17 nov 2009

 

CAPITULO XIV

Iori caminaba por las calles de Tokio junto a Ryuuzaki, el cual se veía demasiado pensativo y Yagami sabia perfectamente la razón y de cierta manera le parecía increíble como Dai podía meterse en ese tipo de problemas sin siquiera proponérselo y entonces tuvo una gran idea lo cual le ahorraría tiempo y esfuerzo, aunque eso significara el seguir jugando los con sentimientos del joven detective.

Pero acaso eso importaba? Lo único importante era seguir con el plan ya tenia a su tío y a Tsuki donde quería, solo era cuestión de dar el golpe final.

Claro que importaba, se sentía culpable al tener que seguir jugando de esa manera con el joven detective y por mas que deseara ver la situación de manera fría y calculadora, le era imposible ya que a pesar de todo el Gaijin le agradaba, solo esperaba que sus planes no lo lastimaran demasiado y no solo era eso ya que tendría que usar una de sus posesiones mas valiosas para esto…

Mientras tanto L se encontraba con la mente hecha un caos. Jamás se llego a imaginar como unas cuantas palabras podían confundirlo de tal manera y peor aun que estas provinieran de Matsuda –san.

“Le dije que estaba enamorado de Ryuga…”

El solo recordar aquella frase hizo que su corazón diera un vuelco y su rostro se cubriera por un sutil rubor

-Gaijin.- la profunda voz del pelirrojo saco de sus pensamientos a L. –Será mejor que regreses ya que te vez demasiado confundido, es mejor que decidas que es lo que en verdad deseas.

-No entiendo lo que Iori-san intenta decirme.- murmuro a pesar de que su mente tenia por lo menos un ciento de significados de lo que el pelirrojo le decía.

-Quiero que decidas entre tu amigo y yo.- dijo sin reserva alguna Iori.

Y por primera vez en la vida del gran L, este se sintió como en un callejón sin salida.

+++

Matsuda en verdad deseaba morirse, ya que ahora no podría ver a la cara a L y el solo recordar la estupidez que había cometido, hacia que se sonrojara en sobre manera ya que por mas que lo deseara, no podía retractarse así como así… aunque si bien le gustaba L, por que de cierta manera su inteligencia le recordaba a su señor, su corazón le pertenecía a Iori-sama y a nadie mas.

Todo su ser aun recordaba con extrema claridad aquellas caricias, los apasionados besos… como aquella noche su señor lo tomo una y otra vez reafirmando que le pertenecía a él… aquella noche prohibida estaba tatuada con fuego en lo mas profundo de su mente y alma, pero simplemente tenia que callar… Iori-sama se lo había ordenado y él simplemente obedecía… él siempre obedecía por que en verdad deseaba ser útil para Iori-sama

Justamente en ese momento su celular comenzó a sonar con aquel inconfundible tono, así que respondió rápidamente ya que sabía que a Iori-sama no le gustaba esperar.

-Moshi moshi…- murmuro.

El joven policía solo escucho una sola palabra antes que Iori-sama colgara.

El celular cayó al piso al momento que su rostro se tornó de un profundo rojo.

No entendía como era posible que Iori-sama le pidiese algo así… pero si eso deseaba… simplemente obedecería… aunque la vergüenza hiciese presa de él.

“Sedúcelo” esa había sido la orden y Matsuda no necesitaba mas explicaciones de lo que tenia que hacer y con quien. Al parecer Iori-sama aprovecharía su desliz de lengua.

+++

La investigación había quedado totalmente estancada y Raito sabía la razón… él mejor que nadie la sabia. Iori tenía tanto a Kira como a L en sus manos y solo él decidiría que pasaría de hoy en adelante.

Raito maldijo de manera mental a su primo, maldijo la existencia de Iori y de su chantaje. A pesar de encontrarse en medio de una clase en la universidad, no prestaba la más mínima atención, ya que su mente estaba ocupada en algo más importante que esa insulsa clase.

Iori quería saber la fecha del combate en contra de Kusanagi Kyo y no pasaba día en que su teléfono celular o el de su padre sonara, siendo su primo exigiendo la fecha y si eso fuese poco, Raito estaba pensando en que se estaba volviendo loco ya que aquella voz seguía resonando en lo mas profundo de su ser, la cual le pedía que eliminara a Kushinada Yuki.

Había investigado lo suficiente para saber quien era esa chica e incluso tenia una foto de ella pero aun se debatía en si era necesario el acabar con la joven… aunque siempre llegaba a la misma conclusión, que el anotar el nombre de aquella chica en la death note era imperativamente necesario.

+++

L había estado pensando sobre lo sucedido y ahora su panorama había cambiado totalmente ya que las atenciones de Matsuda-san para con él ahora tenia una razón e ser… A pesar de toda su inteligencia, no entendía bien el por que esa información hacia que se sintiera tan raro… no en la forma que se sentía raro con Iori-san… algo era distinto… pero no sabia exactamente que era.

