20 ago 2010

Capitulo XVII

Chizuru había recibido a Matsuda y a su acompañante, aunque no pudo evitar el asombrarse por la presencia de este último, ya que no contaba con ello.

-El ya lo sabe Kagura-sama…- murmuro el moreno al pasar a un lado de la sacerdotisa.

-Y eso esta bien?- pregunto con algo de preocupación.

-Supongo… además las cosas no pueden estar peor.- esta vez dijo en voz alta, mientras le mostraba una sonrisa a Kagura.

Ella lo sabía, podía ver detrás de aquella sonrisa, podía ver lo aterrado que se sentía Matsuda por haber fallado.

Llevo a ambos jóvenes a una habitación en donde les ofreció un poco de té. Matsuda solo sostuvo la taza sin querer beber de ella, mientras L se encontraba vaciando cubos de azúcar al suyo, afortunadamente la sacerdotisa había recordado su gusto por el azúcar.

-Que sucedió?- pregunto al fin Kagura.

-Fue Orochi…- dijo Matsuda el momento que las manos le comenzaban a temblar y gracias a la taza de té, esto era sumamente notorio.

Toda la atención de L se centro en Matsuda-san, mientras que intentaba dejar a un lado el latente sentimiento de traición. Tenia que concentrarse… como detective no podía darse el lujo de dejarse llevar por sentimientos como la traición y la decepción… tenia que mantener la mente fría y recopilar toda la información que fuese necesaria.

Matsuda explico con lujo de detalle lo que había pasado en su departamento, desde que L y Raito habían llegado, hasta cuando Shinomori-san había llegado en su auxilio.

-Entonces lo que temíamos se esta haciendo realidad. Orochi esta usando a Yagami Raito.

-Usted cree eso Kagura-sama?

-Que otra razón podría haber, además supuestamente esa rama de clan Yagami debió de haber quedado libre de la maldición de Orochi.

-Es cierto…- medito un poco esas palabras.- Kagura-san… cree que esta vez yo…- no termino la frase debido a la ansiedad que esto le causaba, solo esperaba que ella hubiese entendido.

-No lo se.- en verdad esperaba que esto no terminara con la vida del shinobi d Yagami.

-Solo espero ser útil a Iori-sama… si es así, no me importa dar mi vida.

Al escuchar aquellas palabras, L sintió como si algo se rompiera dentro de él, era extraño y no entendía del todo la razón de ese dolor que se había hecho presente en su pecho.

-Tú eres importante no solo para Yagami, sino también para muchas otras personas.- comento la sacerdotisa al percatarse de la reacción del “amigo” de Matsuda.

Al principio aquellas palabras sorprendieron un poco al joven policía, pero después una sonrisa apareció en su rostro… ella tenia razón, no solo Iori-sama necesitaba de él, tenia que ser fuerte tanto para Kyo como para L, ya que con el sello roto de Orochi, al parecer él era la ultima esperanza.

+++

A una semana de lo sucedido, Aoshi se presentaba aun con vendas debido a las severas heridas causadas por Yagami Raito, ante su señor.

-Donde esta Dai y el gaijin?- pregunto severamente.

-No lo se.- respondió mientras apretaba fuertemente sus puños y se tragaba todo su orgullo como fiel shinobi de Yagami-sama.

Aquella respuesta enfureció al pelirrojo y hubiese matado a Shinomori, sino fuera que había algo más importante que hacer y eso era el detener a Tsuki en cualquier cosa que estuviese planeando con el poder de Orochi.

-Largo.- simplemente ordeno al shinobi, para después tomar el teléfono, tenia que ver lo más pronto posible a Tsuki.

+++

L tenia estrictamente prohibido el salir del templo o siquiera comunicarse con Watari y no podía evitar el sentirse algo frustrado ante esa situación, pero eso no era lo único que lo hacia sentirse tan incomodo…

-Matsuda-san…- broto de sus labios en un pesado suspiro.

