A un paso del caos

CAPITULO XII

La nada.

Zoro se encontraba flotando en la nada, siendo parte de ella, total y completamente libre de cualquier restricción.

-Ayuda…

Un murmullo rompió del divino silencio, quería ignorar aquel llamado, quería seguir siendo libre.

-Ayuda, por favor.

La libertad llego a su fin al momento que su cuerpo apareció y una tras otra las restricciones comenzaron a llegar. Sus principios lo obligaron a buscar la fuente de aquella voz, el conocía al dueño pero no recordaba quien era.

Repentinamente su nada se disipó dando paso a un enorme jardín nevado y la visión hubiese sido hermosa su no fuese por el aterrador frio que lo envolvía. Manchas rojas comenzaron a visualizarse en la blanca nieve, para poco después aparecer cuerpos sin vida de los que aun brotaba la sangre.

-POR FAVOR ALGUIEN AYUDEME!!!

El espadachín vio a dos personas una muriendo y la otra pidiendo ayuda a gritos petición que nadie contestaba.

La desesperación hizo presa de Zoro ya que ahora ocupaba el lugar de la persona que pedía ayuda y él se estaba muriendo, tenia que hacer algo, tenia que ir por ayuda pero él no quería quedarse solo.

-MALDICION!!! POR QUE DEMONIOS NADIE ME AYUDA!!!- grito con todas sus fuerzas ya que ahora sostenía entre sus brazos a la persona mas importante de su vida.

Aquella vida se le fue de las manos como si de agua se tratase, todo había terminado… se aferro a su cuerpo en un vano intento de mantenerse a su lado. Lentamente todo volvió a desaparecer para Zoro que ahora se abrazaba a si mismo y la nada regreso.

Las lagrimas de tristeza, desesperación e impotencia, surcaban el inexpresivo rostro del peliverde y que al caer eran devoradas por la nada.

+++ 

El conteo de los días había sido olvidado por los tripulantes del Merry y Eden en verdad se veía en el limite y lo mas seguro era que Zoro no durara un día mas.

Luffy quería ver a su primer compañero, estar a su lado por lo menos en los últimos momentos, pero Ace se lo había negado rotundamente ya que el temía por la seguridad de su tonto hermano por que él percibía el odio que Eden sentía cada vez que veía al chico de goma, aunado al mal carácter de 01, era mejor que Luffy mantuviese su distancia. Por esa razón todos los días Ace verificaba el estado del peliverde y después iba con su hermano para avisarle de cualquier cambio.

Pero el corazón del joven de fuego guardaba recelosamente un secreto, el cual nunca revelaría por el bien de todos tendría que mantenerse callado.

*** 

Su posición como observador tenia mas desventajas que ventajas, por que por mas que quisiera ayudar alguien no podría hacerlo ya que no poseía un cuerpo solido, su cuerpo había perecido hace ya tanto tiempo atrás, pero debía mantenerse como observador, sabia lo que se avecinaba así que el momento de sacar de aquel estado al torque había llegado por esa razón estaba de pie en la cubierta de la pequeña embarcación, invisible para todos a acepción del pequeño kyuubi, el zorrito se encontraba mirándolo fijamente con algo de confusión. Una tierna mirada y una suave sonrisa fueron dedicadas al kyuubi al momento que se hincaba y comenzaba a acariciarlo.

*Ace-kun ve y dile a tu amigo que él puede ayudar a Zoro, dile que recuerde el cofre que le fue dado en el templo… onegai.*

Su voz había sonado como el viento cuando pasa entre los arboles y sus caricias eran parecidas a una suave brisa matinal o por lo menos eso le pareció al kyuubi que simplemente asintió para después ir en busca de su amigo.

En el dormitorio de las chicas se encontraba Zoro-chan que aun no se recuperaba del todo de la impresión de ver a Zoro-san en aquel estado pero a pesar de eso quería ayudar, quería hacer algo que salvase a su yo mayor.

Los pensamientos del pequeño monje fueron interrumpidos al ver a su peludo amigo.

-Que sucede Ace-kun?

-El cofre…- murmuro.

-Eh?

-Recuerda el cofre que te dieron.

Era cierto… como lo había podido olvidar. Así que se metió de bajo de la cama para sacar el cofre que el anciano le había dado. Como no se había dado cuenta antes?

Ahora con el cofre en sus manos fue adonde se encontraba Zoro-san y Eden-san seguido por el kyuubi. Toco suavemente la puerta antes de entrar y al hacerlo se encontró con un ambiente pesado y sombrío. Ahí se encontraban también 01-san y Ace-san.

Eden al ver al pequeño monje intento disipar tal ambiente, tal vez no había sido buena idea el recordar y el contarle sus vidas a su yo de este mundo.

-Puedo ayudarte en algo Zoro-chan?- pregunto dulcemente.

-Eto… yo.. yo solo…- no podía evitar el ponerse nervioso ante los tres adultos.

-El puede salvar a Zoro-san.- era el kyuubi que entro a la habitación con su forma humana.

Eden y 01 lo miraron no muy sorprendidos ante la nueva forma del zorrito que aun conservaba sus orejas y colas, pero no sucedió lo mismo con Ace que se preguntaba a si mismo si no había un mundo en donde Zoro y él no estuviesen juntos.

01 al escuchar esto se acerco al pequeño monje y se arrodillo.

-Te lo suplico, por favor salva a Zero.

-01-san… no haga eso!- intentaba que el mayor se levantara.

-Déjalo Zoro-chan yo haría lo mismo si pudiera.- dijo Eden con una sonrisa.

-Hai…- contesto sonrojándose un poco.- Antes de empezar este viaje eto… en el templo me dieron un fruto del árbol sagrado.- abrió el cofre dejando ver una fruta muy parecida a un durazno solo que de un brillante azul.- Me dijeron que lo usara cuando lo creyera necesario y…

-Entiendo.- para Eden por fin había esperanza de salvar al peliverde.

01 saco el fruto del cofre y lo examino detenidamente.

-Como haremos que lo coma?- pregunto 01.

-Ace, 01 necesitaré su ayuda para despertar a Zoro.

Los aludidos voltearon a ver a su yo alado.

-Que quieres que haga?- 01 se escuchaba decidido.

-Solo necesito que me ayuden a absorber un poco de toda esta energía.

-Y como quieres que hagamos eso?- esta vez la pregunta vino de Ace.

-Solo posen sus manos en mis hombros y yo hare el resto.

Ambos obedecieron, cuando apenas y tocaron a Eden sintieron una inmensa oleada de poder que llego a ser dolorosa. 01 estaba dispuesto a soportar más si fuera necesario pero Ace apenas y pudo abstenerse de soltar a Eden.

Zoro abrió lentamente los ojos viendo todo en extremo borroso.

-Zoro…- escucho un murmullo.- Zoro come esto.

El peliverde obedeció ya que deseaba seguir durmiendo, así que con ayuda de Eden pudo comer aquella cosa de extraño sabor. Una vez que Zoro hubo comido la fruta, Eden comenzó a sentir como poco a poco la energía del peliverde regresaba a parámetros normales.

-Esta fuera de peligro.

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013 llamo a la crima exigiendo refuerzos, mientras que 05 intentaba pensar en algo para impedir la llegada de estos ya que en verdad deseaba el proteger a su capitán, a pesar de que 01 nunca se había fijado en ella, poco le importaba por que lo amaba a tal grado que prefería verlo feliz al lado de triple zero, que haría cualquier cosa por él, incluso sacrificaría su vida.

CONTINUARA….