31 may 2009
CAPITULO VI

La luz del sol se abrió paso por entre las cortinas y un fino rayo travieso dio directamente a sus ojos y esto fue acompañado por el ruidoso despertador. El joven peliverde que hasta ese momento había dormido tranquilamente, se removió entre las sabanas sintiendo como todo el cuerpo le dolía. Abrió lentamente los ojos mientras intentaba recordar lo que había pasado.

Recordaba el haber estado con Johnny y Yosaku y… unos tipos de un grupo rival prácticamente los secuestraron y los llevaron a una bodega en el área industrial de la ciudad y… repentinamente se sentó en la cama mientras revisaba su torso, esperando encontrar alguna herida causada por un arma de fuego… recuerda aquel hombre apuntándole con su arma… recuerda el sonido de los disparos y el olor a pólvora… el dolor… y después de eso todo se nubla y no hay mas recuerdos nítidos, solo vagas sensaciones entremezcladas e imágenes borrosas de un profundo rojo…

Y si todo fue un sueño?

Y si en verdad nada de eso paso?

En ese instante antes de poder mentirse a si mismo noto como las sabanas de su cama que deberían de ser blancas estaban todas manchadas de rojo y que indudablemente era sangre. Se comenzó a sentir mareado, signo claro que necesitaba tomar su medicamento, tomo el frasco de la mesita de noche y con manos temblorosas saco un par de pastillas las cuales ingirió rápidamente. Solo pasaron un par de minutos antes de que todo el malestar desapareciera por completo, ahora si tendría que enfrentar el hecho que ayer había pasado algo y muy grave al ver el estado de su lecho.

Se levanto de la cama y comenzó a revisar toda su habitación, encontrando vendas impregnadas de sangre ya seca, y demasiados pedazos de tela que alguna vez debieron ser ropa… su ropa y la de alguien más…

“… Aishiteru… Zoro…” escucho la voz del pelirrojo en lo mas profundo de su mente y con ella algunos recuerdos de lo sucedido.

POR TODOS LOS SANTOS CIELOS!!! PERO QUE… que es lo que había hecho…


+++


Al llegar la noche, el pelirrojo corría por las calles a gran velocidad, cosa que últimamente comenzaba a ser costumbre y todo a causa de su amado pianista. Llego al departamento de este y antes de tocar a la puerta varios pensamientos provenientes del peliverde llegaron a él… el secuestro de aquellos tipos… el tiroteo… la mente del joven era un total caos.

Zoro se había quedado todo el día en casa intentando recordar todo lo sucedido, no solo era el hecho que había hecho el amor con Shanks-san, si no que en aquel tiroteo Johnny y Yosaku habían muerto, entonces no entendía el por que no había sufrido el mismo destino que sus amigos. Tenia un muy mal presentimiento ya que no era la primera vez que sufría de aquellas lagunas mentales, con esta era la tercera vez que sucedía… y haciendo un recuento… no recordaba el accidente automovilístico en el que se vio envuelto junto a sus padres en donde ellos perdieron la vida y a él solo le quedo la enorme cicatriz que cruzaba por su pecho… de igual manera le faltaban recuerdos de lo sucedido años atrás en donde él termino en coma después de que un grupo de pandilleros los acorralaron a Ace, Luffy y a él… por esa razón hacia hasta lo imposible por recordar lo sucedido en aquella bodega, no podía estar olvidando cosas tan importantes como esa.

En ese instante el suave sonido de golpes proveniente de la puerta lo hizo salir de sus pensamientos, así que se levanto del sofá en donde se encontraba recostado, fue a abrir y al hacerlo se quedo observando la preocupada mirada rubí de Shanks-san.

El vampiro no pudo evitar en perderse en aquella mirada esmeralda la cual se mostraba como si de un momento a otro comenzara a brotar gruesas y cuantiosas lagrimas, así que sin poder evitarlo en un rápido movimiento entro al departamento, atrapando en un abrazo el cuerpo del joven pianista el cual rompió en llanto por que en verdad se sentía tan perdido.

Los minutos pasaron y hasta que Zoro no hubo recuperado la calma, el pelirrojo no se separo de él. Ahora con la puerta cerrada y ambos en la pequeña estancia, sentados en el mismo sofá y ninguno de los dos sabia como comenzar, ambos tenían demasiadas dudas y sobre todo Shanks tenia una teoría la cual tenia que comprobar, así que no quedándole mas alternativa comenzó a llevar a cabo el plan que había realizado durante el camino de su hogar al departamento del peliverde.

El vampiro sin reparo alguno hizo un profundo corte en su muñeca, dejando correr libremente su sangre y al ver esto Zoro, primero el asombro y el pánico llenaron sus sentidos al no entender el porque Shanks-san hacia eso, pero poco después comenzó a sentirse mal, nuevamente aquellos dolores, el mareo… tenia que tomar su medicamento antes de que…

-Zoro, mírame.- ordeno el pelirrojo, a lo que el joven obedeció con mucho esfuerzo y solo pensando en su medicamento.

