7 jun 2009
CAPITULO IV

Durante toda su vida, nada lo había preparado para una situación así. El joven detective se arrepentía en sobremanera al estar ahí. El departamento de Kusanagi Kyo era un enorme basurero, revistas, latas de cerveza y refresco, Cd, cajas de pizza, ropa, figuras coleccionables, mangas, zapatos y un largo etc cubría lo que debería ser la sala y no era solo el desorden que reinaba en aquel lugar lo que le molestaba a L, si no eran las dos largas horas de su valioso tiempo siendo desperdiciadas en solo escuchar anécdotas sin sentido de Kusanagi-san y Matsuda-san, aunque debía de aceptar que había sido una gran sorpresa el conocer a otra persona tan similar a Matsuda-san, tonto, efusivo en exceso e ignorante.

-Kyo, se que no me llamaste solo para recordar viejos tiempos.

Matsuda conocía a la perfección al joven Kusanagi y sabía que este le estaba dando rodeos al verdadero problema.

-Es cierto…- por un instante Kyo se perdió en sus pensamientos.- Matsu… recuerdas la ultima vez que nos vimos?

-Claro, como olvidarlo si tú eras el hombre más feliz sobre la faz de la tierra.

El castaño mostro una triste sonrisa ante la respuesta de su amigo, mientras que L estaba apunto de tomar la decisión de marcharse.

-Sucedió algo entre tu y Yagami-san?

El joven detective rápidamente desecho la idea de retirarse y por fin toda su atención estaba centrada en la conversación.

-Hai... hace casi un año... él me pidió que huyéramos...

Tanto Matsuda como Ryuuzaki quedaron atónitos ante tal confesión.

-No me digas que los clanes se enteraron...- el joven policía se veía pálido.

-No... Yo rechacé la propuesta de Iori…

-QUE TU QUE?!- como era posible que él hubiese hecho algo así y peor aun como era posible que él apenas se enterase de esto.

La mente de L pasaba de una sorpresa a otra que apenas y lo dejaban procesar la información que ahora recibía a torrentes.

-Yo lo rechacé por que… por que entre en pánico al comprender que tendría que abandonarlo todo y a todos… yo no pude aceptar eso… tuve miedo y fui un egoísta en solo pensar en mi… solo en lo que yo quería…- Kyo había explotado, en esos momentos todos sus sentimientos salían por su boca en forma de palabras.- Iori quería que viviésemos felices lejos de todo este odio… lejos de los clanes… de nuestros destinos… y yo… yo…- sin poder evitarlo por mas tiempo rompió en llanto.- Matsu, lo he buscado… tantas veces lo he buscado…- decía trabajosamente entre sollozos.- quiero verlo…pedirle perdón… quiero estar a su lado…

Al ver que el estado emocional de su amigo era un desastre a Matsuda se le rompió el corazón, quería hacer algo por él… ayudarlo de alguna manera… entonces recordó algo.

-Yagami Iori esta en Tokio.

-Eh?- por un instante el castaño detuvo su llanto.

-Mi amigo - refiriéndose a Ryuuzaki.- él asistió a un concierto y Yagami-san estaba ahí.

Ante esta declaración Kyo por fin vio la luz al final del túnel. Buscaría a Iori y esta vez no lo dejaría, pasara lo que pasara no se volvería a alejar de él.


+++

Aquel lugar estaba sumido completamente en la oscuridad, el terror había hecho presa de Amane Misa, su garganta estaba seca de tanto gritar pidiendo ayuda. Donde estaba Rem? Raito estaría preocupado por ella? Se arriesgaría para salvarla? Había tantas preguntas en su mente.

La puerta de su oscura prisión se abrió dejando ver la inconfundible silueta de una mujer.

-Onegai… Tasukete kure…- suplió en un murmullo.

-No te preocupes linda, solo contesta a mis preguntas y saldrás de este lugar ilesa.- dijo la desconocida a Misa.


+++

Yagami Iori por fin estaba en su tranquilo y silencioso departamento, hoy había tenido un día extenuante de trabajo como siempre, desde que su otou-sama había muerto no había tenido ni un solo día libre del agotador trabajo que conllevaba el dirigir la empresa de su familia. En esos momentos cuanto extrañaba a su banda, el tocar junto aquellos irritantes tipos… esos habían sido grandes días… pero a ellos también tenia que olvidarlos, por esa razón había aceptado el abrir aquel concierto, el primer concierto de su banda sin él.

El pelirrojo se sirvió un poco de coñac de aquel pequeño bar que ostentaba su lujoso hogar, deseaba que el licor de alguna manera lograra llevarse todos aquellos recuerdos de su pasada vida, los buenos, los malos… y lo mas difícil de olvidar seria “EL” todos y cada uno de los momentos que pasaron juntos, pero no importaba lo difícil que fuera, él lo lograría ya que en su nuevo proyecto de vida ya no había cabida para aquel maldito bastardo que lo rechazo, ya no había cabida para Kusanagi Kyo, aunque aun tenia una pequeña sorpresa para él, un ultimo obsequio antes de dejarlo atrás y continuar con su vida.




CONTINUARA……………

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