6 jun 2009
CAPITULO III

Aquella noche Misa-Misa caminaba por las calles algo desconcertada, había ido a visitar a Raito, pero este no se veía muy bien en realidad parecía que algo le preocupaba de sobremanera, Misa-Misa le había preguntado que si se preocupaba por L pero Raito solo se limito a negar con la cabeza para después prácticamente correr a la rubia alegando que estaba muy cansado.

La joven modelo quería hacer algo para que su amado Raito no estuviese tan preocupado y así pudiera dedicarle mas tiempo a ella, tal vez hasta podrían tener una cita.

Rem solo observaba como la pobre Misa alucinaba, solo eso podía hacer ya que por más que le decía que Raito no la quería y que solo la estaba utilizando, pero ella estaba totalmente cegada, así que no había mucho que hacer.

Repentinamente apareció un carro de color negro del cual salieron tres sujetos y a base de fuerza la metieron en el vehículo.


+++


Matsuda había recibido una llamada de su mejor amigo desde que eran solo niños, tenia que ir a verlo, por esa razón por esa razón estaba ahí, para hablar con Ryuuzaki y pedirle permiso de ausentarse solo un par de días.

-Que sucede Matsuda-san?- como siempre pregunto con voz monocorde el detective mientras observaba la rebanada de pastel que Matsuda le había traído.

-Eto... es que yo... es que tengo... es que quería saber si puedo ausentarme por un par de días?- esto ultimo lo dijo tan rápido que apenas y el joven detective pudo entenderlo.

A L solo le tomo un par de segundos analizar lo que le pedía Matsuda.

-Mañana llegan los resultados del laboratorio, así que no puedo darte mas de un día.- no podía perder mas el tiempo, aunque ahora se arrepentía de haber aceptado la invitación de Iori-san para tomar un café, lo bueno era que seria dentro de tres días.

-Entiendo... sé que Kyo comprenderá... supongo...- medito un poco Matsuda.

Al escuchar ese nombre a L le llego la imagen de un joven castaño que había visto en una de las tantas páginas de internet que había visitado en su búsqueda de información de Yagami Iori.

-Kyo?

-Ah... Kusanagi Kyo, él y yo somos amigos desde la infancia y me hablo para ver si podía ir a visitarlo...- sin pensarlo mucho ya le había dicho todo a Ryuuzaki.

Ante esto último a L se le ocurrió una gran idea.

-Matsuda-san, podría acompañarte?


+++


Yagami Iori se encontraba ya en su oficina, tenia demasiado trabajo por hacer, cuanto deseaba el quemar todos aquellos papeles... informes, contratos, avisos... pero debía de mantenerse calmado, el día apenas estaba comenzando y tenia alrededor de cinco juntas, así que era demasiado temprano como para mandar todo al demonio.

Tocaron a la puerta suavemente.

-Adelante.- gruño.

Entro un joven mensajero cargando varias carpetas, empaques y demás papelería.

-Que sucede ahora Aoshi?- pregunto con calma al ver que se trataba de su shinobi.

-Ya la tenemos Yagami-sama.- murmuro mientras dejaba en el escritorio un par de paquetes.

-Cuantas perdidas?

-Tres hombres.

-Nuestros?

-Iie, espías de la familia.

-Bien, quien sé esta encargando de ella?

-Anko, Yagami-sama, ella lograra sacarle la verdad, sin hacerle demasiado daño.

-Investiga mas sobre ella y eso incluye su hogar.

-A la orden Yagami-sama.- el shinobi salió rápidamente para cumplir las órdenes de su señor.

Iori se estaba haciendo con todas las pistas posibles, necesitaba resolver el misterio en su totalidad antes de poder usar las pruebas que tenia en contra de él, tenia que ser prudente y esperar a que las condiciones fueran las apropiadas.


+++


Por fin habían llegado a Osaka y ahora se encontraban entrando a un gran edificio de departamentos. Matsuda estaba muy contento de volver a ver a su mejor amigo, ya habían pasado dos años desde la última vez. L estaba aburrido, cansado, harto de la charla sin sentido de Matsuda, hablando una y otra vez de lo fantástico que era Kyo... Kyo esto... Kyo lo otro... si volvía a escuchar otra estúpida anécdota tal vez terminaría volviéndose un asesino ya que mataría al moreno con sus propias manos.

Matsuda toco al timbre y la puerta rápidamente se abrió.

-MATSU!- exclamo un lloroso castaño al momento que se le lanzaba al pelinegro.

-Kyo, mantén la calma y dime que sucedió.

Para Ryuuzaki fue en demasía raro ver como Matsuda se comportaba de manera más adulta que su amigo, eso aunado a que en las fotografías que había visto de Kusanagi, las cuales lo mostraban como un rudo y arrogante peleador, eran rápidamente remplazadas por aquel joven llorón?

Cuando la calma regreso al castaño en ese momento se dio cuenta de que había alguien más. La mirada castaña se centro en aquel andrajoso chico.

-Matsu... quién es ese tipo?- pregunto con su recuperada arrogancia y señalando abiertamente.

-Ah... eto...- que podía decirle? – Él es un amigo, su nombre es Ryuga Hideki, él me esta ayudando en la remodelación de mí pagina.

-Aun sigues con eso?

-Hai.

Kyo se acerco al detective y ahora con una gran sonrisa lo saludo.

-Gomen por tan pésima primera impresión, los amigos de Matsu son también los míos.

-Aun que yo no puedo decir lo mismo.- el moreno se quejo.

-Lo dices por Shingo? O por Beni?

-Por los dos.- Yabuki lo odiaba y le tenía miedo a Nikaido-san.

-Pero que hacemos aquí, vamos pasen.- Kyo los dejo pasar a su apartamento.





CONTINUARA................

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