19 oct 2010

CAPITULO XIV

01 era detenido por Edén mientras que Ace y la tripulación del Merry go mantenía seguro a su capitán de la ira del moreno.

-Mantén la calma 01, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir, además somos pocos y no podemos darnos el lujo de perder a nadie mas.- Edén intentaba razonar con 01.

-No me importa, por culpa de ese maldito… Zero…- en ese momento el recuerdo que había sellado en lo más profundo de su corazón salió a flote.- Zero… Zero esta…

Ahora recordaba 02 había sido capturado y Zero lo salvo pero él estaba herido y…


FLASH BACK


-Necesitas un medico… 02!!- se veía completamente desesperado con triple zero entre sus brazos y gritando a 02 pero este se encontraba en shock.

-Capitán, no creo que haya solución para esto.- le mostro que la herida seguía sangrando profusamente – solo queda una cosa por hacer… 01 gracias por haber sido mi amigo…- así que se quito la capucha y le dedico una gran sonrisa para después abalanzarse contra el enorme barco haciéndolo estallar después de haber sido partido en dos.

01 dejaba de lado a 02 ya que toda su atención estaba centrada en triple zero el cual ahora se encontraba frente a la puerta interdimencional, así que haciendo uso de un increíble despliegue de poder hizo que una gigantesca sombra cubriera por completo en anillo el cual comenzó a colapsarse por la presión que la oscuridad ejercía en el.

-ZERO!!!!! DETENTE, PORFAVOR!!!!! TU CUERPO NO LO SOPORTARA!!!!!- gritaba 01 en un intento de que su amigo recapacitara, pero como respuesta solo recibió una sonrisa y un ultimo agradecimiento al momento que esa oscuridad que destruía la entrada absorbía también a triple zero.

FIN FLASH BACK


01 se derrumbó hecho un mar de lágrimas por primera vez comprendiendo lo que había sucedido.

Diminutas luces de colores se comenzaron a ver, entonces la atención de los ahí presentes se centro en le cuerpo del pequeño monje el cual lentamente comenzaba a desaparecer, esto era obra del observador que con un poco del poder que aun le quedaba llevaría el cuerpo de Zoro-chan a la persona que mas lo necesitaba en esos momentos, antes de que sucediese alguna tragedia, pero fue demasiado tarde.

Aquel ser invisible como siempre fue testigo de una nueva masacre. El fuego consumía tanto a los cuerpos de los monjes como al templo, sangre y fuego mesclados en aquel sitio gracias a ese pelirrojo.

No había soportado la perdida y lo único que su mente y alma buscaron fue a un responsable de la muerte de su amado niño. Esos estúpidos monjes habían mandado a su pequeño a detener la amenaza que se cernía en su mundo, sin siquiera importarles la edad de Zoro-chan y él como un simple peón más del anciano había cedido ante la decisión de este para mandar al peliverde junto con el kyuubi.

SHIMATTA!!! El también era culpable de lo sucedido, él debió oponerse, debió proteger a su deshi de su destino, por esa razón ahora tenia esa daga entre sus manos dispuesto a acabar con su existencia de la misma manera que lo hizo con sus compañeros.

El pelirrojo comenzó a ver luces de colores que descendían del oscuro cielo y entonces ante sus ojos apareció el cuerpo de su niño que ahora yacía en el suelo. Una imperceptible sonrisa apareció en sus labios al momento que tomaba el pequeño cuerpo entre sus brazos, agradeciendo a los dioses el poder morir mínimamente junto a él. Con un brazo sostuvo a Zoro-chan mientras que su lamo libre aun tenia la daga la cual acerco a su cuello donde hizo un simple pero profundo corte.

Muerte, eso era lo único que aquel fragmento había traído a ese sito al igual que muchos otros antes de el y en otros mundos, pero el torque del dragón estaba casi completo. Solo un poco más, solo tenía que esperar un poco más.

El observador dejo ese mundo tratando de olvidar lo visto y centrándose en sus planes por remediar todas esas tragedias.


***


Los días pasaban con un tenso ambiente cubriendo la embarcación.

Esa noche Edén solo miraba dormir a 01 y al kyuubi, al parecer ninguno de los dos superaba sus correspondientes perdidas, aunque Zoro intentaba hacérselos mas fácil. El joven alado también había notado como algo dentro del peliverde estaba cambiando ya que cuando 01 había entrado en depresión increíblemente Zoro logro calmarlo e incluso hacerlo sonreír, mientras que con Ace-kun cuando solía hablar con él lo hacia de una manera tan dulce y educada que parecía estar escuchando al pequeño monje.