Una mueca entre asombro y espanto se formo en el rostro de Shanks al ver a su amado pianista, el cual presentaba las pupilas en vertical y el color esmeralda de su mirada se había tornado en un brillante ámbar siendo la irrefutable prueba de que Zoro era un vampiro, bastante joven, pero un vampiro al fin y al cabo, pero ahora tenia mas interrogantes, desde cuando era un vampiro? Por que había tardado tanto tiempo en darse cuenta de este hecho? Por que a pesar de que se mostraba ante él como un vampiro, no sentía presencia alguna? Por que el joven pianista podía vivir bajo la luz del sol? Por que podía ingerir alimentos como cualquier otro humano? Todo era tan complicado y a pesar de sus siglos de conocimientos no encontraba una respuesta a sus preguntas y se encontraba tan sumido en esto que no había notado las acciones del peliverde que buscaba frenéticamente sus pastillas dentro de sus bolsillos y el sofá ya que para él se trataba de un nuevo ataque y lo que menos deseaba era volver a caer en coma.

Shanks al por fin darse cuenta lo que Zoro hacia, una idea llego a su mente.

-Sientes un agudo dolor en el pecho y el estomago?

-Hai…- donde demonios había dejado el estúpido pastillero, cada vez se sentía peor y no era como en otras ocasiones, esta vez todo era demasiado rápido y sentía que de un momento a otro perdería la conciencia, así que decidió ir por el frasco que tenia en su alcoba, pero el pelirrojo lo detuvo apresándolo del brazo.

-Tienes sed?

-Hai… yo… yo necesito tomar mi medicamento… y…- la vista se le había comenzado a nublar.

-Zoro, bebe.- ordeno suavemente al momento que acercaba su muñeca al rostro del peliverde.

Acaso Shanks-san estaba loco? El no podía hacer eso, ahora lo más importante era el tomar su medicamento, pero al parecer su cuerpo no estaba siendo guiado por su mente ya que sin tardanza alguna tomo con su mano libre, la mano que el pelirrojo le ofrecía y acercaba su boca semi-abierta a la herida, dejando ver un par de pequeños pero agudos colmillos.

El pelirrojo vio beber con desespero al joven peliverde, dejo que se alimentara libremente, solo cuidando en que no lo dejara sin gota de sangre ya que sabia a la perfección que un vampiro hambriento era capas de hacer cualquier cosa por su alimento. Ante esto ultimo el recuerdo de aquellos despedazados cuerpos que vio en la bodega llegaron a su mente… acaso Zoro… era muy probable que él hubiese sido el causante de aquellas muertes y eso era una alarma para el vampiro, así que tenia que darle la educación necesaria al chico para que este no terminara envuelto en problemas y con un cazador tras su cabeza… un cazador… un…

El peliverde estaba asombrado no solo por sus acciones, sino también por que el dolor que había esta sintiendo había desaparecido y por primera vez en mucho tiempo se sentía demasiado bien.


+++

Aquel hombre veía a la joven morena que se encontraba sentada en la estancia, simulando leer un libro pero en realidad el aburrimiento estaba acabando con ella. Una pequeña sonrisa se formo en su rostro al recordar la infancia de la joven, dándose cuenta de lo mucho que había crecido, ahora ella era el vivo retrato de su madre, claro, con sus ligeras diferencias.

-Robin.

-Mmm?- la susodicha no hizo el menor intento de dejar su libro de lado.

-Tengo buenas noticias y una misión.

La morena cerró el libro y miro con entusiasmo a ese hombre.

-Te escucho.

-Tengo información del paradero de Mihawk.

-Comprendo y donde esta él lo mas seguro es que se encuentre Zoro no?

-Tan lista como siempre mi pequeña.

-Entonces preparare una maleta para él viaje.- se levanto del sofá en donde se encontraba sentada.

-Lo único que tienes que hacer es traer a Zoro y alejarte de Mihawk. No quiero que nada malo te pase.

-No te preocupes, no soy una niña indefensa, además recuerda que soy una cazadora.- Robin odiaba cuando él la trataba como si aun tuviese ocho años.

-Tienes razón, pero aun así ten cuidado, no quiero que nada malo te pase, ni que Olivia se entristezca.

Al escuchar el nombre de su madre no pudo evitar el disgustarse. Acaso estaba ciego para no ver que ella era ya toda una mujer?

-No te preocupes Leo, yo regresare con Zoro.

-Gracias.




CONTINUARA…………….

2 comentarios:

Kotori-sensei dijo...

Hola!!! Mi compu es una porqueria!!! es mi segundo intento de escribirte un comentario, y me toca corto porq si me demoror mucho se enloquece...T_T
espectacular capi, casi me desmayo al imaginarjme a Zoro de vampirin...sexy!!!!
Y se me ocurrio la idea mas loca: MIhawk de papi de Zoro...jajajaja...estoy chiflis....
En fin...nos leemos pronto!!!

Naokonyu dijo...

sigo insistiendo, mis mas sentidos pesames por la compu.
en serio fue espectacular?
a mi c me hizo algo simple y medio aburrido, lo bueno biene en el siguiente cap... claro, segun yo XP

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