El que siempre había tachado a Matsuda como un completo inútil y ahora resultaba que era una pieza fundamental en todo este lio en que se había involucrado, al grado que podía perder la vida…

El joven detective lo único que deseaba en esos momentos era que alguien le explicara lo que sucedía, pero aquella mujer se negaba a darle información y Matsuda se pasaba todo el día en meditación, según para que cuando llegara el momento pudiese mantener la calma y soportar el dolor.

Mientras tanto Dai se encontraba examinando lo que contenía el maletín que Iori-sama le había dado, encontrando varios papeles, fotos , varios Cds y una libreta de color negro. Al leer algunos de los archivos y ver varias fotos, no pudo evitar el sorprenderse ante tal revelación.

-L había tenido razón todo este tiempo… Raito es Kira…

+++

Por fin estaban frente a frente. Si las miradas fulminaran, Raito solo seria un montón de cenizas en el piso, pero a pesar de la amenazadora mirada de Iori, el joven castaño se mantenía firme, no así Ryuk el cual se había quedado a fuera de esa oficina ya que era demasiado aterrador lo que sus ojos de shinigami veían.

-Como pudiste? Acaso estas loco.- prácticamente siseo Iori a su joven primo.

-Celoso de que yo tenga tu mismo poder?- pregunto bastante altivo Raito al momento que mostraba su mano derecha y como una flama de color purpura brotaba de ella.

-A eso le llamas poder?- esta vez Iori se acerco y tomando la mano d Raito, fácilmente pudo apagar el fuego, pero en cambio el con solo una llamarada d su mano ocasiono severas quemaduras en la mano del castaño que solo retiro su mano de la de su primo. -Yo no estaría celoso de alguien tan débil y estúpido como tu.

Raito estaba a punto de reclamar, pero de su boca no salió sonido alguno y su cuerpo tampoco reacciono a sus ordenes, haciendo que entrara en pánico y este sentimiento aumente mas cuando una voz extraña y muy distinta a la suya broto de sus labios y su cuerpo comenzó a moverse hacia el pelirrojo.

-Se que este cuerpo es débil Yagami, lo supe desde un principio.

Al escuchar aquella voz, Iori no hizo otra cosa más que ponerse en guardia.

-Orochi…- era increíble que el dios estuviera usando el cuerpo de Tsuki como anfitrión.- Entonces por que…- antes de que pudiese terminar su pregunta, ya tenía el cuerpo de su primo tan cerca de él.

-Por que se que no le harías daño.- comento el dios mientras ahora tomaba una d las manos del pelirrojo y la llevaba al pecho de su joven anfitrión.- Seria tan fácil el acabar conmigo en este débil cuerpo, podrías atravesar este pecho y arrancar el corazón de manera tan sencilla.- comentaba burlón.- pero se que no lo harás.- con un rápido movimiento ahora tenia ambos brazos rodeando el cuello de Iori.

-Que es lo que pretendes? - intentaba controlarse, por que si atacaba era 100% seguro que terminaría matando a Tsuki.

-Eso es sencillo Yagami, quiero tu cuerpo.

+++

Un grito resonó por todo el templo Chizuru corrió a la habitación de donde provenía, encontrando a Dai en brazos de L, el primero gritando de dolor y casi ahogándose con la sangre que emanaba de su boca y el segundo en un total shock, con el rostro, ropa y sus manos manchados con la sangre de Matsuda.

Lo que había estado temiendo la sacerdotisa, había pasado… tenia que llamar a Kusanagi… debían de tener alguna estrategia para detener a Orochi, antes de que la maldición acabara con la vida del shinobi de Yagami , por el momento lo único que podía hacer, era reforzar aquella habitación con varios sellos para que el aura de Orochi no afectara demasiado a Dai.

-El último sello no debe ser roto...- murmuro Chizuru.


CONTINUARA…

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