-Edén…- se escucho tras él

-Ah… Zoro, deberías de seguir descansando.

-Ya me siento mejor y tu deberías dormir hace días que estas en vela.

-No puedo, siento que si lo hago algo malo sucederá, tengo que cuidar de 01 y Ace-kun.

-Como siempre tú te preocupas en demasía.- dijo al momento que abrazaba a Edén. –pero yo se como hacer que incluso se te olvide tu nombre.- una maliciosa sonrisa adorno el rostro del peliverde.- Edén, permíteme tocar tus alas…- murmuro muy bajo.

El rostro del joven alado se cubrió de un profundo rojo al momento que prácticamente empujo lejos de el al peliverde.

-No… yo… yo no…

-Por favor, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que las toque.

No podía ser… esto no podía estar pasando… él no era su Zoro… él…

Tras Edén aparecieron sus alas, mientras que su rostro era surcado por las lágrimas. El peliverde se acerco y con suaves y tiernos besos se llevo las saladas gotas del rostro del moreno, para terminar besando sus labios. Edén se dejo hacer perdiéndose en la sensación de estar nuevamente en los brazos del ser amado.



^^^^


Aquel maldito bastardo se había aprovechado de su mal estado para atacarlo a traición, apenas y había logrado escapar del monje pelirrojo relativamente ileso, pero ahora ese miserable nekomata se atrevía hacerle frente.

-Que sucede Ace, ya te cansaste de nuestro juego?

-Te lo advierto, si no acabas conmigo ten por seguro que te matare, no sin antes haberte torturado.

-Claro que acabare contigo, solo que quiero jugar un poco mas.

En ese instante el nekomata comenzó un nuevo ataque en contra del kyuubi, el cual solo intentaba esquivar los golpes.

El no moriría ahí, había sobrevivido ante el monje pelirrojo así que no podía perder en contra de aquel estúpido, lo mataría por su insolencia y cuando lo hiciera vaya que si lo iba a disfrutar.

Repentinamente el ataque se detuvo por completo y entonces Ace-kun noto como un tenue resplandor cubría por completo a su oponente “Es un monje” pensó con terror el chico-zorro recordando al pelirrojo.

-No es bueno lastimar a los demás.- se escucho una suave voz.

El kyuubi volteo a ver al dueño de aquella voz y ahí fue donde por primera vez en su vida se quedo deslumbrado. Se trataba de un pequeño humano peliverde vestido con el inconfundible atuendo de los monjes, no tendría más de ocho años, pero a pesar de su tamaño y edad su poder era enorme ya que no parecía el esforzarse por mantener inmóvil al nekomata.

-Daijoubu ka?- pregunto preocupado al ver el estado del chico-zorro.

-Ah… hai…

El peliverde se acerco al kyuubi y con sumo cuidado comenzó a revisar cada una de las heridas, las cuales eran muchas pero solo una de verdadero cuidado en el brazo, así que arranco un pedazo de su vestimenta y con eso vendo el brazo del chico-zorro, una vez terminada su labor, su atención regreso al nekomata.

-Te liberare demo onegai no intentes nada.- pidió amablemente.

Fue solo cuestión de segundos ya que al verse libre el nekomata cambio de presa y se abalanzo sobre el pequeño monje.

-ZORO!!!!

El kyuubi despertó sobre saltado, no sabiendo en donde se encontraba y buscando con la mirada a su amigo.

-Tranquilo yo estoy aquí.- un murmullo llego a sus oídos acompañado de suaves caricias que sin mas lo volvieron hacer dormir.

Zoro al asegurarse que el kyuubi estuviese nuevamente dormido, quito su mano de la boca de Edén que yacía desnudo bajo él.

-Ssssssshhhhh recuerda que hay niños durmiendo.- dijo dulcemente al chico alado para después arrebatarle otro beso y continuar con lo que estaban haciendo.

01 había despertado pero no había dicho palabra alguna solo observaba al peliverde, intentando captar cada una de sus expresiones en la oscuridad.

Zero había muerto, ahora estaba consiente de eso pero de igual manera sabia que la esencia de su amado amigo estaba en ese cuerpo, al igual que muchos otros y quien estaba ahora era él Zoro de Edén. Todo era tan confuso pero ya no quería pensar mas, simplemente se quedaría con la idea de que Zero estaba ahí y eso era lo único que le importaba.




CONTUNUARA………

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