Y sumido en ese mar de pensamientos se encontraba L mientras tomaba lentamente una taza de café.

-Ohaiyo!- saludo animadamente Matsuda al entrar a la lujosa habitación de hotel.

-Matsuda no tienes que ser tan ruidoso.- lo reprendió ligeramente Soichiro.

-Gomen jefe…- musito haciendo un pequeño mohín.

Yagami Soichiro no entendía como era posible que Matsuda pudiese ser infantil. Aunque la verdad era que no estaba de muy buen humor por los problemas causador por Iori, la situación de su hijo lo tenia sumamente nervioso.

Al escuchar la voz del joven policía la taza que Ryuuzaki sostenía entre sus dedos cayo al piso con todo y su contenido.

-Ryuuzaki Daijoubu desu ka?- pregunto Matsuda acercándose a la silla en donde se encontraba L.

-Hai.- trato de de contestar como normalmente lo hacia, pero su voz salió temblorosa y su pálido rostro fue cubierto con un tenue rubor.

Matsuda sonrió al notar esa actitud en el detective.

-Traje pastel de fresas para Ryuuzaki.- comento al momento que dejaba el paquete en una mesita, para después recoger la taza que L había tirado. –No t preocupes, traeré otra taza de café con una rebanada del pastel.- dijo con una gran y deslumbrante sonrisa.

-…ah… arigatou… Matsuda-san…- ahora su rostro se mostraba en un profundo rojo.

-No hay de que.

Al parecer esta misión seria más fácil de lo previsto y seguía sin poder negarlo…. L era tan lindo.

+++

Yagami Raito se encontraba en medio de una cita con Takada ya que ahora que sabia que Iori lo vigilaba no quería el quedarse solo y que los espías de su primo obtuvieran mas pruebas en su contra. Ambos jóvenes se encontraban en un establecimiento de comida rápida.

-Nos vamos?- pregunto dulcemente la chica.

-Hai, solo voy a los servicios.

El castaño al verse solo en los servicios, rápidamente saco de su cartera un pequeño trozo de papel proveniente de la death note y con un lápiz miniatura escribió un nombre.

KUSHINADA YUKI

Y con esa acción Raito sello un pacto del cual ignoraba su existencia, pero ante la mirada del shinigami que lo acompañaba fue lo mas sorprendente y terrorífico que jamás hubiesen vistos sus ojos sobrenaturales.

+++

Matsuda que se encontraba junto con el equipo de investigación, escuchando el comunicado de L que había construido un nuevo cuartel para el equipo y que solo era cuestión de días para que estuviese listo para comenzar a operar.

Justo en ese instante el joven policía comenzó a sentir un terrible dolor en el pecho, el cual prácticamente lo puso de rodillas.

Debía mantenerse firme, debía de soportar el dolor ya que no era la primera vez que sentía que su corazón era literalmente estrujado dentro de su pecho… este dolor ya lo había experimentado desde hace ya mucho tiempo atrás… y el mas intenso de ellos fue en el 97, donde estuvo a punto de morir… por suerte la intensidad de este era menor pero eso no significaba que fuese el sencillo el lidiar con el.

Mientras Matsuda intentaba el soportar aquel repentino ataque evitando el quedar inconsciente, hilillos de sangre comenzaron a brotar de su boca. Mientras tanto el equipo de investigación entraba en pánico al pensar que tal vez era acción de Kira y Matsuda seria el primero en caer bajo el poder del misterioso criminal.

L llevado más por su preocupación hacia Matsuda que por su intelecto superior, pidió a Watari que llamara a una ambulancia.

+++

Los documentos que habían estado frente a él sobre el escritorio, completamente todos habían quedado salpicados de sangre… de su propia sangre.

“SHIMATTA!” maldijo mentalmente Yagami Iori.

No podía ser el riot of blood… no podría ser Orochi… se supone que había quedado sellado en el 97, no podía tratarse nuevamente de él…

No podía…

Justo en ese momento la imagen de Dai le llego a la mente haciéndole recordar el pacto que los unía y que terminaría con la vida de su shinobi.

“Resiste Dai.” Pensó entes de que el dolor nublara todos sus sentidos.

+++

Para Raito el dolor era insoportable, nunca en su vida había sentido algo así y hubiese sido demasiado para su cuerpo, pero su sombro era mayor a todo ese dolor ya que a pesar de que sus propios ojos lo estaban viendo, aun no podía creerlo.

El papel en donde había anotado el nombre de la chica, ahora solo era cenizas ya que de su mano brotaba algo tambaleante fuego violáceo.

CONTINUARA………..

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