28 may 2009
CAPITULO V

Llego a aquella bodega en donde había sido el escenario del tiroteo entre mafiosos. El sentimiento de perdida era demasiado grande, su mente y corazón estaban tan confusos ya que solo deseaba el encontrar a alguno de esos malditos para hacerle pagar lo sucedido a su amado pianista.

Con ese pesar y enormes deseos de venganza entro a la bodega topándose con una imagen digna de la más terrorífica película de terror. Las lámparas que pendían del techo de la construcción dejaban ver brazos, piernas y cabezas diseminadas por todo el sitio mientras que los torsos se encontraban abiertos de par en par con las entrañas dispersadas alrededor de ellos. Las ratas corrieron al notar la presencia del vampiro dejando a un lado el festín humano que se encontraban consumiendo.

Shanks se adentro en aquella carnicería en busca de Zoro esperando encontrar su cuerpo entero ya que el ataque parecía haber sido causa de un vampiro hambriento… demasiado hambriento viendo el estado en el que se encontraban los cuerpos. Por primera vez desde que entro a la bodega sus sentidos se pusieron en alerta, preparado para recibir cualquier ataque de uno de su especie.

Nada… del vampiro que había matado a todos aquellos mafiosos no quedaba rastro alguno, pero en cambio entre algunas cajas vacías encontró los cuerpos sin vida, pero mínimamente enteros de los amigos de Zoro y aun lado de ellos se encontraba el peliverde que se encontraba sin nada que cubriera su torso el cual lucia una enorme cicatriz cruzando de manera diagonal su pecho al parecer esa herida se la había hecho varios años atrás pero eso era de poca importancia en comparación a una horrenda herida en el brazo producto de un arma de fuego de la cual aun emanaba sangre.

El vampiro se acerco a su amado pianista esperando lo peor debido al pálido color que el peliverde presentaba. Lentamente verifico el pulso del joven percatándose del débil latido del corazón de este y los mas que evidentes signos de hipotermia, así que rápidamente se quito la chaqueta al momento que se maldecía a si mismo por no haber optado por el gran abrigo que tenia en su closet, cubrió a Zoro y lo tomo en brazos.

En verdad le parecía casi imposible el que su amado pianista aun siguiese con vida después d haber encontrado a todos esos mafiosos en tan horrendo estado, pero tenia que darse prisa o Zoro terminaría muriendo. Por esa razón corría a toda velocidad en dirección al hogar del peliverde, aunque eso si llevando con sumo cuidado a su amado pianista.




+++

Aquel hombre que lucia un pulcro traje negro miro el letrero iluminado “ILLUSION BAR” entro al pequeño bar y observo con detenimiento el lugar que se encontraba semi-vacio.

La joven barwoman y su gemela vieron con cierto temor al recién llegado, imaginándose tal vez que se trataba de algún líder de la mafia, aun que era extraño que estuviese solo ya que por lo regular un sequito de guardaespaldas acompañaban a ese tipo de personas.

Aquel hombre vestía un traje negro al igual que su camisa de seda y esto hacia que resaltara la fina corbata color vino. Su barba y bigote estaban perfectamente delineados. El ojo derecho era cubierto por un parche mientras que el izquierdo mostraba un color dorado.

Ben al ver a aquel hombre se acerco rápidamente a él.

-Vaya, no esperaba tan pronto tu visita.- dijo Ben mientras lo conducía hacia su oficina –Chicas por favor, encárguense de todo.- pidió amablemente.

-Hai, Ben-san.- hablaron las dos al mismo tiempo.

Ambos hombres entraron a la oficina que a pesar de ser pequeña estaba exquisitamente decorada.

Ben hizo una casi imperceptible seña para que su invitado tomara asiento en el sofá de cuero negro, a lo que este simplemente obedeció.

-Deseas algo de beber?

-Tú sabes la respuesta mejor que nadie.

