26 may 2009
CAPITULO III

Corría a toda velocidad hacia el departamento del peliverde y tan solo en un par de minutos ya se encontraba frente al edificio al momento que la inconfundible esencia de un cazador llego a su nariz, entro al edificio, era como si el olor guiara sus pasos cuando llego al departamento del joven pianista por los incoherentes pensamientos de este sabia que no se encontraba solo.

Ace tenia acorralado al peliverde y aun se le hacia increíble el haber soportado tanto tiempo sin él y su cordura había estado apunto de desaparecer, por esa razón estaba ahí y eso estaba mal, demasiado mal. El moreno besaba con tal desesperación a Zoro que a este le era casi imposible el corresponder de manera adecuada.

-Te extrañe… no sabes cuanto te extrañe…- murmuro muy bajo Ace al separarse de los labios de Zoro, pero tomándolo en un posesivo abrazo.

-Ore mo…

Antes de poder decir cuanto lo amaba, tocaron a la puerta, así que con pesar se separo del cuerpo del pecoso y fue a abrir la puerta.

-Konbanwa Zoro-kun.- saludo cortésmente Shanks al momento que mostraba una dulce sonrisa la cual ocultaba el deseo sanguinario de acabar con aquel cazador.

-Ah… Konbanwa Shanks-san…- repentinamente los recuerdos de la noche pasada llegaron a su mente haciendo que su rostro de por si sonrojado por las acciones del moreno ahora luciera un profundo rojo.

El vampiro al ver los pensamientos del peliverde quedo extrañado ya que se suponía que él había manipulado los recuerdos del joven para que este olvidara aquel beso.

-Vine por que quería saber como estabas y por mi abrigo.-ya había pensado la excusa a la perfección.

-Su abrigo se lo entregue a Ben-san en la mañana y ya me encuentro bien, arigato por su ayuda.

-Oi Zoro! Aun vas a tardar?- se escucho la voz de Ace tras el peliverde.

Cuando los ojos del moreno vieron al pelirrojo todo su cuerpo se puso en alerta y listo para atacar.

-Ace el es Shanks-san un cliente regular en el bar donde trabajo. Ayer que se me olvido el tomar mi medicamento Shanks-san cuido de mi.- aunque claro no le diría al moreno que el mayor se había aprovechado de la situación para besarlo.

-Shanks-san le presento a Ace, él es…- por mas que deseara decirlo no podía, Ace se lo había prohibido.

-Somos amigos desde la infancia.- agrego rápidamente el moreno.

El vampiro no podía leer la mente del joven cazador, pero la de su amado pianista era un libro abierto para él y sabia que aquellas palabras habían lastimado al peliverde ya que él lo quería presentar como su pareja, pero a petición del pecoso simplemente callaba, por que el cazador estaba comprometido.

El joven cazador deseaba el mantener seguro a Zoro ya que no permitiría que lo que había sucedido hace un par de años volviese a pasar… no permitiría que Zoro volviese a pasar algo así, si estaba en sus manos el poder evitarlo, lo haría… pero por otro lado el peliverde comento que lo había ayudado, así que primero tendría que averiguar lo que tramaba aquel vampiro.

-Mucho gusto.- dijeron los dos al mismo tiempo, con una falsa sonrisa y unas tremendas ganas de acabar con el contrario.

-Shanks-san gusta algo de beber?- pregunto el cazador poniendo a prueba al vampiro.

-No… no es necesario… yo…

-Oi Zoro, por que no le das un poco del sake que te traje o acaso a Shanks-san no le agradaría el brindar con nosotros?

Aquel maldito cazador quería dejarlo en mal enfrente de su amado pianista, pero no se saldría con la suya, aquel mocoso sabría a lo que se estaba enfrentando.

Zoro no quedándole otra alternativa hizo pasar al pelirrojo y servir el sake.

Mientras el peliverde buscaba los sakazuki que tenía guardados, el cazador y el vampiro se quedaron en la estancia, claro si aun solo sofá y una mesita podía llamársele así.

-Oi vampiro, me podrías decir si las muertes de esos dos sujetos que aparecieron en el diario fueron causa tuya.- a pesar de hablaba bajo para que Zoro no oyera, el tono que usaba era bastante despreocupado.

-Tengo un nombre cazador.

-Y yo también.

