicidad?

Ya no podía soportar mas la situación, así que el pequeño ángel decidió retirarse a su habitación e intentaría apaciguar ese oscuro sentimiento que comenzaba a invadir su frágil corazón. 

Durante toda la noche Miren intento que el guardián hablara de Haziel, aun que no obtuvo éxito alguno, así que uso el plan *B* 

-Razzel.

-Si?

-Crees que soy hermosa?

-Si

-Y no te gustaría pasar mas íntimamente esta noche conmigo? Varias ideas surcaron la mente del guardián en busca de una excusa para evitar tal acercamiento con la rubia.

-Que sucede Razzel? Acaso no quieres estar conmigo? O talvez intentas ser fiel a esa persona especial?- Miren sabia que si el guardián se negaba a su petición, las sospechas de Tora no eran del todo erróneas –Y bien?

-Será todo un placer señorita Miren.- Razzel deseaba desaparecer en ese instante, deseaba que pasara cualquier cosa y evitara lo que estaba apunto de hacer.

A la mañana siguiente Haziel despertó sintiendo una enorme tristeza, se había dado cuenta de que estaba perdidamente enamorado de su guardián  y que había sentido unos enormes celos hacia Miren. El pequeño ángel se levanto de la cama, intentando no despertar a su querida mascota, se cambio de ropa y bajo a desayunar.

En el comedor se encontraban Thymae y Tora, la primera comiendo un tazón enorme de cereal rosa y el segundo estaba leyendo el periódico mientras bebía una taza de café.

Haziel no tenia muchas ganas de comer, así que tomo un plato lleno de fruta.

Poco después bajo Miren, la cual se veía de muy buen humor y sentándose a un lado de Tora comenzó a hablar.

-La noche de ayer fue increíble, nunca había conocido a un hombre como el...- decía muy entusiasmada.

El pequeño ángel se había servido un poco de jugo de naranja.

-...Y vaya que si ese guardián tiene experiencia, estuvo fantástico en la cama.

En ese instante el vaso de Haziel se hizo añicos, Tora y Thymae se miraron el uno a la otra sabiendo a la perfección el porque de tal acto.

Razzel apareció en el comedor.

-Buenos días.- dijo con un tono frió. Nadie contesto a excepción de Miren.

-Buenos días, no te sientes cansado mi lindo Razzel?- preguntaba muy melosa.

-No.

Haziel se levanto de su lugar y se retiro nuevamente a su habitación, dejando a Razzel algo sorprendido por su acción.

El ángel se encerró en su habitación, se recostó en la cama y empezó a sollozar, sentía que su corazón se había quebrado en miles de partes, lloro hasta que ya no pudo mas, así que cerrando los ojos se abandono al sueño que comenzó a sentir.

Cuando Haziel estuvo profundamente dormido, un sujeto de largo cabello blanco y ojos de un azul intenso se sentó al lado del pequeño ángel.

-Duerme tranquilo mi pequeño...- decía mientras pasaba su mano por los negros cabellos de Haziel -... ahora nada ni nadie te volverá a separar de mi, ni siquiera ese estúpido guardián.Ahora ni ángeles, ni demonios impedirán que lleve acabo mi venganza.- y mostrando una pequeña sonrisa se acerco lentamente al rostro de Haziel y lo beso en los labios.

 

............ Continuara. ................

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