Al escuchar esas palabras fue en busca de una copa. Cuando regreso, le dio a su invitado la copa vacía, después fue al escritorio que se encontraba en una esquina de la habitación y tomo el abre cartas que prácticamente estaba de adorno, regreso al lado de su invitado y este solo extendió el brazo mostrando la copa y así que Ben hizo un corte preciso en su muñeca izquierda la cual comenzó a sangrar. La copa lentamente comenzó a llenarse con el rojo liquido, una vez que estuvo llena Ben hizo presión en la herida.

-Si tu quieres yo podría…

-Iie… es de mala educación beber de la botella

-Y por que mejor no me dices que el único que puede hacerlo es Shanks.- comento antes de tomar un sorbo del líquido rubí

Aquello pareció ser un golpe bajo para el pelinegro pero que desesperadamente intento ocultar.

-Recuerda que a mi no me puedes engañar como lo haces con Shanks, entre nosotros no hay pacto alguno.

El pelinegro solamente se mantuvo en silencio al no tener manera de defenderse de la s palabras d su invitado.

-Mi mente no llega a comprender el por que nunca hiciste nada por declarar tus sentimientos y en cambio decidiste el formar una familia.

-Las esperanzas mueren al ultimo, pero Shanks destrozo las mías hace ya tanto tiempo… así que lo único que me queda de él es su amistad… y si esa es la única manera de poder estar a su lado, lo acepto.

-Hubieses sido un gran compañero para esta fría eternidad, lastima que tu corazón pertenezca al vampiro equivocado.- dijo esto antes de beber todo el contenido d la copa.

-En verdad lo siento Mihawk.

-No hay razón, se cuando he perdido la batalla y me arrepiento terriblemente de no haber sido el primero en conocerte.

-Y entonces ya bienes por el chico?

-Para que otra cosa vendría?

-Quizás solo para visitar a los amigos.

-Tienes razón.- una ligera sonrisa se formo en sus labios.

-Y cuando será?

-Lo más pronto posible.

-Bien solo intenta que Shanks no quede involucrado en esto, lo que menos deseo es que el clan D este tras él.

-Comprendo.



+++


Zoro yacía en la pequeña cama de su dormitorio, la herida de su brazo no paraba de sangrar a pesar de ya encontrarse desinfectada y vendada de poco le servía, mientras tanto Shanks lo observaba mientras se debatía en lo que haría con el chico y el intenso olor a sangre fresca poco le ayudaba en sus razonamientos, así que decidió usar un poco de su sangre para poder cerrar esa herida, por lo menos era mil veces mejor opción que tomar la vida del chico y darle una nueva… aun era demasiado joven, por esa razón se había detenido en todo ese tiempo.

El pelirrojo pasó la yema de sus dedos por el torso de Zoro, delineando suavemente la herida que prácticamente lo atravesaba, a pesar de que en la mente del joven pianista le decía que aquella cicatriz había sido producto de aquel accidente en donde sus padres habían muerto, para él era casi un milagro que hubiese sobrevivido a tal herida. No podía negar que todo en Zoro le causaba cierto desconcierto, el prefecto cuerpo que lucia era demasiado contradictorio a su frágil salud.

Su atención c centro en la herida, así que con mucho cuidado retiro las vendas empapadas de sangre y que en una reacción casi por inercia se llevo a la boca, cuando la tela entro a su boca, no pudo el evitar deleitarse con el sabor del la sangre del peliverde. Dejo las vendas de lado, mordió sin reserva alguna su labio inferior con uno de sus colmillos y acerco sus labios a la sangrante herida y con lentos y suaves besos su sangre se comenzó a mezclar con la de Zoro.

El joven pianista abrió los ojos, pero no tenia ni la mas remota idea en donde se encontraba, ni que era lo que había sucedido y poco le importaba en esos momentos lo único que le importaba era el apagar la enorme sed que sentía, un dulce olor acompañado de un sutil placer lleno sus sentidos por completo.

Shanks detuvo su labor al escuchar un sonoro y hasta cierto punto lascivo gemido por parte del peliverde, se separo de la herida que casi había sanado por completo y miro con cierta preocupación al chico, teniendo tantas preguntas que hacerle ya que ni siquiera podía leer su mente ya que esta se encontraba totalmente en blanco.