-Por lo visto Zoro-kun no tiene ni la menor idea a lo que te dedicas ne?

-Al igual que no sabe lo que tu eres y te agradecería que no se enterara ni de tu secreto ni del mío, además yo solo quería saber el por que mataste a esos tipos.

-Acaso eso no es obvio? Ellos estaban a punto de hacerle daño a Zoro-kun.

-Comprendo.- comenzó a reír suavemente.- yo hubiese hecho lo mismo.

Para el pelirrojo fue sorprendente escuchar aquellas palabras provenientes de un cazador ya que el por experiencia propia sabia que los cazadores nunca matarían a un humano por malvado que fuese ya que ese no era su trabajo, no eran paladines de la justicia, solo cazadores de vampiros.

-Oi tienes alguna idea de donde podría encontrar al Mihawk.- esta vez pregunto muy serio.

-Acaso no es una presa muy grande para cazador-chan?- a pesar de parecer dicho en broma, era una advertencia real.

-Y vampiro-san esta preocupado por mi…- pareció meditar por unos momentos.- tal vez sea cierto pero tengo que eliminarlo, solo así él estará seguro…

-A que te ref…

El pelirrojo se quedo a mitad d la frase ya que el peliverde había regresado.

-Y donde esta el sake?- Pregunto Zoro con los sakazuki en mano.

-Oh! es cierto, olvide el desempacar.

Así que el moreno se levanto del sofá y recogió una enorme maleta que solo había aventado a un lado de la entrada y solo esperaba que nada se hubiese roto. Comenzó a sacar el contenido de esta con calma y cuidado. Lo primero en salir fue una caja la cual contenía un teclado eléctrico no muy grande.

-Esto te lo manda Luffy, aunque él hubiese deseado el comprarte un Piano.
-Lo se.-Zoro recibió con agrado el regalo.

Ace continuo sacando el contenido d la maleta, solo que esta vez saco un pequeño morral d terciopelo azul, al tener el pequeño paquete entre sus manos, Zoro saco el contenido que era una cruz de plata con todo y su cadena.

-Eso te lo manda Vivi-chan.

Nefertari Vivi a pesar de ser la prometida d Luffy, desde que había conocido al peliverde se había enamorado de él, aunque era un amor puro e infantil.

El pelirrojo vio con disgusto de que se trataba de una cruz de plata bendita, que si bien no era un gran peligro si seria una gran molestia para estar cerca de su amado pianista. En ese instante el cazador saco de la maleta tres Katanas y un terrible pánico explotó dentro del vampiro. No había duda de lo que sus ojos color escarlata veían, reconocía todas y cada una de esas armas. Wado Ichimonji, Yubarashi y Sandai Kitetsu, todas eran armas casi milenarias especialmente fabricadas para la exterminación de los vampiros que en aquel tiempo solo eran conocidos como demonios.

-Este es mi regalo… tal vez algún día tengas que usarlas…- lo ultimo casi lo murmuro.

-Y por que tres?

-Por que no me decidía, así que traje las tres.

Por ultimo de la maleta salieron varias botellas de diferentes tipos de licores, entre ellas la de sake, así pasó la noche entre brindis, risas y demasiados misterios para Shanks y que solo el joven cazador podía responder, pero que se negaba a debelar.

Ya casi al amanecer cuando Zoro dormía profundamente en su cama y el vampiro tenia que retirarse, el cazador le hizo una pequeña petición.

-Onegai cuida de Zoro y evita que se entere de la existencia de los de tu especie… onegai…

Shanks estaba confundido por la petición y aunque deseaba indagar más, el poco tiempo que tenia antes del amanecer se lo impedía.

-Hai.



CONTINUARA……


2 comentarios:

Kotori-Sensei dijo...

Pero estas como un tren!!! Ya hay como 50.000 capis nuevos y no solo de esta version si no de la otra too...y yo aca leyendome este apenas, mientras corro de un lado pal otro...estres!!!
En fin. este creo fue el ultimo que me pude leer por otro lado y ya no se que pasa luego, osea, ahora si empieza la intriga real para mi...
Las katanas!!! Por q alguien no me regala algo ASI...seria feliz y suya por siempre... T-T

Naokonyu dijo...

se nota mucho? :3
y yo por ahi tengo una katana XD

nyu
^w^

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