Zoro al ver los rojos labios del vampiro cuerpo se movió solo, acercando se al rostro al de Shanks para terminar besándolo apasionadamente. La poca razón que aun albergaba el vampiro en su mente fue opacada totalmente por el más ardiente deseo que jamás en su existencia había experimentado, ni siquiera con su amada Makino por la cual acepto la eternidad.

Beso tras beso acompañado de incesantes caricias por parte de ambos, la estorbosa ropa fue hecha prácticamente añicos a manos del vampiro, poco importando su costo, solo deseaba el quitar toda barrera entre ellos. Amor, deseo, pasión todo aquello podía ser peligroso si se le agregaba la desesperación, pero acaso aquello importaba en esos momentos, al parecer no, a ninguno de ellos dos le importaba.

Zoro no se detenía por nada y gemía sin reserva alguna disfrutando de las atenciones del pelirrojo tenia para con su cuerpo, las sensaciones no eran del todo nuevas para el joven pianista, lo había hecho tantas veces con Ace desde los catorce, pero por alguna extraña razón había algo que en el pelirrojo que era distinto, no sabia que es lo que era, pero en lo mas profundo de su ser sintió que aquel era su lugar, al lado de Shanks-san.

El vampiro repartía pequeños besos por todo el cuerpo del peliverde y propinando suaves mordidas, procurando que sus colmillos no ocasionasen herida alguna, lentamente bajo del apetitoso cuello del peliverde a su pecho en donde comenzó a torturar con enloquecedora calma ambos pezones, el derecho con la boca y el izquierdo con una mano, mientras que la otra se aventuraba entre las piernas de Zoro.

-Ah… Shanks-san…- apenas y pudo articular las palabras.

-Ai shiteru Zoro…

-Ore mo… Shanks-san… ore mo…

Sin poder evitarlo lagrimas rojas brotaron de aquellos ojos, pero estas eran lagrimas de la mas grande felicidad, por que Zoro lo amaba, Zoro correspondía sus sentimientos, su tiempo y dedicación para con el joven pianista no habían sido en vano.

El peliverde vio con cierto desconcierto las lágrimas rojas, pero nuevamente su cuerpo reacciono primero que su mente, así que tomo el rostro del vampiro entre sus manos y con la lengua tomo aquellas gotas rubí que surcaban el rostro del pelirrojo.

Shanks comenzó a preparar al joven para lo que vendría, con las uñas hizo unas pequeñas heridas en sus dedos índice y medio, usaría su propia sangre como lubricación. Mientras que el pelirrojo tocaba sutilmente aquella pequeña entrada, Zoro solo abrió las piernas lo más que pudo para facilitarle la labor. Un gruñido broto de sus labios al sentir la invasión de aquellos dedos en su interior abriéndose paso lentamente. No había dolor solo una ligera molestia que casi al instante desapareció y solo el mas intenso placer predomino.

Al ver que Zoro estaba a punto de llegar al punto culminante, Shanks retiro sus dedos del interior del joven pianista y antes de que este pudiese reclamar, los sustituyo por su miembro. Las embestidas comenzaron lentas, pero a medida que la urgencia iba ganando terreno estas se volvieron frenéticas.

Entre el mar de place el peliverde sintió el agudo dolor producto de aquellos colmillos pertenecientes al vampiro perforando con gran facilidad la piel de su cuello. La sangre lleno la boca del pelirrojo que bebió con glotonería el adictivo líquido mientras que Zoro comenzaba a perder la conciencia.

Shanks se detuvo al sentir como su amante con desesperación hacia lo mismo que él y mordía con todas su fuerzas su cuello logrando hacer que la sangre brotara a raudales y que hilillos rojos recorrieran el pecho y la espalda del vampiro mientras que Zoro bebía como si su vida dependiese de ello. Fue un clímax en un exuberante color rojo que lleno por completo cada uno de los sentidos del vampiro.

Las oleadas de placer se disiparon tras un par de minuto de espera, así que suavemente Shanks salió de su joven amante humano, percatándose que este a pesar de la situación ya dormía profundamente.

El vampiro miro hacia la ventana, el amanecer estaba muy cerca tenia que irse, tenia que regresar a su hogar antes de que fuese demasiado tarde, pero antes que nada examino por ultima vez el cuerpo de Zoro, percatándose que todas las heridas habían sanado, una vez seguro que ahora el peliverde se encontraba bien, se levanto de la cama y comenzó a buscar su ropa, solo encontró trozos de tela que alguna vez fueron su ropa, suspiro algo molesto consigo mismo ya que le tocaría regresar casi desnudo a su hogar ya que lo único que se había salvado era su chaqueta. Antes de salir por la ventana, el pelirrojo deposito un tierno beso en la frente de Zoro.




+++

Su teléfono celular sonaba incesantemente y él maldecía a la persona que lo molestaba a esas horas, pero antes de estrellar el teléfono contra la pared y romperlo en pedazos miro con ojos adormilados la brillante pantalla y al ver el nombre que esta ostentaba el sueño desapareció y rápidamente contesto.

-El esta aquí.- solo eso se escucho antes de que colgaran.

-Entendido…- murmuro al momento que dejaba el teléfono en la mesita de noche y a su vez tomaba una daga de plata.- el momento ha llegado.



+++


Shanks ya tenia todo preparado para irse a “dormir” así que antes de meterse a su ataúd tomo una ducha, algo preocupado por el desastre que había dejado en la habitación de Zoro, aunque no tanto por el hecho de que él había mordido al peliverde o que este también lo hubiese hecho, la sangre tomada no había sido demasiada como para volver a Zoro en uno de su especie, tal vez solo seria algo sensible al sol pero eso no pasaría de un día.

El pelirrojo salió de la ducha con el pensamiento que le hubiese gustado el conservar la mordida de su amado pianista, pero al ser vampiro lo mas seguro era que esta ya hubiese desaparecido. Se acerco a un espejo de cuerpo completo que se encontraba en el baño pero que rara vez usaba.
Al ver aquello en su reflejo quedo atónito mientras que la toalla con la cual se estaba secando cayó al piso. Sin poder creerlo paso sus dedos por su cuello en donde se visualizaban dos pequeñas perforaciones que era mas que obvio habían sigo causadas por un par de colmillos, las perforaciones no dolían en lo absoluto pero al parecer su cuerpo no hacia ni el menor intento por hacerlas desaparecer.

Shanks no podía creer que Zoro fuese… pero estaba apunto de amanecer y él… Pero Zoro era un humano, tenia que ser un humano o el sol acabaría con él y lo peor de todo era que no podía hacer nada para evitarlo.




CONTINUARA….

2 comentarios:

Kotori-Sensei dijo...

Ahora si...DIOS ESTO ESTA MUY BUENO!!!!
Mihawk enamorado de Ben...Ben enamorado de Shanks...Shanks enamorado de Zoro...y Zoro...enomarado de Shanks tambien!!!! Claro esta esto es algo todavia dudosa yo que solo ha pasado un capi y quien no dice "te amo" en medio de circunstancias...como "esas"...>///<
En fin...lo de la masacre esa de los mafiosos, muy sospechoso. especialmente porq al final Zoro va ha ser un vampiro o yo que se, algo parecido a un vampiro...minimo fue el, el que mato a todo el mundo...
Y Mihawk...no me cuadra que venga a matar a Zoro, no se porq pero creo quiere otra cosa...o quiza si, o quiza no...AH!!! Ya empiezo a enloquecer y solo es el capi 5 T_T

Naokonyu dijo...

segun yo este cap no me kedo tan bien (no soy buena con los lemon -_-) pero hice lo ke pude.
sobre el ke ya estas enlokeciendo en el kinto cap, bueno... pues... espero a ke estes bien para cuando suba el cap 8... o era el 9? bueno eso no importa, lo importante es ke ese cap si ke estara pesado y espero ke lo puedas soportar :3

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